¿A qué retos se enfrentan los transportistas cuando transportan mercancías perecederas por vía aérea?

1 Envasado y etiquetado

Uno de los principales retos para los transportistas de productos perecederos por vía aérea es garantizar que el embalaje y el etiquetado de sus productos cumplan con los requisitos de las aerolíneas, los países de destino y los clientes. El embalaje y el etiquetado deben proteger los productos de daños físicos, fluctuaciones de temperatura, humedad, contaminación y robo, al tiempo que cumplen con las regulaciones y estándares de las autoridades pertinentes. Los remitentes también deben asegurarse de que el embalaje y el etiquetado proporcionen información clara y precisa sobre el contenido, el origen, el destino, las instrucciones de manipulación y las fechas de caducidad de sus productos.

2 Control de temperatura

Otro reto importante para los transportistas de productos perecederos por vía aérea es mantener la temperatura óptima de sus productos a lo largo de la cadena de suministro. El control de la temperatura es crucial para preservar la calidad, la seguridad y la vida útil de los productos perecederos, especialmente en el caso de artículos sensibles como los alimentos y los productos farmacéuticos. Sin embargo, el control de la temperatura puede ser difícil de lograr en el transporte aéreo, ya que las mercancías pueden estar expuestas a varias zonas de temperatura, desde el almacén de origen hasta la pista del aeropuerto, la bodega de carga del avión, el aeropuerto de destino y el punto de entrega final. Los remitentes deben utilizar embalajes adecuados con temperatura controlada, como cajas isotérmicas, paquetes de gel, hielo seco o contenedores refrigerados, y controlar la temperatura de sus mercancías mediante sensores, registradores de datos o etiquetas RFID.

3 Despacho de aduanas

Un tercer desafío para los transportistas de productos perecederos por vía aérea es garantizar que sus productos pasen por los trámites aduaneros de los países de destino de manera oportuna y eficiente. El despacho de aduanas puede ser un proceso complejo y largo, que implica varios documentos, inspecciones, tarifas e impuestos. El despacho de aduanas también puede variar según el tipo, origen y valor de las mercancías, así como los acuerdos comerciales y las regulaciones de los países de destino. Los remitentes deben conocer los requisitos y procedimientos aduaneros de sus mercados de destino y preparar la documentación y los certificados necesarios con antelación. También deben coordinarse con sus socios logísticos, como agentes de carga, agentes de aduanas y aerolíneas, para facilitar el despacho de aduanas de sus mercancías.

4 Optimización de costes

Un cuarto desafío para los transportistas de productos perecederos por vía aérea es optimizar el costo de su transporte manteniendo la calidad y el nivel de servicio de sus productos. El transporte aéreo suele ser más caro que otros modos de transporte, como el terrestre, el ferroviario o el marítimo, debido a los elevados costes del combustible, las tasas aeroportuarias, los recargos de seguridad y las primas de seguros. El transporte aéreo también puede incurrir en costos adicionales para los transportistas de productos perecederos, como materiales de embalaje, dispositivos de control de temperatura, derechos de aduana y tarifas de eliminación de desechos. Los transportistas deben evaluar las compensaciones entre el costo y el valor de sus productos y elegir la opción de transporte aéreo más adecuada para sus necesidades. También deben negociar con sus socios logísticos, como aerolíneas, agentes de carga y transportistas, para obtener las mejores tarifas y términos para sus envíos.

6 Satisfacción del cliente

Un sexto reto para los transportistas de productos perecederos por vía aérea es garantizar la satisfacción y fidelidad de sus clientes. Los clientes de productos perecederos tienen grandes expectativas y demandas en cuanto a la calidad, seguridad, frescura y puntualidad de sus productos. También buscan transparencia y visibilidad sobre el proceso de transporte y el estado de sus productos. Los transportistas deben cumplir o superar los requisitos y expectativas del cliente y proporcionar servicios de valor añadido, como el seguimiento, la localización, la elaboración de informes y la retroalimentación. También deben establecer y mantener buenas relaciones con sus clientes y atender cualquier queja o reclamación de forma rápida y profesional.