Contratación directa vs. Contratación a través de ETT: ¿Cuál es la mejor opción para tu empresa?
La contratación directa implica que la empresa asuma la relación laboral con el trabajador, cubriendo únicamente los costes relacionados con el salario, seguros sociales e impuestos. Por otro lado, con una ETT (Empresa de Trabajo Temporal), la relación laboral se establece entre el trabajador y la ETT, mientras que la empresa usuaria mantiene una relación mercantil con la ETT.
Las empresas recurren a las ETT principalmente por el ahorro de tiempo, ya que estas se encargan de todo el proceso de búsqueda, selección y contratación de talento, además de las tareas administrativas, como el pago de nóminas, altas en la Seguridad Social, entre otros. También es una opción para evitar riesgos, ya que es la propia ETT la que asume responsabilidades como el pago de indemnizaciones por despido o situaciones de absentismo.
Casos ideales para contratar con una ETT:
1️⃣ Necesidad de cubrir un puesto temporal debido a situaciones de producción alta, como picos en Navidad, rebajas o en verano.
2️⃣ Sustituciones o bajas laborales (interinidad).
3️⃣ Necesidad de acceder a perfiles profesionales específicos sin contar con un departamento interno de recursos humanos.
La tarifa que la ETT cobra a la empresa usuaria dependerá de varios factores, como el número de trabajadores, el puesto a cubrir y la duración del contrato.
📝 Recordatorio: el trabajador contratado percibe su salario directamente de la ETT, incluyendo las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF.
La clave está en elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de tu empresa, considerando costes, tiempo y el perfil profesional requerido.
