Analista de Mercado en Ofecomes Rabat, perteneciente a la red exterior de la Secretaría de Estado de Comercio de España.
El Eusko Jaurlaritza - Gobierno Vasco ha tanteado a varios actores industriales sin que de momento hayan mostrado un interés real por entrar en Talgo, lo que de momento estaría frenando el plan. Su estrategia contemplaría adquirir una participación de entre el 5% y 10% de Talgo para garantizar cierto apoyo financiero, pero sin intención de gestionar la compañía. El fondo del Gobierno Vasco Finkatuz, diseñado para participar en empresas estratégicas de Euskadi y garantizar su arraigo al territorio, cuenta con un capital de 300 M€ después de que el Gobierno Vasco aprobase en junio una nueva inyección de 40 M€. Sin embargo, lleva sin acometer inversión alguna desde 2022 y sólo tiene invertidos 104 M€ de esos 300, lo que facilitaría su hipotética entrada en Talgo. El valor de mercado de Talgo, l que tiene sedes en Las Matas (Madrid) y Rivabellosa (Álava), ronda los 430 M€, después de que la semana pasada cotizase a cifras del entorno de los 3,40 euros por acción. Son casi 200 millones menos que los 620 millones ofrecidos por el consorcio húngaro Ganz-MaVag, cuya opa fue tumbada por el Gobierno alegando motivos de seguridad nacional. En el caso de que el Ejecutivo de Pradales acometiese la compra de una participación del 10% del capital de Talgo, la aportación a realizar sería de unos 43 M€, un importe asumible dado que todavía tiene disponibles 196 M€. La cifra supondría multiplicar por 2,5 la inversión acometida en CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles), que ascendió a 17 M€ para comprar un 3% , en dos operaciones diferentes, la primera en 2017 y la segunda, en 2022. Además de la inversión en ITP Aero y CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles), el Gobierno Vasco tiene el 7,31% de Kaiku Corporación Alimentaria, que adquirió en 2019 por 6,6 M€. La estrategia de Finkatuz contempla participar en empresas del País Vasco para garantizar que mantengan su arraigo y actúen como tractoras en el tejido productivo de la región. Entre los sectores identificados como "estratégicos" por el IVF se encuentran los de maquinaria, tecnologías electrónicas, transportes y movilidad, todos ellos en los que se podría integrar al fabricante de trenes. Para llevar a cabo la inversión, han de facturar más de 100 M€ y superar los 50 empleados, factores ambos que cumple Talgo. Además, tampoco deben de estar consideradas como "empresas en crisis", una etiqueta de la que Talgo lleva semanas rehuyendo tras fracasar su traspaso a Hungría. Los mensajes emitidos por la compañía en las últimas semanas tratan de expresar que, pese a imposibilidad de elevar el ritmo de fabricación, continúan con su hoja de ruta y los pedidos siguen su curso.
