Licencia social para operar en minería - Adaptarse a un mundo digital
Conectar con las comunidades no es solo una estrategia inteligente, es vital para el futuro de la minería. Estamos en un punto crucial, donde la transición energética demanda impulsar nuevos proyectos. Pero, como sabemos, no basta con desarrollar la infraestructura que soporte la descarbonización de la economía global, sino que la sostenibilidad de las operaciones mineras -y otras industrias- pasa por conseguir la confianza de la comunidad de que podemos operar responsablemente.
Como Valor Estratégico Consultores/ Extend Comunicaciones, seguimos de cerca la cumbre #FT Mining desarrollada en Londres esta semana. Uno de los temas planteados fue cómo ajustar la estrategia para conseguir licencia social para operar, considerando el mundo digital.
Lo esencial sigue siendo conectar, generar una historia compartida, vincularse estrechamente con las comunidades que nos acogen, además de crear programas sociales que hablen el lenguaje de cada comunidad, respondiendo a sus verdaderas necesidades. Sin embargo, en el mundo interconectado actual y atendiendo las necesidades de las nuevas generaciones, las redes sociales son esenciales como canal de comunicación bilateral.
Es importante hablar con claridad de la contribución, pero también sobre los impactos y cómo estos se gestionan, buscando generar confianza desde la transparencia. Para esto, necesitamos un enfoque 360°, que abarque desde redes sociales hasta medios tradicionales y toda el despliegue táctico que permita conectarnos de manera auténtica con todos nuestros stakeholders.
A lo largo de su camino, la industria minera ha aprendido que el relacionamiento y la comunicación no puede limitarse a los territorios inmediatos de la operación. Debemos llegar más lejos, informando y conectando con el mayor número de personas posible, y las redes sociales son clave para lograrlo. Vivimos un tiempo de nuevos riesgos: noticias falsas (fake news) y la desinformación que se distribuyen en tiempo real y alcance ilimitado. Esto requiere respuestas transparentes, rápidas y decisivas.
La reputación de la industria minera depende de la capacidad para educar. Si queremos que la comunidad y las nuevas generaciones valoren lo que se hace, debemos empezar tempranamente, comunicándose en su propio lenguaje y realidad. La educación es confianza, y si hablamos a los jóvenes de manera cercana y auténtica, se estará creando una conexión real y duradera con la minería.