Publicación de Jose Guarnizo

Quan les organitzacions són conscients, que tenint visió de futur poden crear un present exponencial al futur, quan els líders aparquen els seus egos, estableixen espais per compartir informació i la comuniquen per alentar a l'organització al valor de les persones i no només al "cortoplacismo", llavors seran flexibles, adaptables i sobrevivirán als constants canvis que hi ha i continuaran venint. Gràcies per aquest artícle Xavier Ferràs que reflecteix malauradament la realitat de molts líders i organotzacions.

El talento requiere espacio organizativo para crecer.

Excelente artículo que muestra uno de los mayores problemas de las organizaciones humanas del siglo XXI y principalmente, de nuestra Administración Pública, así como de las estructuras de gobierno de nuestro país

Excelente artículo de Xavier Ferràs. Dos dimensiones de la gestión: 1) El gobierno de los países, dependiente de los ciclos electorales de 4 años. Pocos líderes políticos toman decisiones impopulares, a pesar de ser muchas veces claramente beneficiosas. Lo ocurrido y lo no ocurrido en el desastre de Valencia estos días es un ejemplo. 2) El gobierno de las empresas. El aprendizaje de autores como Clayton Christensen (siempre que puedo recomiendo su libro Competing Against Luck) es simplemente esencial. Es urgente incluir en la evaluación de riesgos, que preceptivamente debe hacer el Consejo de Administración, la detección del cortoplacismo en sus consejeros y en el equipo ejecutivo. Es uno de los riesgos menos analizados y más dañinos para que las organizaciones perduren. ¡Cómo me acuerdo de Uralita! Que pasó de ser una empresa centenaria del IBEX hace 30 años a estar hoy extinguida, como resultado del desastroso enfoque cortoplacista traído por los cambios de liderazgo producidos en el año 2002. Un claro ejemplo del mensaje de Xavier Ferràs

Cuando el Liderazgo Falla: Lecciones de Humildad y Crecimiento Ser líder no es solo un título, una posición de poder o una responsabilidad formal. Ser líder implica, ante todo, un compromiso genuino con uno mismo y con los demás. Sin embargo, todos hemos visto —y quizás vivido en carne propia— momentos en los que el liderazgo fracasa. No es algo que podamos ignorar ni evitar. Es un recordatorio de que, como humanos, también somos imperfectos, y esas imperfecciones, a veces, pueden tener un impacto significativo en las personas que confiaron en nosotros. ¿Por qué fracasa el liderazgo? A menudo, los motivos son más profundos de lo que parecen. La falta de autoconocimiento, la resistencia al cambio, el ego que nos hace olvidar nuestra humildad, el miedo a fallar… todos ellos se convierten en barreras que nos alejan del propósito fundamental de guiar. Y cuando un líder falla, no es solo un fracaso profesional; es un momento de autoevaluación que duele, pero que, si se afronta con humildad, puede ser una de las lecciones más poderosas. He aprendido que un verdadero líder no es aquel que nunca tropieza, sino el que reconoce sus errores y asume la responsabilidad de sus decisiones, especialmente cuando los resultados no son los esperados. No es fácil; requiere valentía para admitir fallos frente a los demás, abrirse a las críticas y comprometerse a crecer. A veces, eso implica escuchar más de lo que hablamos, darle espacio a nuestro equipo para brillar y aprender a estar ahí para ellos, incluso en nuestros momentos de inseguridad. El fracaso en el liderazgo no tiene que ser un fin, sino un nuevo comienzo. Cada tropiezo es una oportunidad para entender que ser líder no significa tener todas las respuestas ni estar siempre en control. Implica recordar que estamos al servicio de los demás, que nuestro papel es potenciar a quienes nos rodean y que no estamos solos en el camino. La humildad y la empatía son las verdaderas raíces de un liderazgo genuino. Hoy, quiero compartir esta reflexión contigo: si has sentido que has fallado como líder, recuerda que no estás solo. Todos hemos estado allí. Lo importante es lo que decides hacer después. Permítete ser vulnerable, permite que el aprendizaje te transforme, y vuelve a levantarte, más humano y más fuerte. Porque, al final, el liderazgo auténtico es ese que abraza sus caídas, se nutre de ellas y sigue adelante, con una renovada visión y un compromiso inquebrantable con el equipo que confía en él. #liderarte #dalelavueltaalatortilla

Estamos viendo muchos ejemplos últimamente de este tipo de management.

¿Qué clase de “empresa” es España? ¿Qué clase de liderazgo ejerce nuestra clase política? Gracias a Xavier Ferràs por el lúcido análisis, y a Iñaki Bustinduy por compartirlo

Muy interesante artículo

La distinción entre poder y fuerza del Dr. Hawkins nos ofrece una hoja de ruta valiosa para los líderes empresariales que buscan no solo el éxito superficial, sino una transformación genuina. Al actuar desde el auténtico poder, los líderes pueden inspirar a sus equipos, fomentar la innovación y construir organizaciones que trasciendan los límites preestablecidos.

A veces creo que no encuentro las palabras adecuadas para expresar lo que las organizaciones pierden por no considerar el factor #ErrorHumano en sus equipos de trabajo, y como el identificar y gestionar estos conceptos puede hacer sus operaciones más productivas y eficientes. En industrias “duras” como las extractivas, Oil&Gas, Minería y otras industrias de alto riesgo muchas veces los líderes están encajonados en lo meramente técnico sin entender que detrás de las posiciones operativas están #SeresHumanos afectados por una serie de #PrecursoresdeError que muchas veces terminan siendo en su mayoría organizacionales. El desafío actual y futuro de las organizaciones será encontrar líderes con alto valor de comprensión de estos aspectos para conducir el destino de los equipos de trabajo para un mismo fin de la organización, #ProductividadSostenible.