HUMILDAD DESDE LA MÍSTICA: UNO DE LOS PILARES DEL LIDERAZGO UNIVERSITARIO
Más allá de las competencias profesionales, la humildad se erige como un valor fundamental en el liderazgo, que se comprendería como una "soft skill" o destreza blanda.
Un líder universitario puede ser docente, estudiante, miembro de equipo institucional... Son modelos referentes, sobre todo para el alumnado, y también para el resto de la comunidad.
Los místicos, a lo largo de la historia, han destacado la importancia de la humildad, y sus enseñanzas pueden ofrecer valiosas lecciones para los líderes universitarios de hoy; este enfoque contribuiría al desarrollo personal, y también académico, del alumnado.
Santa Teresa de Ávila, una de las grandes místicas de la tradición cristiana, percibía la humildad en copresencia con la verdad, lo que significaba reconocer tanto la grandeza de Dios como nuestra propia pequeñez y limitaciones. En el contexto universitario, un docente que se erija como líder humilde reconoce que siempre hay algo nuevo por aprender, incluso de su propio alumnado. Esta actitud fomenta un ambiente de confianza y respeto, donde todos se sienten valorados y escuchados.
Otro místico reconocido, San Juan de la Cruz, hablaba de la humildad como la base de todas las virtudes. Según él, la humildad nos permite vernos a nosotros mismos con claridad y aceptar nuestras limitaciones. Un líder universitario que practica la humildad está dispuesto a admitir sus errores y aprender de ellos, lo que no solo fortalece su liderazgo, sino que también inspira a su estudiantado a adoptar una mentalidad de crecimiento, colaboración y cambio evolutivo.
La humildad se refleja también en la capacidad del líder para trabajar en equipo. Para el místico sufí Rumi, la humildad constituiría la base de toda grandeza. Así, un líder universitario humilde entiende que el éxito académico y administrativo no es el resultado de esfuerzos individuales, sino de colaboración y apoyo recíproco. La colaboración fortalece la comunidad universitaria, y entrena al alumnado en enfrentar los retos de un futuro puesto laboral con una actitud de cooperación y respeto.
Además, la humildad permite a los líderes universitarios ser más accesibles y cercanos. El estudiantado se siente más cómodo acercándose a un líder que muestra empatía y comprensión, lo que facilita una comunicación abierta y honesta. Esta conexión genuina entre líderes y estudiantes fomenta el bienestar emocional y académico de la comunidad universitaria.
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