En resumen: Maduro asume la presidencia, en medio de una ola de críticas y sanciones de EEUU y la UE

Cuando los venezolanos fueron a las urnas en julio del año pasado, muchos aseguraron que se irían del país si el cambio en el poder no llegaba esta vez. Este viernes, con la formalización de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela por otros seis años al jurar el cargo, el desánimo comenzó a aparecer en algunos sectores.

“Ya tenemos más de 20 años con este rollo”, decía resignado Alejandro Pérez, de 55 años, que ya había escuchado muchas veces eso de que “solamente hay que esperar”.

Lo mismo comentaba Nelson Pérez, de 46, en Caracas, una ciudad que el viernes en la tarde tenía el ambiente de un domingo al final del día. “No hay que perder la esperanza”, recordaba las promesas recibidas. “Se suponía que hoy era el día... Es más de lo mismo”.

Se ríe con frustración y admite: “Hay un aire de decepción”. Pero para Alejandro Pérez aún había esperanza. Esperaba “que se imponga la verdad” y, pese a lo vivido en los últimos años, decía: “Yo no pierdo los ánimos”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, reconoció como una preocupación que, si aumentaban las sanciones a Venezuela en el ámbito energético, se abriría una rendija para el petróleo iraní. Por eso, defendió su decisión del viernes de no incrementar el castigo.

Al ser preguntado por las críticas que ha recibido de que las sanciones no dieron los resultados esperados, Biden respondió que todavía se estaba midiendo el posible impacto de hacer y si, ante las restricciones, podría ser reemplazado por el crudo de Irán o de otros.

Edmundo González difunde un mensaje a través de X, antes Twitter, después de que la oposición admitiera que no regresaría el viernes a Venezuela, en el que asegura que mantiene sus planes de asumir el poder con un “ingreso seguro, en el momento propicio” para hacer valer los votos que recibió en las urnas.

“Lograremos entrar a Venezuela y le pondremos fin a esta tragedia”, asegura.

A su vez, reconociéndose como comandante en jefe de la Fuerza Armada, dijo: “Ordeno al alto mando militar desconocer órdenes ilegales que sean dadas por quienes confiscan el poder y preparen las condiciones de seguridad para asumir el cargo de presidente de la República”.

El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil informa que la frontera entre ese país y Venezuela “fue cerrada por las autoridades venezolanas”.

Agrega que “la decisión fue tomada de forma independiente por el país vecino”.

Venezuela también suspendió por 72 horas el tráfico aéreo con Colombia y cerró la frontera terrestre con ese país antes de la asunción de Nicolás Maduro para un tercer mandato.

Horas después de la asunción presidencial de Nicolás Maduro, Argentina vuelve a reconocer al opositor Edmundo González como el “legítimo presidente electo” de Venezuela y expresa su más enérgica condena al gobierno venezolano.

En un comunicado, la cancillería argentina señala que “mediante el uso de las fuerzas militares y grupos paramilitares” Maduro se ha perpetuado ilegítimamente en el poder “sometiendo a su pueblo con prácticas sistemáticas de tortura, persecución y represión”.

La cancillería recordó además la situación del gendarme (policía de fronteras) argentino Nahuel Gallo, quien permanece detenido en ese país desde el 8 de diciembre sin que el gobierno de Maduro haya informado cuál es su paradero. Las autoridades acusan al agente de acciones terroristas.

“Este caso también pone de manifiesto el carácter de Maduro como un incesante embustero, que distorsiona los hechos para encubrir sus crímenes y perpetuar un relato falso ante la comunidad internacional”, dice la cancillería, que anunció que ampliará las denuncias contra Maduro en instancias internacionales.

El gobierno de Chile rechaza la controvertida investidura en Venezuela del presidente Nicolás Maduro, la que considera “desprovista de toda legitimidad democrática”.

A través de un comunicado, la Cancillería “reitera su posición en cuanto a que el pueblo venezolano tenga el derecho a decidir su propio destino” y califica de “fraudulento” el proceso electoral del 28 de julio de 2024 que proclamó a Maduro como ganador para un tercer mandato.

“El gobierno de Chile condena el aumento de la represión y persecución política en Venezuela y exige el pleno respeto de los derechos humanos y el restablecimiento de un orden democrático y de las libertades fundamentales de su pueblo”, subraya la nota.

Con una movilización de vehículos escasa y numerosos comercios cerrados se mantiene virtualmente paralizada la capital venezolana en el día que el presidente Nicolas Maduro renovó por seis años más su mandato.

Edmundo González, que dejó Venezuela para exiliarse en España en septiembre después de que un juez emitiera una orden de arresto en su contra, no regresó del exilio antes de la investidura como había ofrecido, lo que alimentó el anhelo de cambio político en este país sudamericano.

“Se ve gente como con guayabo (resaca)”, dijo Luis Carlos Moreno, un pintor y albañil de 55 años, en alusión al ánimo que exhiben los pocos transeúntes que se ven en las principales avenidas de Caracas.

“Hay que esperar a la próxima semana para ver cómo marchan las cosas... Si se activa todo, cuando todo el mundo salga a trabajar y los muchachos vayan a la escuela”, comentó Moreno, quien contó que esta semana le cancelaron las dos citas que tenían para pintar y arreglar la pared de un baño por la cautela de sus clientes ante la posibilidad de disturbios.

Los centros educativos, en tanto, suspendieron las clases jueves y viernes por razones de seguridad y la ausencia de estudiantes el miércoles, primer día de clase tras las fiestas decembrinas.

En un video difundido en la red social Instagram, la líder opositora María Corina Machado dice que “hoy 10 de enero (Nicolás) Maduro consolida un golpe de Estado. Frente a los venezolanos y frente al mundo decidió cruzar la raya roja que oficializa la violación a la Constitución”.

A su vez sostiene que Edmundo González irá a Venezuela para juramentarse como presidente “en el momento correcto, cuando las condiciones sean las adecuadas”.

Machado anticipó que a partir de ahora “arreciará aun más la presión hasta hacerle entender a Maduro que esto se acabó”. Varios países anunciaron sanciones contra funcionarios venezolanos luego de que Maduro asumió un tercer mandato y Estados Unidos elevó la recompensa por información que conduzca al arresto del mandatario.

El presidente Nicolás Maduro tendrá por delante el reto de aliviar una prolongada crisis económica que no parece tener fin.

La escasez de productos y la inflación descontrolada, que caracterizaron la mayor parte de los 11 años de presidencia de Maduro han desaparecido, pero hoy el venezolano promedio soporta a un salario mínimo mensual de menos de tres dólares, el suministro irregular de combustible y un sistema de educación pública deficiente, entre otros problemas.

Al mismo tiempo, unos pocos afortunados con vínculos con el presidente izquierdista y sus aliados se benefician de trabajos y contratos que les permiten un muy buen vivir.

Esa desigualdad es de esperar que aumente a medida que el gobierno venezolano continúa luchando con una economía dependiente del petróleo paralizada por la limitada producción de crudo, la corrupción, la mala gestión, las sanciones económicas, el acceso al crédito firmemente restringido y la falta de inversión privada.

Antes de las elecciones, los votantes venezolanos dijeron repetidamente que ellos o sus seres queridos emigrarían si Maduro permanecía en el poder. Bajo su mandato, más de 7,7 millones de venezolanos ya han abandonado su país en busca de mejores condiciones de vida.

Justo después de tomar posesión para un tercer mandato de seis años, el presidente Maduro se desplazó al Fuerte Tiuna, la mayor instalación castrense del país, donde asiste a un acto para el “reconocimiento y reafirmación de lealtad” de las Fuerzas Armadas.

“Defenderemos a la nación contra cualquier amenaza interna o externa, obedeceremos el mandato popular expresado el pasado 28 de julio de 2024 en elecciones libres... y reconocemos y reafirmamos lealtad y subordinación absoluta” a Maduro, dijo durante el acto el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

Los militares son uno de los principales soportes de Maduro. Adversarios del mandatario han intentado por años sin éxito conseguir el apoyo de los militares para obligar a Maduro a separarse del poder.

Los militares también han ejercido el control sobre sectores importantes de la economía venezolana, empresas estatales y cargos de ministros en sectores considerados estratégicos.

La última vez que se vio a Edmundo González públicamente fue el jueves para una breve conferencia de prensa en República Dominicana. Después de eso, desapareció del ojo público.

Su esposa fue vista el viernes en el hotel donde se alojan en el país caribeño, pero el líder opositor no ha vuelto a salir.

El hotel de la capital dominicana permanecía rodeado de fuerte seguridad el viernes mientras periodistas esperaban tener alguna información sobre González.

El opositor había prometido regresar a Caracas para asumir el poder el viernes, pero el mismo jueves ya matizó sus palabras diciéndole a sus seguidores que se verían “muy pronto”.

El expresidente mexicano Felipe Calderón, que viajó a República Dominicana en respaldo de González junto con otros líderes latinoamericanos, anunció el viernes por la mañana que habría una conferencia de prensa sobre el líder opositor. Por la tarde, aún no se había celebrado la rueda de prensa.

Poco después de la asunción de Nicolás Maduro para un tercer mandato de seis años, Canadá anuncia que ha impuesto nuevas sanciones contra más de una docena de venezolanos.

El país norteamericano toma la medida en virtud del “Reglamento de Medidas Económicas Especiales” para Venezuela, dijo un comunicado oficial.

Las sanciones “van dirigidas a 14 altos funcionarios actuales y anteriores del gobierno venezolano que han participado en actividades que han apoyado directa o indirectamente violaciones de los derechos humanos en Venezuela” tras “la elección ilegítima” de Maduro en julio de 2024, señaló el comunicado que da cuenta de la decisión.

Con las nuevas sanciones anunciadas— que no fueron detalladas— Canadá ha impuesto este tipo medidas a un total de 131 venezolanos en los últimos años.

En una barriada cercana a la Asamblea Nacional, donde el presidente Nicolás Maduro fue investido para un tercer mandato de seis años en Venezuela, la gente tocó cacerolas desde sus apartamentos en rechazo a la continuidad del mandatario en el poder.

El ruido de protesta, no obstante, cesó rápidamente al paso de numerosos motorizados pro-oficialistas. “Se escuchó cacerolas, pero no duró mucho; hay miedo, nadie quiere estar en la mira del gobierno”, dijo José Escalante, de 63 años, que estaba sentado junto a un amigo conversando a las puertas de un edificio del centro de Caracas.

También se reportaron cacerolazos en el próspero municipio capitalino Chacao, bastión de la oposición.

Muchos tienen aún vivo el recuerdo de las protestas en rechazo a la proclamación de Maduro como ganador del año pasado, en las que fueron detenidas más de 2.000 personas. Aunque el gobierno anunció en semanas recientes la liberación de 1.515 detenidos, la organización no gubernamental Foro Penal afirma que continúan en las cárceles unas 1.697 personas por “motivos políticos”. Se desconoce el paradero de 38, según cifras publicadas el jueves por la ONG.

Al ser preguntada sobre la detención temporal de la líder opositora venezolana María Corina Machado, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó el viernes que estaba en contra de que se criminalice a la oposición política, aunque indicó que hay que esperar a que Machado informe sobre lo ocurrido el jueves al salir de las protestas para saber exactamente lo que pasó.

Sheinbaum dijo en su conferencia matutina que “nosotros nunca hemos estado a favor pues de la criminalización de la oposición política. No estamos de acuerdo con ello, claro que respetamos evidentemente la soberanía de los pueblos”.

Sobre la postura de México ante la crisis venezolana, la mandataria expresó que “defendemos nuestra política exterior de la soberanía del pueblo venezolano. Ellos son los que tienen que decidir. No tiene que haber una intervención de ninguna manera, sino decida el pueblo de Venezuela”.

El Reino Unido impone sanciones a 15 altos funcionarios venezolanos y califica de ilegítima la asunción presidencial de Nicolás Maduro.

Entre los afectados por las prohibiciones de viajar y el congelamiento de activos se encuentran varios jueces del máximo tribunal de Venezuela, altos funcionarios del Consejo Electoral y el comandante de las Fuerzas Armadas.

El gobierno británico dice que las elecciones de julio en Venezuela estuvieron empañadas por “importantes irregularidades y falta de transparencia”.

El Secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, sostiene que “la pretensión de poder de Nicolás Maduro es fraudulenta. El resultado de las elecciones de julio no fue ni libre ni justo y su régimen no representa la voluntad del pueblo venezolano”.

“Las sanciones de hoy envían un mensaje claro”, afirma Lammy. “El Reino Unido no se quedará impasible mientras Maduro continúa oprimiendo, socavando la democracia y cometiendo atroces violaciones de derechos humanos”.

Tras la ceremonia de investidura, la Unión Europea consideró en una declaración oficial que sin las actas de votación que respalden su alegada victoria, Maduro “carece de la legitimidad” de un presidente elegido democráticamente. A su juicio, las autoridades venezolanas, perdieron la oportunidad de respetar la “voluntad del pueblo” y garantizar una transición democrática.

La Unión Europea también adoptó poco antes de la investidura un nuevo paquete de sanciones contra 15 personas por “socavar la democracia” o los derechos humanos en Venezuela, entre ellos la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). La revocación de las sanciones, condicionó la UE, dependerá de “avances tangibles” en materia de derechos humanos y un diálogo para una transición democrática.

La Plataforma Unitaria, la coalición de partidos opositores con la que Edmundo González concurrió a las pasadas elecciones del 2024, denuncia que Nicolás Maduro usurpó ilegalmente el poder y que sigue “en lucha” por la libertad de Venezuela.

“Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro...apoyado por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio, se ha consumado un golpe de Estado en contra de los derechos del pueblo”, dijo la plataforma opositora en un comunicado.

El dirigente izquierdista asume un tercer mandato consecutivo a pesar de las pruebas creíbles presentadas por la oposición de que su contrincante Edmundo González ganó las elecciones del 28 de julio y luego de las protestas callejeras de la víspera encabezadas por María Corina Machado, la mayor referente de la oposición.

Los opositores afirmaron que González es quien debió ser juramentado como presidente de Venezuela y anunciaron “una nueva etapa en la lucha por la libertad...hasta que se respete la constitución nacional y en especial la soberanía popular”.

González, quien dejó Venezuela para exiliarse en España, es reconocido como presidente electo por Estados Unidos, varios países de la región y organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos.

El gobierno peruano de la mandataria Dina Boluarte reiteró el viernes que no reconoce como presidente de Venezuela a Nicolás Maduro, sino al opositor Edmundo González.

“Perú apoya decididamente y exige de inmediato la recuperación de la institucionalidad democrática a través de un proceso de transición pacífica que respete la legitima voluntad del pueblo venezolano”, añadió en un comunicado difundido en las redes sociales de la oficina presidencial.

El gobierno peruano, que mantiene rotas sus relaciones diplomáticas con Venezuela desde julio, también exigió que se respeten los derechos de la comunidad peruana en Venezuela y que se liberen de inmediato a “los ciudadanos peruanos que se encuentran injustamente detenidos”.

Nicolás Maduro se colocó el viernes la banda presidencial por tercera vez en una ceremonia precedida por amplios cuestionamientos a su victoria electoral.

Sin evidencias que muestren que ganó las elecciones de julio del año pasado —aunque han pasado más de cinco meses desde la votación—, el presidente venezolano tiene ante sí el reto más difícil hasta la fecha: enfrentar a una oposición organizada encabezada por Edmundo González, que ha mostrado pruebas creíbles de haber cosechado en las urnas una ventaja de 2 a 1 frente a Maduro.

Justo durante la investidura de Nicolás Maduro para un tercer mandato en Venezuela, la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense anunció sanciones a ocho funcionarios venezolanos que lideran agencias económicas y de seguridad como un “mensaje de solidaridad al pueblo venezolano” y un intento por elevar la presión sobre Maduro.

También elevó la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro a hasta 25 millones de dólares, así como de su ministro del Interior y de Justicia, Diosdado Cabello, y agregó una nueva recompensa de hasta 15 millones de dólares por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

Varios países de América Latina se han pronunciado para reconocer o respaldar al líder opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela frente a los resultados de las elecciones anunciados oficialmente el año pasado que dieron por ganador a Nicolás Maduro.

Los comicios de julio de 2024 en Venezuela fueron ampliamente cuestionados a nivel internacional por Estados Unidos, la Unión Europea y organismos como la Organización de los Estados Americanos, que señalaron falta de transparencia y de verificación independiente de los resultados.

Tanto Maduro como la oposición reclamaron para sí la victoria electoral. Más de cinco meses después de la votación, la autoridad electoral sigue sin publicar las actas.

Maduro asumió el viernes un tercer mandato a pesar de evidencias creíbles de que González ganó las elecciones.

“He jurado con la fuerza y el compromiso demostrado de todos estos años de lucha”, dice Nicolás Maduro tras la ceremonia de asunción en la Asamblea Nacional en Caracas. Agrega que están presentes delegaciones de más de 120 países de las que no señala los rangos de sus representantes.

Los únicos mandatarios visibles en el acto son el cubano Miguel Díaz-Canel y el nicaragüense Daniel Ortega.

“Que nadie se confunda con el pueblo de Venezuela… dije que iba a haber paz y habrá paz”, agrega Maduro.

El líder izquierdista prestó juramento a pesar de evidencias creíbles presentadas por la oposición de que su rival Edmundo González ganó las elecciones del año pasado con abultada ventaja.

Maduro renovó hasta 2031 su periodo de gobierno en un acto que se adelantó por más de una hora frente a la programación prevista y en el que estuvieron ausentes la mayoría de los mandatarios de la región.

“Había que jurar ante la Asamblea Nacional y como siempre lo hemos hecho, hemos cumplido con esta Constitución”, pronunció Maduro en su discurso, pese a los duros cuestionamientos que ha enfrentado por la falta de transparencia y de verificación de los resultados de la votación de 2024.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llegó el viernes por la mañana a Caracas donde participó de la juramentación de Nicolás Maduro, según una imagen difundida por el portal oficial Cubadebate.

El gobernante cubano calificó de “hermano” a su par venezolano en su cuenta de X, antes Twitter, donde además defendió la victoria electoral de Maduro pese a la falta de evidencias: “Venimos a acompañar, en la hora de su juramento, al legítimo presidente de este país, que es cuna del independentismo en Nuestra América”.

Simpatizantes del presidente Nicolás Maduro celebran la toma de posesión de su tercer mandato consecutivo hasta 2031.

“Hemos vencido al imperio (Estados Unidos) y sus conspiraciones, el pueblo está claro, Maduro es garantía de paz y independencia”, dijo Alejandra Linares, una estudiante de 23 años, en medio de una multitud concentrada en las inmediaciones de la Asamblea Nacional para manifestar su respaldo al mandatario.

El líder izquierdista prestó juramento a pesar de evidencias creíbles de que su oponente Edmundo González ganó las elecciones del 28 de julio.

“Hoy venimos en defensa de la paz a apoyar a nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro con mucha alegría y mucha emoción que nos caracteriza a los venezolanos,” dice Sabrina Sucre, que viajó desde la costa con sus compañeras pescadoras.

Muchos de los partidarios de Maduro gritan "¡Vamos Nico” y portan gorras rojas, color distintivo del oficialismo, en las que se lee “yo juro con Maduro”.

“Ante esta magna Asamblea Nacional... ante el pueblo de Venezuela, juro”, dice Nicolás Maduro al prestar juramento como presidente por otros seis años a pesar de evidencias creíbles de que su oponente Edmundo González ganó las últimas elecciones.

Sus partidarios presentes en la sede del Legislativo respondieron gritando “lo juro” y estallaron en vítores cuando terminó la ceremonia.

Nicolás Maduro llega a la sede de la Asamblea Nacional en Caracas para prestar juramento y asumir un tercer mandato a pesar de evidencias creíbles de que su oponente Edmundo González ganó las últimas elecciones.

El mandatario aparece acompañado de su esposa Cilia Flores y el ministro del Interior, Diosdado Cabello, entre otros funcionarios.

A pocas horas de que Nicolás Maduro asuma un tercer mandato en Venezuela, el silencio rodea al líder opositor Edmundo González, quien se considera legítimo presidente electo.

El exdiplomático de 75 años había manifestado su intención de presentarse en la investidura presidencial para jurar el cargo, pero no ha explicado cómo piensa hacerlo ni cuáles son sus planes al llegar.

El jueves dijo a sus seguidores que los vería “muy pronto” durante su visita a República Dominicana, donde se reunió con el presidente Luis Abinader en el marco de una gira por la región para recabar apoyo a su intención de asumir el poder en Venezuela.

González, cuya candidatura fue incentivada por la líder opositora María Corina Machado, es reconocido como presidente electo por varios gobiernos tras mostrar pruebas creíbles de su victoria en las elecciones y dejó Venezuela para exiliarse en España.

Cadetes militares están formados frente a la Asamblea Nacional de Venezuela, que está fuertemente custodiada por policías, militares y agentes de inteligencia. En las calles adyacentes y en una plaza cercana la gente, muchos con camisetas a favor de Nicolás Maduro, ya se están reuniendo. También hay hileras de baños portátiles en las aceras.

Las autoridades aeronáuticas venezolanas anuncian la suspensión de los vuelos entre Venezuela y Colombia, país con el que comparte 2.200 kilómetros de frontera, hasta el 13 de enero.

La medida fue establecida mediante un aviso a aviadores que restringe las operaciones hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, la principal terminal aérea que sirve a la ciudad de Caracas. La suspensión se produce en momentos en que el excandidato presidencial opositor Edmundo González ha prometido regresar al país para juramentarse como presidente.

Previamente se había cerrado la frontera terrestre entre ambos países.

González, que regresó el fin de semana pasado a América Latina desde su exilio en Madrid , es reconocido como presidente electo por Estados Unidos, varios países de la región y organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos, tras presentar pruebas creíbles de su victoria frente a Maduro.

El opositor no ha ofrecido detalles de cómo pretende ingresar al país para presentarse en la investidura.

Freddy Bernal, gobernador del estado occidental de Táchira y cercano colaborador de Maduro, anunció que siguiendo instrucciones del mandatario se adoptó el cierres de las frontera terrestre en respuesta a informaciones que manejan las autoridades sobre una supuesta “conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos y en especial, esta zona de frontera”.

A través de sus redes sociales, Bernal pidió comprensión a los pobladores, empresarios y todo aquel que circula a diario en la frontera común, destacando que el objetivo es “garantizar la tranquilidad y el orden en nuestra nación”.

Cientos de agentes de seguridad están desplegados en los alrededores de la Asamblea Nacional de Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro se apresta a jurar un nuevo mandato hasta 2031 pese a las pruebas creíbles de que su contrincante Edmundo González ganó las elecciones de 2024.

Los uniformados, con los rostros cubiertos y portando armas largas, detienen a los conductores para revisar sus vehículos y sus documentos en los puestos de control, muchos de ellos dispuestos desde principios de año.

Pocas personas caminan por las calles y escasea el transporte público. Las principales avenidas de Caracas que conducen al centro, sede los poderes públicos en Venezuela, están bloqueadas, lo que impide el acceso a los alrededores del Palacio Legislativo.

El tercer mandato de Maduro extenderá la denominada revolución socialista de Venezuela ideada por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) en medio de quejas generalizadas de que ha despojado a Venezuela de sus últimos vestigios de democracia. Maduro asumió la presidencia en 2013.

El presidente Nicolás Maduro extenderá su régimen cada vez más represivo sobre Venezuela hasta 2031 cuando tome posesión el viernes, a pesar de evidencias creíbles de que su oponente Edmundo González ganó las últimas elecciones y tras las protestas contra su plan para un tercer mandato de seis años.

El revuelo previo a la toma de posesión de Maduro se suma a la letanía de acusaciones de fraude electoral y a una represión brutal para silenciar la disidencia.

Las autoridades electorales leales al partido gobernante declararon ganador a Maduro horas después de que cerraran las urnas el 28 de julio, pero a diferencia de en comicios presidenciales anteriores, no ofrecieron el conteo detallado los de votos. La oposición, por su parte, recopiló actas de más del 80% de las máquinas de votación electrónica, las publicó en internet y aseguró que demuestran que González recibió el doble de votos que Maduro.

El inicio del próximo mandato presidencial en Venezuela está previsto para el viernes, cuando el Congreso controlado por el partido gobernante organice una ceremonia de juramentación para el presidente Nicolás Maduro a pesar de serias dudas sobre la validez de los resultados oficiales de las elecciones.

Se espera que Maduro comience un tercer mandato de seis años en medio de manifestaciones de sus seguidores mientras Edmundo González, reconocido como presidente electo por varios gobiernos tras mostrar pruebas creíbles de su victoria, ha dicho que tiene la intención de estar en Caracas el viernes, pero no ha explicado cómo piensa hacerlo ni cuáles son sus planes al llegar.

“Yo estoy ahora en un lugar seguro y con más determinación que nunca antes de seguir junto a ustedes”, en un mensaje al final del día, la opositora María Corina Machado agradeció a sus seguidores por la jornada de protesta.

Sobre el episodio que enfrentó con las fuerzas del orden venezolanas al salir de la marcha en Caracas sólo dijo que daría explicaciones el viernes, día previsto para la toma de posesión de Nicolás Maduro. “Mañana voy a comunicarles lo ocurrido hoy y lo que viene”.

El presidente ecuatoriano Daniel Noboa, en su cuenta de X, antes Twitter, también criticó al gobierno de Maduro como “una dictadura que ha sembrado muerte y miseria en su propio país”.

Destacó que en Ecuador, cualquier político que defienda, justifique o guarde silencio ante estos actos “no sólo traiciona los valores democráticos, sino que se convierte en cómplice de un sistema que ha causado hambre, desesperación y sufrimiento a millones de personas”.

Añadió que “basta de medias tintas para encubrir” y convocó a que “debemos ser una nación unida, condenando con firmeza y sin ambigüedades a esta dictadura. Los ecuatorianos exigen saber de qué lado de la historia están”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos envió un comunicado en X, antes Twitter, rechazando la situación en Venezuela y recordando al gobierno que la opositora María Corina Machado es beneficiaria de medidas cautelares.

En su comunicado, indicó que “la CIDH condena las persistentes prácticas de terrorismo de Estado en Venezuela”.

Machado reapareció el jueves en público tras casi cinco meses en la clandestinidad. A finales de agosto de 2024 anunció que permanecería en clandestinidad por una investigación de la fiscalía venezolana en su contra por supuesta instigación a la insurrección y traición a la patria, a raíz de las protestas poselectorales del año pasado.

La página de Presidencia en Cuba reitera su posición de apoyo al presidente Maduro, un fuerte aliado político y socio económico de la isla.

“Heredero fiel del legado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, Nicolás Maduro Moros ha demostrado en largos años una inteligencia que ha resistido todo tipo de guerras, y ha ostentado una admirable capacidad para liderar proyectos desde los cuales sea posible renovar las dinámicas de una nación”, escribió la nota de la Presidencia de Cuba, país que siempre reconoció la reelección del mandatario.

El portal además acusó a algunos medios de prensa “hegemónicos” de “satanizar” a Maduro y propiciar “el linchamiento” del modelo político de la revolución bolivariana.

Por el contrario, en las últimas semanas los medios de prensa oficiales cubanos calificaron a González de ser un “lacayo” de los intereses de Estados Unidos.

“Venezuela se encuentra entre los diez países con más riquezas naturales en el mundo; lo malo para el imperio es que esas riquezas no pueden controlarlas a su gusto las transnacionales yanquis”, expresó el periódico oficial Granma el jueves.

Con banderas de Venezuela y México, cientos de personas se congregaron frente a la embajada venezolana en Ciudad de México para apoyar las concentraciones de la oposición que se han multiplicado por distintos puntos del mundo.

Entre gritos de “libertad”, “Edmundo, presidente” o mientras coreaban “el pueblo unido jamás será vencido”, personas de todas las edades quisieron lanzar un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum. En uno de ellos se leía “Entiende, Claudia, México no está con la dictadura”.

“Yo estoy apoyando a los venezolanos porque me da tristeza ver cómo han llegado a mi país en estos últimos años… en una miseria totalmente absoluta”, dijo la mexicana Maria Luisa Reyes, de 63 años.

Aunque tras las elecciones, México insistió en que se hicieran públicas las actas de votación –de las cuales solo la oposición mostró evidencias creíbles que daban la victoria a su candidato—con el paso de los meses ha mostrado una actitud más condescendiente con Maduro, dijo que su gobierno estaba entre los “progresistas” de la región y ha sido uno de los pocos países de la región que anunció el envío de un representante a la toma de Maduro este viernes.

Decenas de personas ocuparon el jueves las calles del centro de Santiago y diversas ciudades de Chile en apoyo al líder opositor venezolano, mientras que el presidente Gabril Boric reafirmó su posición de no reconocer la alegada victoria electoral de Maduro y reprochó la carencia de “libertad” en ese país.

Boric criticó que se persiga a los opositores y cuestionó al gobierno duramente: “Se ha convertido en una dictadura, en una dictadura que, además, se robó las últimas elecciones”, aseguró Boric en un discurso oficial.

En la capital chilena, las calles del Parque Almagro se tiñeron de azul, rojo y amarillo con familias, niños y trabajadores que portaban banderas y pancartas pidiendo la salida de Maduro tras más de una década en el poder.

“Mi esperanza es que mañana nuestro presidente (Edmundo González) pueda asumir las riendas del país”, agregó Genesis Gil, quien vive en Chile desde hace seis años. “Sabemos que no va a ser fácil... porque la dictadura es violenta”.

Después de vivir momentos de tensión ante las versiones contradictorias sobre la detención de la líder opositora María Corina Machado, la capital venezolana recupera su ritmo habitual.

A diferencia de las horas previas, nuevamente se dejaron ver en las calles niños acompañados de sus padres caminando, personas realizando compras de víveres en los escasos comercios que abrieron sus puertas el jueves y un puñado de trabajadores esperando en las paradas de autobús para ir a sus casas.

“No se qué será mañana, pero ahorita todo esta en paz; espero que mañana sea igual”, dijo Fernando Castellano, empleado de una tienda minorista de 21 años, en una de esas paradas.

Aunque en menor número que al comienzo del día, agentes de seguridad armados con fusiles continuaban realizando labores de custodia en calles y avenidas, con controles a conductores para revisar sus documentos en los puestos dispuestos desde principios de año.

Colombia indicó que es posible que haya un cierre de su frontera con Venezuela ante la jornada de asunción presidencial que se avecina, aunque por el momento los puentes internacionales continúan abiertos.

Migración Colombia también señaló que los flujos migratorios han sido los usuales para la época. “No se registran saldos migratorios significativos entre ingresos y salidas que pudieran indicar el advenimiento de un flujo masivo de migrantes, como el que se presentó en 2018-2019", agregó la entidad estatal en un comunicado.

Los mandatarios locales de los departamentos fronterizos han levantado su voz desde hace meses para instar al gobierno nacional a tener un plan en caso de que se registre un aumento del flujo migratorio por la crisis postelectoral en Venezuela. Colombia es el mayor receptor de migrantes venezolanos con más de 2,8 millones de ellos en su territorio, según cifras oficiales.

Cientos de manifestantes venezolanos se reúnen en la capital de Argentina atendiendo los llamados de María Corina Machado y realizan una manifestación contra la toma de posesión del presidente venezolano Nicolás Maduro.

En la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, residentes venezolanos en Argentina piden a Maduro que ceda el poder a Edmundo González.
“Este es el final de la dictadura”, dijo Ayza Silva, una venezolana madre de dos hijos y manifestante en Buenos Aires que huyó de la crisis en Venezuela hace tres años. “Venezuela está en las calles…. Hemos perdido el miedo porque ya nos quitaron todo”.

La oficina del presidente derechista Javier Milei, un feroz crítico de Maduro que recibió al exiliado González en Buenos Aires la semana pasada, emitió un comunicado exigiendo “el fin del régimen socialista” que, según dijo, ha convertido a Venezuela en “un verdadero infierno sobre la Tierra”.

El presidente electo estadounidense Donald Trump dice en un posteo en su red Truth Social que “la activista por la democracia de Venezuela María Corina Machado y el presidente electo González están expresando pacíficamente las voces y voluntad del pueblo venezolano”.

Y agrega junto a fotografías de Machado que “la gran comunidad venezolano-americana en Estados Unidos apoya abrumadoramente una Venezuela libre”.

Minutos después, González le respondió en X, antes Twitter, “gracias, presidente electo, Trump! Los venezolanos sabemos que contamos con su determinación sobre la causa venezolana”.

Ante una multitud que atendía el llamado del oficialismo al este de Caracas, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, negó que fuerzas oficiales detuvieran poco antes a la opositora María Corina Machado y aseguró que “si la decisión fuera detenerla, ya fuera detenida... ya la tenían montada la noticia”.

A juicio de Cabello, la oposición inventó la noticia de su detención para “tapar el desastre de la concentración de ellos”, en referencia a lo que consideró una protesta con escasa afluencia, por lo que “inmediatamente dejaron correr por las redes, que mienten, que fue secuestrada”, dijo ante seguidores que marcharon 14 kilómetros para expresar su respaldo a Maduro.

Cabello aseguró que el viernes “hay fiesta en Venezuela” por la juramentación de Maduro para un tercer periodo presidencial y advirtió a la oposición “si el sector fascista se opone, nos los vamos a llevar por delante, porque este país tendrá paz”.

Machado se ha convertido en el último año en una de las principales amenazas para el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que desmintió haberla detenido tras comparecer ante miles de seguidores convocados contra la toma de posesión presidencial prevista para el viernes.

La exlegisladora no había sido vista en público desde hace casi cinco meses. A finales de agosto de 2024 anunció que permanecería en clandestinidad por una investigación de la fiscalía venezolana en su contra por supuesta instigación a la insurrección y traición a la patria, a raíz de las protestas poselectorales del año pasado.

A pesar de que ella fue inhabilitada para ejercer cargo público por 15 años, por orden de una Contraloría controlada por el gobierno, la exlegisladora de 57 años tuvo un papel preponderante en el pasado proceso electoral venezolano. Impulsó y acompañó la campaña que realizó por todo el país del exembajador Edmundo González, quien fue el candidato de la coalición opositora.

Sus consignas de “libertad” y “hasta el final”, alusivas al cambio total de modelo que promete para Venezuela, retumbaron por todos los rincones de un país acechado por años por una profunda crisis económica y social.

En medio de la denuncia de la detención y posterior liberación de María Corina Machado tras salir de una manifestación en Caracas, el gobierno colombiano expresó su “profunda preocupación y rechazo ante el incremento y la gravedad de las denuncias de violaciones a los derechos humanos” en Venezuela en la víspera de la asunción presidencial.

“Las detenciones de Carlos Correa, Enrique Márquez y el acoso sistemático a líderes opositores, incluyendo a María Corina Machado, llevan al gobierno colombiano a reiterar el llamado a las autoridades venezolanas a que se respeten integralmente sus derechos”, señaló la cancillería colombiana en un comunicado.

Minutos antes, el presidente colombiano Gustavo Petro se pronunció sobre la denunciada detención de Machado asegurando en X, antes Twitter, que se trataba de una “fake news” (noticia falsa).

La oposición venezolana aseguró el jueves que María Corina Machado fue liberada poco después de haber anunciado su detención, mientras que las autoridades negaron que hubiera sido capturada, en un confuso episodio que sucedió a las protestas en Caracas contra la toma de posesión presidencial de Nicolás Maduro.

Según lo anunciado por el comando de campaña opositor, Machado fue interceptada “violentamente” y después detenida a la salida de la concentración en Chacao. Más tarde, después de que el gobierno venezolano negara la detención, el mismo Comando Nacional de Campaña de la líder opositora y de Edmundo González indicó en X, antes Twitter, que fue liberada.

“Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”, indicó el mensaje, publicado después de que circulara una grabación en redes sociales en la que Machado, aparentemente vestida con la misma chaqueta que llevaba al salir de la protesta y sentada en un parque, decía que estaba bien y libre.

El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Freddy Ñañez, catalogó como “una maniobra de la distracción mediática” la supuesta detención de Machado y negó que la líder opositora hubiese sido detenida. “Hace unos minutos la derecha vendió la idea de que MCM (Machado) había sido atacada y detenida por ’motorizados del Régimen. Y en virtud del fracaso del bulo salen ellos mismos a desdecirse”.

El opositor Edmundo González exige la liberación de María Corina Machado, detenida al término de encabezar una manifestación en Caracas en contra del presidente Nicolás Maduro.

“Como presidente electo, exijo la liberación inmediata de María Corina Machado. A los cuerpos de seguridad que la secuestraron les digo: no jueguen con fuego”, dice en su cuenta de X, antes Twitter el opositor, quien se considera legítimo ganador de los comicios.

El comando de campaña de Machado dijo que “fue violentamente interceptada a su salida de la concentración en Chacao”. Agregó que “efectivos del régimen dispararon contra las motos que la trasladaban”.