Sorpresita a primera hora de la mañana del último día previo a las vacaciones. Una vez hechos los trámites con el seguro, me espera media horita en el taller, así que aprovecho para reflexionar a partir de lo que ha ocurrido (un suceso que se escapa de mi control).
En todo en la vida, pero también en el entorno profesional, es esencial distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no. Enfocar nuestros esfuerzos en los problemas que sí podemos resolver no solo optimiza nuestra productividad, sino que también fomenta un ambiente de trabajo más armonioso y colaborativo.
Podemos controlar nuestras acciones, nuestra actitud, y la calidad de nuestro trabajo. Estos son aspectos que están bajo nuestra responsabilidad y donde podemos hacer la diferencia. Al centrar nuestra energía en mejorar nuestras habilidades, gestionar nuestro tiempo eficientemente y mantener una actitud positiva, nos convertimos en agentes de cambio dentro de nuestra organización.
Pero siempre habrá factores externos que no podremos controlar, como las decisiones de terceros, las condiciones del mercado o el comportamiento de nuestros compañeros. O que te revienten la matrícula delantera del coche.
Es vital aceptar estos elementos como parte del entorno y no como obstáculos insuperables. La clave está en adaptarse y encontrar formas de trabajar en armonía con estas variables, en lugar de gastar tiempo y energía en frustrarse por ellas.
En lugar de buscar culpables, deberíamos centrarnos en la solución de problemas. La culpa genera un ambiente tóxico y desmotiva a los equipos. En cambio, un enfoque en la resolución colaborativa de problemas fortalece las relaciones y mejora la dinámica del equipo. Cuando surge un desafío, lo más productivo es trabajar juntos para encontrar una solución, aprendiendo del proceso y fortaleciendo el equipo en el camino.
En conclusión, creo que el éxito en el entorno profesional depende de nuestra capacidad para concentrarnos en lo que podemos controlar y manejar adecuadamente lo que no podemos. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestro desempeño individual, sino que también contribuimos a crear un entorno de trabajo más positivo y eficiente. Dejar de lado las culpas y centrarnos en soluciones es el camino hacia un equipo más fuerte y un ambiente laboral más saludable.
Bueno, felices vacaciones a todos. Y espero que sepais valorar las pequeñas cosas, como por ejemplo tener la matrícula delantera de vuestro coche intacta! 😉
Mathematical Engineer in Data Science #STEM
1 mesPower automate? 😉