EL SILBADOR, EL ALCORNOQUE MAS GRANDE , VIEJO Y PRODUCTIVO DEL MUNDO UNA MARAVILLA.
Plantado en 1783, ha sido despojado de su corteza más de veinte veces, y en cada saca da casi tanto corcho como un alcornoque normal en toda su vida.
Ganador de un récord Guinness, se lo conoce como el alcornoque Silbador (o sobreiro Assobiador, en portugués) por el sonido de los innumerables pájaros que hacen vida en sus ramas.
Se encuentra en una pequeña localidad portuguesa llamada Águas de Moura, a orillas del río Sado, y como todos los alcornoques, se descorcha cada nueve años. En 1991 dio 1200 kg de corcho. En 2009, otros 825 kg, el equivalente a 100.000 tapones de botella de vino, cuando un alcornoque promedio produce en nueve años el equivalente a 4000 tapones.
El secreto salta a la vista: su majestuoso tamaño. Portugal es el mayor productor mundial de corcho, y posee un tercio de los alcornoques del mundo, pero el Silbador es especial. Cuenta con 16 metros de altura y un perímetro tan respetable que hacen falta al menos cinco personas para abrazarlo. A sus 237 años, es considerado el alcornoque más grande y viejo del mundo.
Se plantó tres décadas después después del Gran Terremoto de Lisboa, cuando María I reinaba Portugal. Fue descorchado por primera vez en 1820.
En 2018 ganó el premio al Árbol del Año, superando por votación popular a los olmos centenarios de Cabeza de Buey, en Extremadura, y al Viejo de los bosques de Belgorod, un roble ruso.
En Águas de Moura lo llaman “el casamentero” porque dicen que da suerte a cualquiera que se case a su sombra. Si la copa tiene 30 metros de diámetro, te puedes imaginar la sombra.
Los alcornoques son siempre verdes y dan cobijo a muchos animales autóctonos de la Península Ibérica. Uno de esos animales es el lince ibérico, que se encuentra en peligro crítico de extinción y se estima que quedan 150 adultos en estado salvaje. Otros animales en peligro de extinción que residen en los alcornocales son el águila imperial ibérica y la cigüeña negra.
Gracias José Maria