Los datos que publica hoy El Economista, de ser correctos, que parecen serlo, pese a la opacidad de Hacienda en facilitar información, ponen de manifiesto las diferencias que presenta la Comunidad Autónoma de Cataluña respecto de todas las demás CCAA: recauda más (porque tiene más tributos propios que las demás), aporta menos a la solidaridad interterritorial (porque su saldo neto es menor), pero gasta mucho más que ninguna, todo ello en términos per capita, esto es, en función de la población. No puede sorprendernos, ya sabíamos que gasta sin freno en actividades de mera representación, como las pseudo embajadas en el exterior, que no cubren necesidades materiales de sus ciudadanos, si acaso satisfacen aspiraciones sociales que les llevan a sentirse superiores frente al resto de ciudadanos españoles y a perseverar en su independencia futura. Y, pese a ello, los catalanes no parecen sentirse satisfechos con los servicios que reciben, aunque el gasto del Estado en Cataluña sea superior al de las demás CCAA: sus autopistas son de peaje, rodalies no funciona adecuadamente, tampoco la sanidad, ni la educación, el acceso a la vivienda es imposible, pese al intervencionismo desmedido que practica la Generalitat, las actividades que prestan servicios al turismo son perseguidas y maltratadas, como los propios turistas, en este caso por el Ajuntament, al que le resultan molestos (debe ser porque no hablan catalán), el pequeño comercio se ve obligado a utilizar el catalán, aunque sus clientes no lo hablen, la inversión se retira de Cataluña por la inseguridad jurídica y la inestabilidad institucional, que exige la vuelta obligatoria de las empresas que tuvieron que exiliarse tras los acontecimientos de 2017, y las amenaza con sanciones, … Todo ello es un despropósito. Y para intentar resolver sus problemas solo ven una solución; condonación de la deuda (o lo que es lo mismo, aplaudir los errores que han cometido), una Hacienda catalana (para que nadie impida sus tropelías), un concierto económico a la medida, a imagen del vasco (para no ser solidarios con otros territorios) y una justicia propia (para que no puedan ser juzgados por los delitos que cometan). Y el PSOE y SUMAR defendiendo que son progresistas, como ellos. Quien ha visto aquel PSOE, que modernizó e hizo progresar España en la década de los ‘80, y este, que solo aporta regresividad, desigualdad y autoritarismo en su modo de ¿gobernar?.
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10 mesesCreo que sobramos el resto! Voto porque se haga un referéndum!!