Publicación de Carlos Artal de Lara

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Managing Director Ayming Spain

Los cambios normativos y de criterio que están afectando a diferentes incentivos a la Innovación, siguen generando en las empresas una inseguridad jurídica que es percibida por las compañías como un riesgo a la hora de apostar por España como país en el que desplegar sus nuevos proyectos.    Ya en nuestro Barómetro Internacional de la Innovación 2024, publicado a finales del año pasado, se daban unas pinceladas de este escenario, ya que ningún país, entre los 17 analizados, incluyera a España entre los principales destinos para realizar actividades de I+D en el próximo año.    Y, sin embargo, no me cansaré de decir que en España HACEMOS INNOVACIÓN, en mayúsculas.  Contamos con un talento indiscutible, infraestructuras sólidas, condiciones territoriales y logísticas favorables que lo posicionan a nuestro país como un lugar propicio para el desarrollo de proyectos innovadores. Además, el sistema de incentivos fiscales a la innovación es muy generoso, lo que brinda un impulso adicional a las empresas que buscan invertir en I+D, el cual se ve apoyado por las buenas perspectivas económicas de crecimiento, fijadas en un crecimiento económico del 1,5% para España en 2024, por encima de la mayoría de los países de Europa. Las compañías necesitan normas claras de 'juego', criterios uniformes y una seguridad jurídica que les permita aprovechar todos los incentivos de los que disponen para seguir ganando competitividad y puedan operar en un entorno donde se fomente la inversión y el desarrollo de proyectos innovadores. 

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