Publicación de Cristina Muñoz Laiño

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Publicidad, Marketing, Comunicación

Últimamente, cuando veo vídeos de eventos a los que (por regla general) se acude para disfrutar, véase conciertos, actuaciones, monólogos, la celebración de la Eurocopa... me planteo muchas preguntas y reflexiono, cada vez más, sobre ello. Todo el mundo saca su móvil para grabar lo que está pasando. No sé si habéis visto la serie Black Mirror, sobre distopías tecnológicas... no hace tantos años que salió y la vi pensando "no llegaremos a eso...". ¿Qué beneficios le aportarán a tanta gente grabar esos momentos? Se me ocurren varios: · Compartirlos con quien no ha podido ir · Volver a verlos · Subirlos a redes sociales Le he preguntado a ChatGPT para saber qué "piensa" y me ofrece alguna más: · FOMO (Fear of Missing Out). · Conservación Cultural. · Interacción Social y Reconocimiento. · Evidencia de Asistencia. · Reventa o Propósito Comercial. A parte de que la reventa sería ilegal, parece que todo gira entorno a lo mismo: reconocimiento social. Porque, seamos sinceros, los vídeos grabados con el móvil son terribles en cuanto a sonido, tendrás cabezas y más móviles tapando la escena, se oirán los comentarios (o canturreos) de la gente de alrededor... ¿Cuánta gente los volverá a ver tantas veces como para que haya valido la pena grabar ese momento en lugar de disfrutarlo en el momento? ¿Hemos pasado a valorar más el reconocimiento social que vivir el presente, disfrutar de lo que estamos viviendo? Cuando no había móviles estaba prohibido filmar o sacar fotografías y ahora ¿qué ha pasado? Cuántas cámaras de carrete se han quedado a las puertas de teatros, salas de conciertos y grandes recintos de espectáculos... Si os apetece, abrimos debate. ¡Os leo!

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