A continuación, te explicamos cómo puedes gestionar los niveles de estrés en un entorno profesional a través de una toma de decisiones eficaz.

1 Priorizar tareas

La toma de decisiones eficaz comienza con la priorización de tareas. Al identificar lo que necesita atención inmediata y lo que puede esperar, reduce el caos que contribuye al estrés. Esto significa categorizar sus tareas en función de la urgencia y la importancia. Cuando te enfocas primero en las tareas de alta prioridad, te aseguras de que tu energía se dirija a donde más se necesita, evitando las prisas de última hora que pueden aumentar los niveles de estrés. Recuerda, no todo lo que exige tu atención es importante, y no todo lo que es importante debe hacerse de inmediato.

2 Establecer límites

Establecer límites claros es esencial para el manejo del estrés. Decide cuándo estarás disponible para trabajar y cuándo te desconectarás para recargar energías. Esta decisión por sí sola puede reducir significativamente la presión de estar constantemente "encendido". Es importante comunicar estos límites a los colegas y superiores para gestionar las expectativas. De esta manera, puedes dedicar tus horas de trabajo a ser productivo sin el estrés de una disponibilidad interminable.

3 Delegar de manera efectiva

Delegar tareas es una decisión estratégica que puede ayudar a controlar los niveles de estrés. Reconozca las tareas que puede pasar a otros y elija a la persona adecuada para cada tarea en función de sus habilidades y carga de trabajo. Delegar no solo aligera su carga, sino que también empodera a los miembros de su equipo, fomentando un entorno de trabajo de apoyo. Confiar en otros para que se encarguen de ciertas responsabilidades te permite centrarte en las tareas que requieren tu experiencia específica.

5 Adopte la flexibilidad

La flexibilidad en la toma de decisiones es clave para manejar el estrés. El entorno profesional es dinámico y, a veces, es necesario ajustar las decisiones. Estar abierto al cambio y dispuesto a alterar su curso de acción cuando sale a la luz nueva información puede prevenir la rigidez que a menudo aumenta los niveles de estrés. La flexibilidad le permite responder a los desafíos imprevistos con la cabeza fría, en lugar de entrar en pánico o sentirse atrapado por decisiones anteriores.