Publicación de #conveRHsaciones

📙Diario de un profesional de Recursos Humanos - 05 de noviembre de 2024 - Toca ponerse serios Hoy me he despertado con un sabor amargo. Otro día más viendo cómo las consultoras y los gurús de turno intentan vender recetas mágicas sobre cómo hacer que las empresas sean "más solidarias". Como si la solidaridad fuera un producto que se pudiera comprar en Amazon Prime con entrega en 24 horas. Me duele, me duele profundamente ver cómo hemos permitido que algo tan genuinamente humano como la solidaridad se haya convertido en un PowerPoint de colores, en un KPI más, en una medalla que las empresas se cuelgan en sus memorias anuales. La solidaridad no necesita consultores. No necesita masterclass. No necesita certificaciones ISO. La solidaridad vive -o muere- en el día a día de nuestras organizaciones, en cómo tratamos a las personas que las conforman. En cómo respondemos cuando un compañero está pasando un mal momento. En cómo nos comportamos cuando nadie mira. En cómo actuamos cuando no hay una cámara delante para hacer el video corporativo de turno. Lo más triste es que hemos tenido que esperar a las catástrofes, a los momentos de crisis, para recordar que la solidaridad existe. Como si fuera un extintor que solo usamos en caso de emergencia. Y mientras tanto, hemos dejado que los mercaderes de la RSC colonicen este espacio con sus métricas vacías y sus informes de sostenibilidad que nadie lee. La verdadera solidaridad no se puede medir en un Excel. No se puede plasmar en un informe. No se puede comprar con un presupuesto de RSC. La solidaridad está en María, que se queda dos horas más para ayudar a un compañero que no llega a un deadline. Está en Juan, que cubre a su compañera mientras está de baja por enfermedad. Está en Ana, que enseña pacientemente a los nuevos aunque nadie se lo haya pedido. Y sí, nosotros, los de Recursos Humanos, podemos facilitar que esa solidaridad florezca. Podemos crear espacios donde las personas se sientan seguras para ser generosas. Podemos defender que el primer acto de solidaridad de una empresa es tratar dignamente a su gente. Pero no podemos, ni debemos, intentar manufacturar algo que solo puede nacer de forma espontánea. Quizás sea hora de que dejemos de hablar tanto de RSC y empecemos a hablar más de humanidad. De que dejemos de medir la solidaridad y empecemos a vivirla. De que dejemos de vender humo y empecemos a crear espacios donde las personas puedan ser simplemente... personas. Porque al final del día, una empresa no es solidaria por tener una bonita política de RSC. Es solidaria porque las personas que la forman lo son. Y eso, señores consultores, no se puede comprar con ningún presupuesto. #Diario #RRHH #conveRHsaciones

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