Publicación de Instituto Six Sigma Chile (ISSCh)

Las personas y el mejoramiento Six Sigma   El Six Sigma, como estrategia de mejoramiento, habitualmente se impone objetivos exigentes relacionados con la Satisfacción del Cliente, vital para la viabilidad de la organización en el largo plazo, la Reducción de Defectos, con la consiguiente reducción de costos, también importante para la organización y finalmente objetivos relacionados con la Reducción de los Ciclos de los Procesos, también muy importante para los Clientes.   Sin embargo, existe un aspecto que habitualmente recibe poca atención entre los beneficios del Six Sigma: los beneficios que obtienen los empleados de las organizaciones que adoptan esta estrategia. Para alcanzar los objetivos descritos anteriormente, Six Sigma se enfoca en estudiar los procesos con el propósito de hacerlos más directos, sencillos, inteligentes y alineados con los aspectos verdaderamente relevantes. Este enfoque no solo optimiza los resultados para la organización y los clientes, sino que también facilita el trabajo de los empleados, reduciendo la complejidad innecesaria y promoviendo un entorno laboral más eficiente y satisfactorio. Simultáneamente, se analizan los riesgos asociados a los procesos y se diseñan estrategias de mitigación efectivas. También se redefinen las relaciones con los proveedores clave, con el objetivo de mejorar la fluidez de los procesos. Además, la capacitación se vuelve más asertiva, empoderando a los empleados en la gestión de sus procesos y fomentando una mayor comprensión de su impacto en los resultados organizacionales. El resultado de estas acciones es significativo: los trabajos se vuelven más predecibles, lo que reduce los niveles de estrés; los empleados experimentan un mayor orgullo por lo que hacen; los niveles de esfuerzo disminuyen, mientras que la productividad aumenta.

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