Publicación de TRESH

Tonto muy tonto

La verdadera historia del belén (que no la que Vd. cree) - https://lnkd.in/e4a42PTi -             Si hace unos días hablábamos del árbol de navidad (pinche aquí si le interesa el tema), de rigor es que lo hagamos hoy del belén, costumbre, por cierto, tan española, y que debe a España, si no su origen, sí indiscutiblemente su gran expansión por el mundo. Es comúnmente aceptado que el primer belén, nacimiento o pesebre, que de las tres maneras es conocido el fenómeno, se lo debemos a San Francisco de Asís, que lo habría realizado en la navidad de 1223 en la ciudad italiana de Greccio. Ahora bien, en puridad, lo que San Francisco hizo tiene poco que ver con un nacimiento o un belén según lo entendemos hoy, ya que el santo de Asís apenas se limitó a aprovechar la liturgia del día de la navidad, -por cierto, no celebrada por él, que era diácono y no sacerdote-, para realizar una prédica dramatizada, al mismo tiempo que reproducía las condiciones en las que, según la tradición cristiana, nació Jesús, a saber, la fría cueva que Il Poverello ("el pobrecillo", en español)había contemplado en su visita a Tierra Santa el año anterior, un pesebre a modo de altar, y la compañía de un buey y una mula. Y todo ello –esto es importante-, sin representación humana alguna, por lo que de controvertido podía tener en la época representación tal. El conocimiento de los hechos se lo debemos a su seguidor y biógrafo Tommaso da Celano, mientras que el Giotto los inmortalizaba en sus frescos de la basílica de Asís, en los que, sin embargo, junto al buey y la mula se permite la licencia de colocar en los brazos del santo un niño que nunca estuvo presente en la escena. De más no está insistir en que en aquel belén no hubo presencia humana, ni real ni escultórica. Como ve Vd., todo parecido con el belén del que Vd. creía que le iba a hablar yo es pura coincidencia. En pocas palabras, el belén del santo de Asís es una obra de teatro por lo demás incompleta. El belén es una representación escultórica sumamente detallada. Para identificar verdaderamente la tradición del belén, pesebre o nacimiento, hemos de distinguir la confluencia de cuatro elementos muy característicos que le hacen ser lo que es y no otra cosa. 1º.- La representación de los eventos correspondientes a la navidad.              2º.- La materialización de la misma mediante estatuas o figuritas tridimensionales.              3º.- Su exhibición durante la navidad, a modo de celebración, procediendo incluso a desmontarlo una vez celebrado el evento.              4º.- Su desbordamiento de las iglesias para entrar a ocupar un lugar en los hogares de los fieles. Así contemplado, se trata de un proceso largo, en cuya consecución invierte el cristianismo nada menos que diecisiete siglos, los que van del s. II al XVIII. La Virgen con el Niño. Catacumbas de Santa Priscila en ...

¿Onomástico o cumpleaños? Toda Organización debe saber que estas palabras no son sinónimas. Cumpleaños. Aniversario del día en que nació una persona. Aplica a todos. Onomástico. Día de festividad del santo en honor del cual se le puso el nombre a alguien; no aplica a todos los cumpleañeros. La palabra onomástico proviene del verbo griego ὀνομάζω (onomazo), que significa "nombrar" o "asignar nombres", y el sufijo -τικος (-ico en español), que significa "relativo" o "referente a" TUNESE: Asesores en SST. Cursos taller de Manejo de tiempos, Cambio de Hábitos, Manejo defensivo, etc.

𝐄𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝟑𝟏 𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞, 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐟𝐫𝐚𝐜𝐞𝐬, 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞𝐬 𝐲 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬, ¿𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐪𝐮é 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐜𝐞𝐥𝐞𝐛𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨? 🎃 Halloween tiene sus raíces en una antigua celebración celta llamada Samhain, que marcaba el fin de la cosecha 🌱 y el inicio del invierno 🍃 . Los celtas creían que, durante esta fecha, 𝐞𝐥 𝐥í𝐦𝐢𝐭𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐲 𝐞𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐩í𝐫𝐢𝐭𝐮𝐬 𝐬𝐞 𝐯𝐨𝐥𝐯í𝐚 𝐦á𝐬 𝐭𝐞𝐧𝐮𝐞. 👻 Para protegerse de estos seres sobrenaturales, encendían hogueras 🔥 y 𝐮𝐬𝐚𝐛𝐚𝐧 𝐦á𝐬𝐜𝐚𝐫𝐚𝐬 👺, tratando de confundirse con ellos y evitar ser reconocidos. También dejaban 𝐚𝐥𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐚𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐚𝐬 🍭 para apaciguar a los espíritus y evitar que causen problemas. Con el tiempo, cuando el cristianismo se expandió en Europa, la Iglesia ⛪ adoptó y transformó algunas de estas costumbres. En el siglo IX, el Papa Gregorio IV 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢ó 𝐞𝐥 𝐃í𝐚 𝐝𝐞 𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐞𝐥 𝟏 𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 💀 , y la noche anterior comenzó a llamarse “Víspera de Todos los Santos”, o All Hallows' Eve , lo que más tarde se convirtió en 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧. Ahora, entendiendo que solo algunos realizamos una participación activa en dicha celebración sea por nuestros hijos o por las juntas sociales, la pregunta es ¿𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐜𝐞𝐥𝐞𝐛𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐒𝐚𝐦𝐡𝐚𝐢𝐧 𝐨 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐛𝐞𝐧𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐚𝐧í𝐦𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐧𝐞𝐫𝐠é𝐭𝐢𝐜𝐨𝐬? y la respuesta es SI ✨ Aquí te explico algunos aspectos positivos de estas prácticas: 𝐂𝐨𝐧𝐞𝐱𝐢ó𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐜𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥𝐞𝐳𝐚: Esta conmemoración, nativamente marca el cambio de estaciones y nos recuerdan nuestra conexión con los ciclos naturales de la vida. 𝐑𝐞𝐟𝐥𝐞𝐱𝐢ó𝐧 𝐲 𝐜𝐢𝐞𝐫𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐜𝐢𝐜𝐥𝐨𝐬: Samhain y el Día de los Muertos son momentos propicios para honrar a quienes ya no están, reflexionar sobre la vida y la muerte, y cerrar ciclos personales. 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨𝐬: Estas actividades (como el uso de disfraces y el enfrentarse a temas "aterradores") pueden tener un efecto simbólico de liberar miedos inconscientes. Este proceso de “juego” con nuestros temores nos permite verlos desde otra perspectiva, ayudándonos a manejarlos mejor. 𝐏𝐮𝐫𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐲 𝐫𝐞𝐧𝐨𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐞𝐧𝐞𝐫𝐠é𝐭𝐢𝐜𝐚: Tradiciones como las hogueras en Samhain o las velas y luces en Halloween actúan como símbolos de purificación. 𝐅𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬: Celebrar con amigos o familiares crea momentos de conexión y alegría compartida. Esta interacción mejora nuestro ánimo, fortalece nuestros lazos y reduce el estrés. Así que sí, celebrar desde un enfoque consciente puede ser muy beneficioso, no solo para el ánimo, sino también para nuestro equilibrio energético y emocional. 👻

Esto de Higinio Marín sobre el regalo: Hacer presente al otro quién es. Tres magos de Oriente hicieron presente, con sus presentes, quién era Jesús: oro (Rey), incienso (Dios) y mirra (hombre). Regalar es reconocer. Reconocer es dignificar. La epifanía, la manifestación que se hace presente con el presente (con el regalo), da sentido al ofrecimiento en que consiste el regalo: hacer "brillar" la verdad íntima del otro, quién es para nosotros el que lo recibe. De esto, en muy buena medida, va la Navidad, el nacimiento de Jesús (porque el verdadero regalo es Jesús y el que regala es Dios, porque a sus ojos somos lo más importante). Algunos fragmentos de este artículo: "El ofrecimiento y la invitación son el ejercicio más propio de la libertad que suscita y surge de «tener algo que ofrecer». Así que es la abundancia interior –más que la abundancia del patrimonio– la que constituye el núcleo de la liberalidad que hace libres a los hombres y, por tanto, capaces de participar benéficamente en todas las formas de relación con los demás. (...) el sentido originario de la expresión ornato, del latín ornatus, que no es un sobrante decorativo, sino la perfección que trasparenta resplandeciente la realidad de cada cosa (splendor veritatis, decían los clásicos). (...) Esa urdimbre entre adorno, perfección y regalo no solo se pone de manifiesto en el hecho de que los adornos valiosos sean materia preferente de los regalos, sino en que sabe regalar quien saca a la luz la realidad del otro, su pasión dominante, su perfil agraciado, su capacidad sobresaliente, su naturaleza más íntima, en definitiva. O, para decirlo con palabras propias de estas fechas, todo regalo es epifanía, es decir, manifestación y reconocimiento". P.D. Feliz Navidad. https://lnkd.in/dNMY4h-C

Esta semana se celebra el Día de Reyes, en ocasiones dar demasiados regalos puede provocar el "síndrome del niño hiperregalado". Esto ocurre cuando un niño recibe tantos juguetes que se siente abrumado, lo que puede llevar a: Frustración: Al no poder jugar con todo a la vez. Dificultades sociales: Al estar más enfocado en los juguetes que en las relaciones. Problemas de atención: Al distraerse fácilmente con tantos estímulos. ¿Cómo prevenirlo? Establecer límites: Define una cantidad razonable de regalos. Fomentar el valor: Enseña a tu hijo a valorar lo que tiene y a compartir. Organizar: Ayúdale a mantener su espacio ordenado. Buscar ayuda: Si notas signos, consulta a un profesional. Conclusión: El Día de Reyes debe ser una celebración especial, pero el exceso de regalos puede ser perjudicial. Educa a tus hijos sobre el valor de las cosas y disfruta de esta fecha en familia.

¿Una celebración o una oportunidad perdida para la reflexión? 👑 El Día de los Reyes Magos es más que un día festivo. En Puerto Rico, es un pilar cultural. Es un momento para la familia, la tradición y la celebración. Al reunirnos para honrar el viaje de los Reyes Magos, vale la pena preguntarnos: ¿Estamos realmente abrazando el significado más profundo de este día? 🔴 Como muchas festividades, el Día de Reyes se ha vuelto cada vez más comercial. Más enfoque en el materialismo y menos en el significado cultural y espiritual de la festividad. 🔴 Mientras celebramos, ¿con qué frecuencia pensamos en los desechos que generan estas festividades? El papel de regalo, los suministros de fiesta de un solo uso y los regalos desechados a menudo terminan en vertederos, lo que agrava la crisis de desechos existente en Puerto Rico. 🔴 El Día de Reyes simboliza la generosidad, la fe y la comunidad. Sin embargo, ¿cuántas veces aprovechamos este día para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan nuestras comunidades, desde la desigualdad social hasta la degradación ambiental? ¿Qué opinas? #PuertoRico #Tradition #Sustainability #Ambiphy

La verdadera historia del belén (que no la que Vd. cree) - https://lnkd.in/e29BYwnh -             Si hace unos días hablábamos del árbol de navidad (pinche aquí si le interesa el tema), de rigor es que lo hagamos hoy del belén, costumbre, por cierto, tan española, y que debe a España, si no su origen, sí indiscutiblemente su gran expansión por el mundo. Es comúnmente aceptado que el primer belén, nacimiento o pesebre, que de las tres maneras es conocido el fenómeno, se lo debemos a San Francisco de Asís, que lo habría realizado en la navidad de 1223 en la ciudad italiana de Greccio. Ahora bien, en puridad, lo que San Francisco hizo tiene poco que ver con un nacimiento o un belén según lo entendemos hoy, ya que el santo de Asís apenas se limitó a aprovechar la liturgia del día de la navidad, -por cierto, no celebrada por él, que era diácono y no sacerdote-, para realizar una prédica dramatizada, al mismo tiempo que reproducía las condiciones en las que, según la tradición cristiana, nació Jesús, a saber, la fría cueva que Il Poverello ("el pobrecillo", en español)había contemplado en su visita a Tierra Santa el año anterior, un pesebre a modo de altar, y la compañía de un buey y una mula. Y todo ello –esto es importante-, sin representación humana alguna, por lo que de controvertido podía tener en la época representación tal. El conocimiento de los hechos se lo debemos a su seguidor y biógrafo Tommaso da Celano, mientras que el Giotto los inmortalizaba en sus frescos de la basílica de Asís, en los que, sin embargo, junto al buey y la mula se permite la licencia de colocar en los brazos del santo un niño que nunca estuvo presente en la escena. De más no está insistir en que en aquel belén no hubo presencia humana, ni real ni escultórica. Como ve Vd., todo parecido con el belén del que Vd. creía que le iba a hablar yo es pura coincidencia. En pocas palabras, el belén del santo de Asís es una obra de teatro por lo demás incompleta. El belén es una representación escultórica sumamente detallada. Para identificar verdaderamente la tradición del belén, pesebre o nacimiento, hemos de distinguir la confluencia de cuatro elementos muy característicos que le hacen ser lo que es y no otra cosa. 1º.- La representación de los eventos correspondientes a la navidad.              2º.- La materialización de la misma mediante estatuas o figuritas tridimensionales.              3º.- Su exhibición durante la navidad, a modo de celebración, procediendo incluso a desmontarlo una vez celebrado el evento.              4º.- Su desbordamiento de las iglesias para entrar a ocupar un lugar en los hogares de los fieles. Así contemplado, se trata de un proceso largo, en cuya consecución invierte el cristianismo nada menos que diecisiete siglos, los que van del s. II al XVIII. La Virgen con el Niño. Catacumbas de Santa Priscila en ...

5 claves para escribir la carta a los Reyes Magos

FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO Juan Manuel de Prada Al parecer, cada vez hay más gente que, no contenta con la conversión de las fiestas navideñas en una carnavalada consumista, no soporta que se les dirija un exultante «¡Feliz Navidad!» porque lo consideran una violación de su conciencia y una grave falta de respeto. Y, en el colmo del patetismo, proponen como alternativa chusca un «¡Feliz solsticio de invierno!», dicho para más inri con completa seriedad (lo que, sin duda, lo vuelve aún más chusco). Resulta, en verdad, un empeño ridículo, pues la Navidad, por su propia definición, es una fiesta cristiana que conmemora la Encarnación de Dios. De modo que quien no crea en Dios o no crea en su Encarnación tendría que conformarse con no celebrar la fiesta, aprovechando el asueto para el honesto (o deshonesto) esparcimiento. Pero no, señor; en lugar de desentenderse de la Navidad pretenden 'resignificarla' volviendo grotescamente al paganismo, o a la parodia birriosa de paganismo que sus caletres arrasados por un batiburrillo de tópicos imaginan. Este empeño desquiciado de rehabilitar el paganismo está metido en el ADN del mundo moderno y ha propiciado algunos de los momentos más grimosos e hilarantes de la Historia humana. Pensemos, por citar un antecedente 'ilustre', en la creación del calendario napoleónico, que con la excusa de adaptar la medida del tiempo al sistema métrico decimal pretendía suprimir los domingos, borrar de la memoria humana la devoción a los santos, etcétera. O pensemos, por citar un ejemplo más contemporáneo, en la suplantación de las ceremonias asociadas a los sacramentos por bufonadas que producen alipori, como esas bodas civiles en las que la pareja contrayente, nostálgica o envidiosa del rito religioso, solicita al concejal o alguacil que oficia el casamiento que no se limite a leer los artículos preceptivos del Código Civil, sino que los aderece de juramentos plagiados de la liturgia católica, lectura de poemitas cursis, musiquita de órgano y hasta homilías laicas, para que el casorio no quede desangelado y pobretón. Diríase que la religión, al ser expulsada de nuestra vida, hubiese dejado un hondón en el alma expoliada que se necesitase amueblar con burdos sucedáneos. Y diríase también que, entre los negadores epilépticos de la religión, existiese un fondo de nostalgia u orfandad que los impulsa a imitar grotescamente aquello que aborrecen. Pero este traspillado empeño paródico alcanza cimas de alipori insuperables con la Navidad, que no desdeña la sustitución en las felicitaciones postales del motivo iconográfico religioso por garabatos horteras o jeroglíficos; y que alcanza su penoso paroxismo en esa invocación del «solsticio de invierno», acompañada con una matraca irrisoria que nos recuerda que el cristianismo 'recicló' las antiguas fiestas paganas para celebrar la Navidad, como si el cristianismo fuese una urraca necesitada de robar en nidos ajenos. Pero el cristianismo no 'recicló' nada, sino que reconoció...