"TODOS ZURDOS", CLAVE PARA UN DISCURSO POLÍTICO
Todos zurdos. En plural y masculino. Como una sentencia fatal nos caen las expresiones de desprecio porque decimos lo que pensamos y vivimos según nuestras propias elecciones y convicciones. Si estudiamos ciencias sociales, somos mujeres y/o formamos parte del colectivo LGTBIQ, somos periodistas con sentido crítico, somos artistas, somos científicos o científicas, somos intelectuales, somos defensores y defensoras de la educación pública y los derechos humanos y participamos de movilizaciones de protesta, somos integrantes de organizaciones sociales y pretendemos que el Estado nos garantice derechos y nos proteja, somos unos malditos comunistas. Ya durante la campaña electoral del año pasado, el mileísmo supo dar cuenta de su cosmovisión beligerante mientras hacía explotar bombas en cada uno de los tópicos de un consenso social básico. Y ahora no hace otra cosa que ponerla en práctica de la forma más macartista posible. A la par de detenciones en cárceles de personas que se manifiestan legítimamente en las calles, se reiteran las sistemáticas agresiones verbales a través de redes sociales por parte del propio presidente de la Nación y sus alfiles de penosa e insustancial base teórica y política, aquellos que deambulan por algunos medios de comunicación.
Todas estas conductas se corresponden con un discurso político que, como tal, construye sentido y realidad mediante símbolos (la motosierra o la licuadora). Es decir, las palabras hacen. Son praxis. Si algo sabe interpelar con suma eficacia es un mensaje fascista porque ancla en la rabia, en el odio, en la virulencia, en la ofensa, en la cólera. Y de esa manera, el imaginario social se retroalimenta en no muchas concepciones (“yo pago impuestos y no quiero que me corten la calle, que vayan a trabajar”) y, a diario, estamos en estado permanente de solidaridad hacia los grupos o personas agredidas. Consecuentemente, esta discursividad se muestra desaprensiva frente al dolor ajeno, en tanto y en cuanto el concepto de libertad es individualista. (En el posteo de Facebook se encuentra el texto completo).