Publicación de Gabriela Caguana

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Master en Utilización Pedagógica de TIC

En un futuro donde los estudiantes son protagonistas de su propio aprendizaje, las pedagogías emergentes como el Flipped Classroom y el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) ofrecen oportunidades valiosas para crear experiencias educativas significativas y personalizadas. He implementado el modelo Flipped Classroom en mis clases, pero he encontrado que el compromiso de los estudiantes para revisar el contenido en casa es un desafío significativo. Muchos de ellos luchan con la gestión del tiempo y la organización de sus actividades fuera del aula, lo que limita el potencial de esta metodología. Por otro lado, el ABP ha demostrado ser más efectivo en mi experiencia. En una asignatura de innovación, las estudiantes de Educación Inicial pudieron aplicar conocimientos teóricos para resolver problemas cotidianos, lo que resultó en un aprendizaje más profundo y significativo. Este enfoque no solo fomenta la aplicación práctica del conocimiento, sino que también promueve la interacción social, un elemento crucial en ambos modelos pedagógicos. Sin embargo, la interacción social también presenta limitaciones. Muchos estudiantes, especialmente los más jóvenes, tienden a trabajar con sus equipos habituales, lo que puede resultar en una participación desigual. Para fomentar una colaboración más equitativa, es fundamental diseñar actividades que promuevan la inclusión y la participación activa de todos los integrantes del grupo. #UNAE #Posgrados #MaestríaenTecnologíaeInnovaciónEducativa #FormaciónDocente

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Lucy, su análisis sobre la implementación del modelo Flipped Classroom y el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es muy pertinente. Ha identificado con precisión los desafíos inherentes a estas pedagogías y ha propuesto soluciones prácticas. Respecto al Flipped Classroom, la cuestión del compromiso estudiantil fuera del aula es un tema recurrente. Para optimizar la efectividad de esta estrategia, es fundamental explorar acciones que promuevan la autonomía y la responsabilidad del alumnado. La implementación de microaprendizajes, la gamificación y la personalización de los contenidos pueden ser herramientas valiosas para fomentar un aprendizaje más activo y significativo. En cuanto al ABP, la equidad en la colaboración grupal es un aspecto crucial. Diseñar actividades que promuevan la participación activa de todos los miembros del equipo y establecer criterios de evaluación claros y transparentes son elementos clave para garantizar que todos los estudiantes se beneficien de esta metodología. Propongo que profundicemos en la integración de las tecnologías digitales. Las herramientas colaborativas y los recursos multimedia pueden enriquecer significativamente las experiencias de aprendizaje.

Jaime Iván Ullauri Ullauri

DOCENTE INVESTIGADOR UNAE. DR. EN PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

1 mes

Estimada Gabriela, su experiencia es bastante enriquecedora, el implementar la Flipped Classroom y el ABP en clases, y es valioso, y sobre todo es fundamental reconocer los desafíos y buenas prácticas que vamos encontrando. La experiencia con el ABP, en particular, muestra el impacto positivo de conectar el conocimiento teórico con la resolución de problemas reales, que se traduce en conocimiento práctico, promoviendo un aprendizaje más profundo. Además, al abordar la interacción social en el contexto educativo tanto presencial como virtual, necesita de la definición de estrategias para asegurar una participación equitativa. 

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