Hace unos días, mientras estaba en mi pueblo, acudí a uno de los bares que frecuento habitualmente. Por lo visto, me vieron acercarme y cuando llegué a la barra ya tenía mi café con leche puesto allí. Como cliente, esto es algo que te gusta porque demuestra que te conocen, que saben tus gustos y te lo tienen todo preparado para que ni siquiera tengas que esperar. Es algo que hacen algunos bares. El problema es que esa mañana ya me había tomado 3 cafés y, además, hacía bastante calor, por lo que les dije que no quería un café con leche sino una Coca-Cola. El camarero pareció un poco contrariado, quitó la taza de la barra y me sirvió lo que le había pedido. Es una situación incómoda y a muchas personas les sabe mal decir algo porque entienden que en el bar lo han hecho con toda la buena intención del mundo, por lo que se toman lo que les hayan servido... aunque no fuera lo que querían. Yo lo he hecho durante mucho tiempo. Pero hace años que decidí que no. No hablo solo de esta situación concreta, sino de trabajar la asertividad. Es decir, la defensa firme de tus intereses sin ofender o resultar agresivo. Es una excelente idea esforzarte por demostrar a tus clientes que para ti son especiales, que te conocen, que se interesan por ti y tus gustos, que no eres un cualquiera que entra a ese bar... Pero, del mismo modo, alguien que trabaje en hostelería debe saber que este tipo de situaciones se pueden producir y que quizá provoquen incomodidad al cliente. El punto intermedio es preguntarle al cliente en cuanto entre por la puerta (y, por supuesto, dirigiéndote a él por su nombre) si quiere su café con leche o si te pone "lo de siempre". De este modo, haces sentir al cliente que es especial, mantienes ese reconocimiento de fidelidad a tu bar pero no le pones en ningún compromiso si ese día le apetece pedir otra cosa. Un error que solemos cometer los que no tenemos un bar pero negociamos con clientes es tratar de acabar sus frases antes de que las digan. Así, nos parece que demostramos empatía y que el cliente verá que le entendemos a él y su situación... Y puede funcionar. Hasta que te adelantas demasiado y lo que dices no coincide con lo que él quería expresar. Acabando la frase como quería hacerlo antes de que le interrumpieras, él se siente incómodo y tú te das cuenta que has hecho el ridículo. Seguro que te han pasado o se te ocurren situaciones similares en tu negocio. La solución es buscar el punto intermedio donde demuestres lo que quieres demostrar pero sin provocar equívocos incómodos para todos. #marketing #copywriting #ventas #negocio #estrategia #contenido
Ferran Gómez Olivencia O sea, hasta te ponen un vigía y luego les haces el feo. Muy mal... 😂
Silencio + parafrasear > completar la frase
Copywriting | Marketing | Diseño | Escribo para que vendas. No tienes por qué creerme, te lo puedo demostrar.
9 mesesEn el bar donde como con mi padre al menos una veza la semana siempre me abrían la coca-cola zero y me ponían la ensala de primero. A veces me tocaba tomármela sin querer y otras veces les decía que hoy quería otra cosa. Así, alternando 😂 Ahora ya me preguntan ¿ensalada como siempre o prefieres otra cosa hoy? Y lo de acabar las frases...lo hago a veces, aunque estoy intentando interrumpir menos de forma más consciente.