Competencia, riesgo y la receta del éxito: lecciones desde el fútbol y la gastronomía peruana
Hace años, el campeonato nacional de fútbol en Perú era sencillo y directo: el mejor del año ganaba tras dos rondas claras. Con el tiempo, llegaron las liguillas, los playoffs y el formato de clausura-apertura, ideas que, lejos de añadir valor, terminaron diluyendo la esencia de la competencia.
En Europa, los campeonatos mantienen su estructura tradicional, como lo fue nuestro recordado Descentralizado, y eso fomenta una verdadera competitividad.
En el ámbito empresarial peruano, el riesgo se percibe casi como un enemigo. “Suficiente riesgo es estar en Perú”, se escucha en reuniones, mientras se exige al Estado excepciones tributarias como incentivos; los resultados no son competitivos, y los que son con certeza vienen de inversión foránea.
En el fútbol ocurre algo peor: se invierten millones en plantillas mediocres, se contratan entrenadores extranjeros de dudosa calidad y se acostumbra al hincha a aceptar lo mínimo, pagando caro por ello. Nunca se arriesga por una estrella, una promesa de proyección, o invertir en las divisiones menores y pocas veces en técnicos transformadores.
El Hincha es quien paga vía el consumo televisivo, las apuestas o las entradas, todo ello por un fútbol sin calidad.
La gastronomía peruana, en cambio, nos muestra otro camino: diversidad, inversión, creatividad y audacia. Esos ingredientes nos han hecho campeones del mundo.
El fútbol tiene la receta para mejorar. Si no se aplica, es porque resulta más rentable regalar boletos de avión o entradas para la selección que invertir en verdadera calidad y visión a largo plazo.
Nota al pie.- Alianza acaba de contratar a un técnico experto en luchar por la baja ¿no son dos subcampeonatos consecutivos a estadio lleno suficientes?. Un abrazo a mis colegas blanquiazules, alguna vez quisiera verlos disfrutar…muchos se lo merecen…es sencillo retornar al modelo Alianza Lima 2017.
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