Hoy, que tenía un lío de día, me tomé media hora para leer los dos capítulos finales de "La agonía del eros", de Byung-Chul Hal. Haber introducido el ensayo filosófico en mi día a día me ha permitido profundizar con otra mirada en mi trabajo. Poner el conocimiento por encima de los datos. Dar valor a lo que no es calculable y que complementa la razón. Y finalmente, porque analizar datos sin pensamiento, es lo que hace una calculadora. Y yo no soy una calculadora. Y tus clientes, no son los datos. Vamos a hacer una consultoría más profunda, sobre por qué suceden las cosas, en lugar de quedarnos en lo superficial del hecho.
Hoy, que tenía un lío de día, me tomé media hora para leer los dos capítulos finales de "La agonía del eros", de Byung-Chul Hal. Haber introducido el ensayo filosófico en mi día a día me ha permitido profundizar con otra mirada en mi trabajo. Poner el conocimiento por encima de los datos. Dar valor a lo que no es calculable y que complementa la razón. Y finalmente, porque analizar datos sin pensamiento, es lo que hace una calculadora. Y yo no soy una calculadora. Y tus clientes, no son los datos. Vamos a hacer una consultoría más profunda, sobre por qué suceden las cosas, en lugar de quedarnos en lo superficial del hecho.