¿Cómo se pueden diseñar sistemas optimizados para una baja latencia y una alta disponibilidad?

2 Elegir la arquitectura adecuada

La arquitectura de su sistema es la estructura y organización de alto nivel de sus componentes y cómo interactúan entre sí. En función de sus necesidades, puede optar por diferentes arquitecturas, como monolíticas, microservicios, sin servidor o basadas en eventos. Cada arquitectura tiene sus propias ventajas y desventajas en términos de latencia y disponibilidad. Por ejemplo, los microservicios pueden ofrecer más escalabilidad, tolerancia a errores y modularidad, pero también presentan más complejidad, sobrecarga y desafíos de coordinación.

4 Diseño para el fracaso

Ningún sistema es perfecto y las fallas son inevitables, por lo que es importante diseñar su sistema para fallas. Esto significa anticipar, prevenir, detectar y recuperarse de los errores con gracia. Para hacer esto, debe probar su sistema a fondo y con frecuencia utilizando diferentes métodos y herramientas. Además, es esencial registrar actividades y eventos en formatos estandarizados y estructurados. La depuración debe realizarse de forma eficaz y eficiente con las herramientas y los métodos adecuados, mientras que el control de errores debe realizarse de forma adecuada y elegante con mensajes, códigos y estados claros. Para que el sistema sea tolerante a los errores, utilice técnicas como reintentos, tiempos de espera, disyuntores, mamparos o limitadores de velocidad. Por último, debería ser capaz de recuperarse de forma rápida y sin problemas de los errores mediante copias de seguridad, restauraciones, puntos de control, instantáneas o reversiones.

5 Hazlo simple

El último principio, pero no menos importante, del diseño de sistemas para una baja latencia y alta disponibilidad es mantenerlo simple: como dijo Leonardo da Vinci, la simplicidad es la máxima sofisticación. Un sistema simple es más fácil de entender, mantener y evolucionar, y reduce las posibilidades de errores, fallos y fallas. Para lograr esto, debe usar la modularidad, la reutilización, la legibilidad y la refactorización. La modularidad implica dividir el sistema en módulos más pequeños e independientes con responsabilidades e interfaces claras. La reutilización implica la reutilización de componentes o módulos existentes o el uso de componentes probados de terceros en lugar de reinventar la rueda. La legibilidad implica escribir código y documentación de manera clara y coherente. La refactorización implica refinar y mejorar el código y la documentación con regularidad con técnicas como el cambio de nombre o la extracción. Además, debe eliminar cualquier código o documentación innecesaria u obsoleta.