Publicación de Daniel Barco

"se premia en público y se castiga en privado". ¿Y si, a veces, este es un mal consejo? Sobre el castigo. Hoy se habla mucho de no castigar, de celebrar el error como mecanismo para cultivar la seguridad psicológica. Pero, hay cierto tipo de error muy particular que está bien permitir: el error inteligente, según Amy Edmondson (nada menos que la que acuñó el término seguridad psicológica). Cuando un proceso es volátil, incierto, complejo y ambiguo, y estamos dispuestos a aprender de él. Sobre los premios. Cuatro razones por las que no sirven para los propósitos que queremos (de "Punished by Rewards" de Alfie Kohn): - Los premios, paradójicamente, castigan. Sobre todo cuando no los obtenemos, o parece que no los vamos a obtener. - Los premios rompen relaciones, genera envidia hacia los que lo obtienen y nos vuelve dependientes de quienes los otorgan. - Los premios no son racionales, nos saca el foco en la tarea y lo pone en la recompensa. Un premio no necesita explicación y no razonamos ante él. - Los premios aumentan nuestra aversión al riesgo, por lo que tomamos decisiones conservadoras y poco creativas. "Se premia en público y se castiga en privado" No siempre.

El arte perdido de persuadir: cómo Federico Frau convirtió un no rotundos en un sí apasionado. Federico llegó a aquella feria con el corazón cargado de dudas y una carpeta llena de esperanzas. Había estado en escenarios similares antes: citas breves con prospectos que apenas lo escuchaban, clientes que esperaban que terminara su discurso para, con educación o indiferencia, despedirlo y seguir con sus vidas. Pero esta vez era distinto. Había algo en su mirada, en su postura. Llevaba consigo algo más poderoso que su experiencia, más impactante que sus precios. Llevaba una historia que derribaba barreras y una técnica que transformaba objeciones en oportunidades. Y entonces sucedió. Federico se sentó frente a un prospecto típico, de esos que suelen jugar con sus teléfonos mientras el vendedor habla. Pero esta vez, las palabras que salieron de su boca captaron algo más que atención; captaron interés. No habló de tarifas ni de servicios al inicio, sino de algo que resonaba profundamente en quien lo escuchaba: su propia realidad. Narró una historia que reflejaba los dolores, frustraciones y esperanzas de su cliente ideal. Cuando terminó de hablar, no hubo un silencio incómodo ni una excusa para cerrar la reunión. Hubo un destello en los ojos del cliente. Una chispa. Una conexión. Fue el cliente quien sacó su tarjeta y dijo: “Hablemos, pero en serio. Quiero saber más”. Federico había cambiado el juego. Había aprendido que las objeciones no son muros infranqueables; son puertas mal cerradas que se abren con la llave correcta. Entendió que cada cliente tiene una objeción primaria que necesita ser abordada antes de cualquier otra cosa: la falta de tiempo, el miedo al cambio, la necesidad de aprobación de la casa matriz. Federico no solo las reconoció, sino que las anticipó y las derribó con gracia y maestría, todo mientras contaba una historia que mantenía al cliente al borde de su asiento. Lo que antes parecía imposible —que un prospecto mostrara interés genuino y pidiera más tiempo para hablar— se convirtió en su nueva realidad. Federico no cambió solo su discurso; cambió su mentalidad. Hoy es Navidad. Y mientras Federico celebra este nuevo capítulo en su vida, tú también puedes regalarte algo verdaderamente transformador. Las habilidades que él desarrolló no son un secreto guardado bajo llave. Son un arte que puede ser aprendido, practicado y perfeccionado. ¿Te imaginas cómo sería cambiar el juego para tu freight forwarder? No más discursos vacíos. No más rechazos que desgastan. Este es el momento de aprender a persuadir, a comunicar con impacto, a conectar verdaderamente con tu cliente ideal. Toma acción hoy. Escríbeme y te enviaré los detalles de un reto de 12 semanas que transformará para siempre la manera en que comunicas tu valor. Este puede ser el mejor regalo que te hagas a ti mismo y a tu freight forwarder: la habilidad de convertir barreras en puertas abiertas. ¿Te atreves a dar el primer paso?

Sobre la forma de la crítica de don Luis, las disculpas debieran ser para la destinataria de su crítica destemplada y errónea (como él mismo la califica). Estamos de acuerdo en que no es el modo. Consideremos que a diario recibimos más ofensas de gente que ni conocemos y la posibilidad de una disculpa genuina es muy baja o nula. Si don Luis le ofrece disculpas a la destinataria de su crítica, genuinamente y con ánimo de reparar el daño, ojalá sean aceptadas (podría nacer una linda amistad). El resto, nosotros, los demás, no veo cómo podríamos sentirnos afectados u ofendidos. Si las disculpas y su aceptación se producen solo debiésemos alegrarnos por tan noble conducta, seguir el ejemplo y practicarla más, con humildad. En relación al tema que don Luis quiso criticar, no tengo mucha conciencia del momento que el desempeño de nuestra profesión pasó a ser rankeado, como si uno se ganara puntos en una competencia deportiva que le permite escalar en un ranking (en una competencia el premio generalmente es una medalla o un trofeo). No veo cómo una persona, en el desarrollo de la profesión de abogada/o, pueda sentir que es merecedora a una medalla o un trofeo. Es un sentimiento algo infantil ¿Cierto? Tampoco nadie tiene muy claro (con excepción de quienes contratan esos servicios) cómo se elaboran los rankings y su costo. Claro que el ego se infla cuando uno aparece "públicamente" recibiendo reconocimientos (medallas y trofeos). Pero los invito a desinflarlo rápidamente y olvidarse de esas medallas o trofeos, son falsos, son entelequias. Tal vez Matías Muchnick podría ayudarnos a crear un "NotRanking" de abogadas/os (tengo un par de ideas), para que nos olvidemos un rato de los "YesRankings" y, especialmente, para que nuestros clientes entiendan (estoy seguro que ya lo entienden) que ningún ranking, medalla, o trofeo va a reemplazar el conocimiento, la dedicación, el criterio y el compromiso de la persona que se desempeña en una de las profesiones, a mi juicio, más nobles que hay, la de abogada/o, ... Incluso, en muchas ocasiones, podemos actuar como una fiel consejera o un fiel consejero. Uds. saben a qué me refiero ¿Cierto? La magia de esto es que estos talentos pueden estar en cualquier lugar, incluso en un gran estudio de abogados, en una empresa, en un servicio estatal, en la práctica individual, ... en cualquier parte.

Los títulos nobiliarios, los tuyos y los míos. Algunos de nosotros fuimos "obligados" por nuestros padres a ganarnos un título. En algunos casos no importaba si querías ser Doctor, Ingeniero, Licenciado, o alguna otra elegante denominación. Lo que importaba era que lo tuvieras para ponerlo en tus tarjetas de presentación, la puerta de tu oficina, o en donde quisieras. Por ejemplo, se lee muy rimbombante: Ing. Tomás Gálvez, o MsC y MBA Tomás Gálvez, o Tomás Gálvez, MBA, MsC, CPPD y CPhD. Pero como puedes ver, con tal cantidad de títulos mi nombre se perdió. ¿Pero cuál es la razón de tener tal cantidad de títulos? ¿Te sientes más seguro? ¿Te da mayor importancia, y seguridad, ante los demás? ¿O simplemente te gusta ponerlos en tu nombre? Algunos, y con justa razón, estarán pensando: <<Tomás, me costaron muchos años de mi vida ganarme ese título y siempre lo pondré en mi nombre>> Una de mis grandes maestras de Filosofía me contó que el título (cualquiera de ellos) se debía a que como, algunos de nosotros, no venimos de la realeza, y no tenemos algún título heredado, pues teníamos que lograrlo en las Escuelas y Universidades. Por cierto, y hablando de ello, en la nobleza británica existen la alta y la baja. A los de la alta nobleza se les conoce como nobles (obvio) o lores, y poseen títulos como rey, príncipe, duque, marqués, conde, vizconde y barón. Por el contrario, los de la baja nobleza carecen de títulos, y lo máximo que pueden alcanzar es el de “Sir” Si algún día llegará a alcanzar ese grado de baja nobleza (que no creo, al menos que lo compre), así aparecería mi nombre: Sir Tomás Gálvez, MBA, MsC, CPPD y CPhD. ¿En verdad en necesario tal cantidad de títulos? Para mí no. Lo que te describe son tus acciones, lo que has tratado de mejorar, lo que has dejado y lo que quieres dejar para los demás. Un abrazo Tomás Gálvez #personaldevelopment #life #leadership PD: Actualmente la posesión de un título nobiliario no otorga ningún estatuto de privilegio, al tratarse de una distinción meramente honorífica cuyo contenido se agota en el derecho a usarlo y a protegerlo frente a terceros.

Te invito a descubrir lo que muestran los trazos del presidente argentino, Javier Milei! En este video, exploraremos los trazos escriturales del líder político utilizando a la grafología, revelando aspectos de su personalidad. Podremos ver cómo se conectan el estilo de liderazgo y sus decisiones políticas ¿Porque podremos saber esto? Porque la forma de escribir cuenta que es lo que pasa en el interior de quien escribe de una manera rápida, clara y concreta. Podemos reconocer problemas que atentan contra el bienestar y bloquean el avance o crecimiento. Un análisis grafológico entrega Informacion de la mente, del manejo de las emociones, del sistema nervioso, del funcionamiento del aparato locomotor y de las funciones corporales. Acompáñanos en este viaje de descubrimiento mientras desentrañamos los misterios detrás de la escritura y reflexionamos sobre su impacto en la esfera pública. https://lnkd.in/djZAQTtZ

5 cosas que debes hacer cuando te toque la lotería Eres un afortunado y acabas de ganar un gran premio. Sigue estos consejos que te explico y que también sirven si acabas de recibir una herencia o dinero inesperado Piensa fríamente Vale. Te ha tocado. Tranquilo. Tómate un tiempo para asimilar la noticia. No tengas prisa. Un alto porcentaje de los que han tenido esa suerte, al cabo de unos años, acaban quedándose sin fondos y afirman que si pudieran volver atrás se lo tomarían con mucha más calma. Antes de decidir qué hacer con todo que has ganado, lo mejor es contar con un profesional financiero que ayuden a gestionarlo. Elígelo cuidadosamente y podrás disfrutar de tus ganancias durante más tiempo. Saber administrarlo e invertir es la clave. Protege el décimo El consejo estándar que dan los expertos es firmar el reverso de manera que, si los pierdes y lo encuentra otra persona o te lo roban, la firma podría ayudarte a que el premio llegue a la cuenta correcta. Sin embargo, esto es un arma de doble filo, también puede significar renunciar a la protección de tu identidad. Muchos ganadores eligen obtener su premio sin ningún alboroto ni publicidad pero también los hay que deciden revelar su identidad y hablar públicamente sobre su premio. Esto ilustra por qué debes ponerte en contacto con un abogado experimentado antes de hacer cualquier cosa. De cualquier manera, asegúrate de poner el billete ganador en un lugar seguro. No te apresures Protege tu identidad y privacidad. No es muy buena idea empezar a revelar a todo el mundo que has ganado el premio. Ya no solo porque puedan querer aprovecharse de tu nueva fortuna sino porque lo más probable es que te empiecen a salir amigos, conocidos e interesados de todos lados. Probablemente quieras evitar ese tipo de situaciones y mantener el secreto. Además, ya sabemos lo difícil que es decir que no en algunas ocasiones. No se lo cuentes a nadie que no sea de tu círculo más cercano, seguramente acabes cambiando tu número de teléfono o tengas que cambiarte de barrio para que no te aparezcan parientes perdidos. Prepara un presupuesto Si eres un nuevo millonario no estarás acostumbrado a disponer de una gran cantidad de dinero. Establece unos límites, puede que te cueste un poco al inicio, pero a la larga lo agradecerás. Lleva un registro de todos tus gastos en una libreta para que puedas identificar fácilmente si tus finanzas gozan de buena salud o por el contrario están llevándote a la bancarrota. Calcula no solo lo que vas a gastar en tus nuevas adquisiones, también si necesitan mantenimiento y lo que supondrá eso en tu cuenta. Fondo de emergencia Incluso los millonarios pueden llegar a tener problemas financieros. Es de precavidos establecer un fondo de emergencia para tenerlo disponible en caso de necesidad. Es importante asesorarte bien para sacar el mayor beneficio posible al dinero que acabas de ganar y correr los menos riesgos posibles.

A propósito de las premiaciones, un análisis relevante para el camino profesional.

Hermano, tu eres el premio. Nunca olvides tu valor ni dejes que nadie te haga sentir menos. No permitas que ninguna mujer te falte al respeto o te trate de cualquier manera. Eres el arquitecto de tu vida y de tu dignidad, y eso no es negociable. La clave de un hombre de valor está en su capacidad para mantenerse firme, para saber quién es y lo que merece. No necesitas aprobación externa ni aceptación de nadie más para confirmar tu valía. Una mujer que realmente vale la pena respetará el camino que estás construyendo y compartirá tus valores. No es cuestión de arrogancia, sino de respeto propio. Eres el premio, el que aporta dirección, fortaleza y estabilidad. Mantén tus estándares altos, invierte tu tiempo y tu energía en alguien que vea y valore eso, no en alguien que trate de derrumbarlo. No te conformes con menos de lo que mereces, y jamás pierdas de vista tu propósito. Recuerda, cuando tienes un objetivo claro y trabajas en ti mismo, atraerás a personas que respeten y valoren lo que aportas. #YouAreThePrize #HombresDeValor #RespetoPropio #MentalidadFuerte #Autocontrol #ValorMasculino #Enfoque

Si le piden plata para incluirlo en un ranking, por ahí NO es. Hay rankings serios y hay rankings a los que llamamos pay to play. Sepa diferenciarlos y no invierta su presupuesto de mercadeo en lo que no sirve. Los famosos rankings pay to play saben cómo llegarle a sus víctimas. Empiezan la oferta con anzuelos tipo: “¡Felicitaciones! Fuiste reconocido como el mejor abogado en [Inserte aquí cualquier área de práctica que se le ocurra. Para estos rankings usted puede ser el mejor en cualquier cosa, de la noche a la mañana]. Al leer ese correo, usted se ilusiona. Obvio. Pero se pregunta ¿será que de verdad soy el mejor abogado en [cualquier cosa que se le ocurra]? ¿Cómo llegue ahí? ¿Yo apliqué a eso? ¿Soy tan famoso que sin aplicar igual me gané el premio? Ellos saben que el ego es el talón de Aquiles de los abogados, y no hay nada que infle más el ego que los premios. Ego inflado = venta fácil No caiga. No se deje llevar. Pagar por un premio no lo va a llevar a ser el mejor en nada. Por el contrario, usted va a perder plata porque esos rankings no los ve nadie, pero, además, ese mismo correo que recibió usted, también lo recibieron varios colegas más. Esperando a ver quién cae. No solo va a perder plata, va a perder reputación al evidenciar que sus reconocimientos son pagados. Un ranking serio, y que vale la pena, siempre va a tener un proceso de investigación, un equipo, un cuestionario para conocer a su firma, sus casos, su equipo, etc. Pero sobre todas las cosas, y lo más importante de todo: un ranking serio jamás le va a cobrar por darle un premio. Puede que le cobren el perfil. Le cobren por la ceremonia. Le cobren por mil millones de cosas. Pero jamás le van a cobrar por un premio o por estar en el ranking. Ahí está la diferencia. Yo lo entiendo. A mí también me gustaron esos 5 segundos en los que me dijeron que era de las mejores 10 emprendedoras de Colombia. Fue lindo mientras duró.