La prosa es la estructura que toma naturalmente el lenguaje para expresar conceptos. Permite presentar un argumento, desarrollar una trama o realizar una descripción, por ejemplo.
Dicha forma no está sujeta a determinadas medidas o cadencias, a diferencia del verso. Por eso el lenguaje prosaico suele definirse por oposición al verso.
Características de la prosa
La prosa, como ya indicamos, carece de métrica, no apela a la rima ni incurre en reiteraciones. De todos modos, cuenta con musicalidad y su cadencia particular.
La organización de las ideas se lleva a cabo en una cadena sintáctica que recibe el nombre de oración. La sucesión de oraciones con coherencia y un sentido compartido, asimismo, permite formar un párrafo.
El vínculo con la poesía
Se conoce como prosa poética a la obra que presenta los mismos elementos que un poema (hablante lírico, actitud lírica, tema y objeto), aunque sin sus elementos formales (como la rima y la métrica).
Este tipo de poemas, por lo tanto, está escrito en prosa, pero se diferencia del relato o del cuento al no tener la narración de hechos como fin, sino que su objetivo es transmitir sensaciones.
Los microrrelatos son los ejemplos más habituales de prosa poética o poesía en prosa, ya que en ellos la intención estética predomina sobre el deseo de narrar. Antonin Artaud y Julio Cortazar son algunos de los autores que se han caracterizado por el desarrollo de la prosa poética.
Tipos de prosa
Habitualmente se distinguen tres tipos de prosa:
- Prosa coloquial: se trata de un discurso no elaborado, expresado principalmente de forma oral.
- Prosa elaborada no literaria: esta definición abarca todas las formas de prosa que, independientemente de su grado de complejidad, no hayan sido creadas con intenciones literarias (como ocurre con la prosa científica, la periodística, la ensayística, la oratoria, la de divulgación y la jurídica).
- Prosa elaborada literaria: toda la prosa artística, sea poética, teatral o narrativa, se incluye en esta clasificación, dado que se crea con intención literaria.
La literatura en el siglo XVI
Es interesante señalar que la prosa del Renacimiento, basándose en los modelos clásicos, presentó más innovaciones que el verso. En un proceso que comenzó por la prosa didáctica y que continuó con la prosa de ficción (más tarde conocida como novela), nuevas ideas se fusionaron con la narración de tradiciones que trascenderían su espacio y su tiempo hasta eternizarse.
Dos elementos característicos de la prosa didáctica son los diálogos (cuando dos o más personajes conversan para intentar persuadir a los demás participantes con la retórica acerca de diversas cuestiones) y los coloquios (que poseen el tono ideal para transmitir enseñanzas de manera atractiva y grandilocuente).
El nivel estético de la prosa del siglo XVI es considerable y esto se debe a que la didáctica de la época demandaba un carácter estrictamente literario. Algunos de los escritores destacados de esta rama fueron Santa Teresa de Jesús y los hermanos Juan y Alfonso de Valdés.
Novelas y prosa de ficción
Dentro de la prosa de ficción del siglo XVI, asimismo, encontramos varios tipos de novela:
- Sentimental: derivada de la tradición medieval, se caracteriza por la intercalación de versos y prosa, en ocasiones con formato epistolar, y con temas amorosos que la relacionan con la poesía cancioneril.
- De caballerías: asociada a dos importantes ciclos franceses, el artúrico (de los caballeros del rey Arturo) y el carolingio (de Carlomagno), se trata de un género que legó a la humanidad casi cien obras.
- Morisca: gracias a «Historia de Abindarráez y la hermosa Jarifa» se difundió un estilo que pretendía aliviar las tensiones existentes entre los moros y los cristianos a través de la idealización de sus relaciones.
- Bizantina: también conocida como griega o de aventuras, narra las dificultades de parejas que deben luchar contra la oposición de sus familias para vivir su amor en libertad.
Por último, cabe destacar la importancia de «El Lazarillo», que dio comienzo a la novela moderna, un tipo de relato que permite la narración de hechos verosímiles con personajes realistas. Hay que mencionar que la interpretación de dicha obra presenta dos polos bien diferenciados: quienes la consideran una burla se oponen claramente a aquellos que la ven como una denuncia social.
Uso coloquial del concepto
En el lenguaje coloquial, se utiliza la noción de prosa para hacer referencia al exceso de palabras para decir cosas poco importantes.
«El Dr. Ramírez es un político de prosa encendida y escasas ideas» y «Basta con la prosa: por favor, resume los principales puntos de tu proyecto» son expresiones que muestran esta acepción del término.
Ejemplos de prosa
Tomemos el caso de una crónica deportiva publicada en un diario. El artículo indica: «Alemania se impuso por 2 a 0 a Bélgica en la final de la Eurocopa y consiguió sumar un nuevo título. El conjunto alemán evidenció un gran nivel a lo largo del torneo y no dejó dudas sobre su supremacía». En otro tramo del texto, se presenta un reportaje al entrenador del equipo, quien expresa su punto de vista sobre el logro. La nota, en definitiva, está desarrollada en prosa.
Si pensamos en grandes obras de la literatura mundial, podemos encontrar un ejemplo de prosa en «Ensayo sobre la ceguera» del portugués José Saramago. Esta novela publicada en 1995 cuenta las vivencias de un grupo de personajes que se enfrentan a una pandemia.
La biografía de un líder político, en tanto, es un ejemplo de prosa de no ficción, al igual que una carta que un hombre envía a su novia. Como puede advertirse, la prosa no se limita a un único género literario o estilo literario e incluso va más allá de la literatura.