Industrias Velasco Cabrera (VECA)

Venimos de semanas que invitan a reflexionar. El cierre de año y el comienzo de uno nuevo es lo que nos traen a todos. Es inevitable… Toca mirar hacia atrás para valorar todo lo que hemos conseguido. Y mirar hacia adelante para pensar en lo que queremos para el próximo año. Nosotros tenemos bastante claros nuestros deseos para 2025: - Seguir contando con la confianza de nuestros clientes. Sin ellos no existiríamos. Sin paños calientes… - Cuidar nuestros valores humanos. Creemos en el potencial de las personas que forman parte de Veca. Y queremos que esos valores sigan más vivos que nunca. - Mantener nuestra cultura empresarial. Esa que nos ha traído hasta aquí y que nos diferencia. - Invertir en formación e información. Aprender siempre, para adaptarnos a lo que viene y estar a la altura de lo que necesitan nuestros clientes. - Entender cada vez mejor las necesidades de quienes confían en nosotros. Porque escuchar y adaptarnos a cada proyecto es lo que hace que sigamos. 2025 será un año de seguir mejorando. Y de trabajar para que estas ideas sean más que deseos: que sean una realidad.

2025 acaba de empezar. Y, como cada año, toca pensar en los pasos que queremos dar en la empresa. Algunas cosas las tenemos claras… - Queremos que Veca siga siendo una empresa más flexible. Que seamos capaces de colaborar con otras empresas y crecer juntas. - Queremos trabajar con ideas nuevas. - Unir nuestra experiencia en el mundo de los puentes grúa con la frescura y la creatividad de nuevas empresas que puedan ayudarnos a mejorar el producto final. Y, sobre todo, queremos que Veca siga siendo una empresa que evoluciona. Que incorpore personas jóvenes con ideas novedosas y con ganas. Son quienes nos abren la mente y tienen muchísimo que aportar. Ese es nuestro objetivo para este 2025: mantenernos abiertos al cambio, colaborando y creciendo. ¿Cuáles son los tuyos?

Este 2024 ha sido intenso. Hemos tenido cambios importantes, muchos de esos que te hacen salir de la zona de confort y replantearte cómo trabajar. Pero hay algo que no cambia: las ganas de ir a más y superarse del equipo. Quiero aprovechar este momento para dar las gracias a cada una de las personas que forman parte de Veca. Porque, aunque los cambios no siempre son fáciles, hemos sabido adaptarnos, trabajar juntos y sacar adelante todo lo que nos hemos propuesto. Y también quiero agradecer a los clientes que han confiado en nosotros para sus proyectos este año. Gracias por dejarnos ser parte de vuestros negocios y por permitirnos demostrar lo que somos capaces de hacer juntos. Seguimos adelante. Juntos, como siempre.

Mover cargas pesadas siempre es complicado. Incluso una carga de 2,5 toneladas (que puede parecer más o menos pequeña), es difícil de manejar en la mayoría de los casos. Y cuando además tienes que hacerlo en espacios pequeños o con accesos engorrosos… La situación se complica. Y mucho. Sobre todo, cuando son elementos voluminosos. En esos casos, no queda otra que planificar bien: - cómo entrar, - qué equipo usar - y cómo hacerlo sin que se convierta en un problema aún más grande. Sinceramente, las soluciones estándar en estas situaciones sirven de poco. Al final, lo importante es resolver la situación de la forma más práctica y sencilla posible. Es la única forma de asegurarnos de que todo funcione como el cliente necesita. Y, para eso, hay que tirar de soluciones a medida como estas que te enseño en la imagen.

A veces, nos llegan clientes que necesitan maquinaria para trasladar cargas pesadas, pero tienen una limitación: Su presupuesto. Por eso, desde hace tiempo, hemos optado por un modelo de fabricación en el que el cliente tiene la opción de decidir si quiere que instalemos nosotros la máquina… O si prefiere hacerlo él mismo. Eso sí, con un empaquetado y unas indicaciones muy precisas que le damos. Un ejemplo es el de este cliente que nos pidió un brazo giratorio mural para sus instalaciones. Decidió que iba a instalarlo él mismo. Así que optamos por un enfoque práctico: Diseñar, fabricar y enviar el equipo para que pudiera montarlo con su propio equipo de trabajo. El proceso fue este: - Diseñamos el brazo giratorio adaptado a sus necesidades. - Lo fabricamos en nuestras instalaciones. - Lo embalamos de manera especial para proteger cada componente. - Lo enviamos junto con planos detallados para su montaje. - El resultado es el que puedes ver en la imagen. Esta opción no solo ahorra costes, sino que da al cliente flexibilidad para adaptarlo a su ritmo de trabajo y a sus recursos.

Puedes pasar por alto las revisiones de tu puente grúa y que parezca que no pasa nada. Hasta que pasa. Porque los problemas en este tipo de máquinas no se dan de un día para otro. Hay pequeños problemas que aparecen y no dan la cara al principio. De ahí la importancia de la prevención. Porque el día que algo falla, la maquinaria se detiene, la producción se para y los costes (de tiempo y dinero) suben como la espuma. Y todo eso por no levantar el teléfono o enviar un mensaje a tiempo. Las revisiones no son solo una obligación. Son la tranquilidad de saber que tus equipos están en perfecto estado para seguir trabajando sin sorpresas desagradables. Si tienes dudas sobre el estado de tus puentes grúa, ponte en contacto con nosotros. Revisarlos es mucho más sencillo que lidiar con las consecuencias de no hacerlo.

No todos los trabajos encajan en un estándar. Y no pasa nada. En nuestro sector, estamos acostumbrados a salirnos de “lo típico”. Al fin y al cabo, cada empresa tiene sus necesidades de carga distintas. Entornos diferentes. Unos más “amigables” y otros más corrosivos. O instalaciones e infraestructuras especiales que requieren adaptaciones ingeniosas. La ingeniería es esto: adaptarse a lo que cada cliente necesita. Ponerle ingenio al asunto para que todo funcione. Por eso, cuando nos encontramos con situaciones fuera de lo común, lo vemos como algo normal. Un ejemplo reciente es esta línea eléctrica para la alimentación de un polipasto de cadena. En este caso, la línea no podía montarse en la parte superior de la viga carril (como sería habitual), porque los refuerzos estructurales no dejaban espacio suficiente. ¿La solución? Instalar carritos especiales en el ala inferior de la carrilera para garantizar un buen funcionamiento. Como siempre explico en casos así (en los que el empresario cree que no habrá solución en su situación)... Las necesidades de cada cliente son únicas. Y aquí estamos para ingeniárnoslas y que todo funcione.

¿Has hecho pruebas de carga a tu puente grúa últimamente? Si la respuesta es no… Deberías planteártelo. Las pruebas de carga no son un trámite más. Es una herramienta imprescindible para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de tus equipos. ¿Por qué son tan importantes? Porque, sin ellas, es imposible estar seguro de que un puente grúa o un equipo de elevación responderán adecuadamente a las exigencias de tu operación diaria. Y no solo hablamos del equipo en sí. También de cómo la estructura que lo soporta responde ante las cargas que debe manejar. ¿Qué puede pasar si no se realizan estas pruebas? Desde comportamientos inesperados del puente grúa hasta deformaciones en la estructura que lo soporta. Y, en el peor de los casos, podríamos hablar de riesgos para la seguridad del personal y de la producción. Nadie quiere llegar a ese punto. En los últimos días, hemos realizado una prueba de carga en una planta termosolar en Extremadura. En este caso, el cliente tenía un puente grúa de 32 toneladas. Así que necesitaba un análisis detallado. Hicimos las pruebas siguiendo la normativa: Al 125% en reposo y al 110% en movimiento. ¿El resultado? Tranquilidad para el cliente hasta siguiente revisión. Saber que todo estaba en orden antes de operar a pleno rendimiento. En resumen: mejor prevenir que lamentar.

En muchos entornos industriales, la necesidad no siempre es mover cargas pesadas. A veces, el quebradero de cabeza es manipular cargas de gran volumen. Y esto, aunque no lo parezca, es complicado. Porque un gran volumen requiere una gran estabilidad y seguridad en cada movimiento. Este es el caso de la empresa a la que hemos diseñado el puente grúa que ves en la foto. ¿Te llama la atención algo? Exacto. Tiene 2 ganchos. Y hay algo que no se ve en la imagen: Los dos ganchos están sincronizados. De esa forma, el puente grúa puede manejar estos volúmenes de carga tan altos con total control y seguridad. El doble gancho sincronizado permite al puente grúa manejar las cargas desde dos puntos de sujeción. Así, garantizamos la estabilidad. Y evitamos movimientos bruscos que puedan poner en riesgo el equipo o al personal. Si necesitas una solución específica para el manejo de cargas voluminosas en tu empresa, envíanos un mensaje privado y hablamos.

¿Cuáles son los mínimos para el mantenimiento preventivo de tu puente grúa? Una de las preguntas que más nos hacen los clientes es: “¿Cada cuánto tiempo debería revisar mis equipos?” Siento dar una respuesta a la gallega (a pesar de ser extremeña): Depende. Verás, el mantenimiento preventivo no es solo para cumplir con la normativa. Que sí, que es imprescindible. Pero míralo de esta forma: Estamos hablando de GARANTIZAR el buen funcionamiento de los equipos para evitar problemas de seguridad para el personal o de parada de la producción. Ojo, que son palabras mayores… ¿Y si nos vamos a lo que dice la ley? Por normativa, la revisión anual es obligatoria. Pero, más allá de eso, hay otros factores que entran en juego para decidir cuándo revisar un puente grúa: PRIMERO: El uso que se le da al equipo. SEGUNDO: El entorno de trabajo. TERCERO: El estado y antigüedad de la máquina. Y aquí es donde entra la importancia de un buen asesoramiento. Porque ya no se trata de hacer la revisión mínima anual. Es posible que tu máquina requiera una revisión cada 6 u 8 meses. Si no lo sabes decidir la frecuencia con la que hacer la revisión de mantenimiento, pregúntanos. Estar informados es la mejor medida preventiva para evitar sorpresas.