La actriz y presentadora de televisión es muy sincera en su nuevo libro de memorias, "Bits and Pieces", acerca de cómo hizo su paso por las drogas desde una edad temprana, en los años 70, para luego sumergirse de nuevo en ella en los años 80 cuando estaba empezando a despegar en Hollywood.

Whoopi dice que la coca era su mayor vicio, y estaba literalmente por todas partes... abundaba en las fiestas y reuniones en Nueva York y Los Ángeles.

Escribe: "Me invitaban a fiestas en las que me recibían en la puerta con un cuenco de Quaaludes del que podía escoger lo que quisiera. Líneas de cocaína se extendían por las mesas y los mostradores de los baños para que las tomara".

Whoopi continúa diciendo que ella estaba en el peor momento de su consumo de cocaína, y que todo estuvo bajo control durante aproximadamente un año, pero en un momento dado, dice que comenzó a causarle alucinaciones que la hicieron confinarse en su habitación durante largos períodos de tiempo.

De hecho, ella describe un episodio de miedo donde ella estaba tan alto que pensó que había un monstruo debajo de su cama, y se quedó allí durante un día entero, orinando la cama incluso.

El momento en que recibió una llamada de atención se produjo cuando una camarera de hotel la encontró tomando coca en el armario, y fue cuando Whoopi se vio en el espejo -con polvo blanco por toda la cara- se dio cuenta de que tenía un gran problema y tenía que desintoxicarse (de nuevo). Y eso es lo que hizo.