Publicación de Fundación Iberoamericana de Salud Pública

#DataFISP | Blanqueamiento dental El blanqueamiento dental es uno de los procedimientos más buscados para mejorar la estética de la sonrisa. Según la odontóloga Camila Denughes, este tratamiento se basa en una reacción de óxido-reducción que actúa dentro de la pieza dentaria, específicamente en la dentina, donde se acumulan los pigmentos. “El agente de oxidación suele ser peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, mientras que el reductor es la molécula del pigmento", explica. Existen dos tipos de blanqueamiento profesional: el que se realiza en el consultorio, utilizando geles aclarantes de alta concentración en sesiones de aproximadamente 40 minutos, y el ambulatorio, que implica el uso de placas personalizadas con un agente aclarante durante 15 días. Ambos métodos ofrecen resultados similares, y su efecto puede durar hasta un año, dependiendo de los hábitos del paciente. “El primer paso es hacer un diagnóstico clínico para evaluar las expectativas del paciente y descartar problemas como sensibilidad extrema o retracción de encías, que podrían requerir tratamiento previo”, destaca Denughes. La odontóloga remarca que el blanqueamiento profesional no raya ni daña el esmalte, ya que actúa de manera intrínseca. Sin embargo, advierte sobre los riesgos de los tratamientos caseros: “El carbón activado, por ejemplo, es abrasivo y daña el esmalte, generando más problemas a largo plazo”. Antes de realizar un blanqueamiento dental, es fundamental consultar con un profesional. Un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado garantizarán resultados seguros y duraderos, cuidando la salud de tu sonrisa. ▶️ Mirá el informe completo en nuestro canal de YouTube FispTV y no te olvides de suscribirte:

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