"SOMOS MÁS": A PROPÓSITO DE UN ARTÍCULO DE MARIO NAPRAVNIK. Da en el clavo Mario Napravnik, gerente general de Rainforest Expeditions, cuando afirma que los peruanos nos hemos acostumbrado a subutilizar los recursos naturales que poseemos, el caso más dramático es sin duda el de la Amazonía, desperdiciando la inmensa oportunidad que existe para usarlos racionalmente y en beneficio principalmente de las poblaciones que viven en sus aledaños. Lo acabo de constatar en Madre de Dios: allí la minería ilegal revirtió los éxitos logrados durante el Operativo Mercurio, del 2019, y las evidencias de su accionar delincuencial se dejan ver por todas partes. Lo mismo podríamos decir del ímpetu que siguen teniendo las actividades vinculadas a la tala ilegal, el narcotráfico y la expansión de la frontera agrícola a toda prisa y a costa de los bosques de la región.
Napravnik es uno de los responsables de una empresa que viene pujando por el desarrollo sostenible de la región desde hace más de treinta años y haciéndolo en base a los tres pilares a los que hace mención en la nota que les dejo: ciencia, innovación y tecnología.
A los casos de empresas, instituciones y personas que incluye entre los actores que continúan empujando el coche del progreso en Madre de podría mencionar, basándome en mi visita, a los compañeros de la Asociación de Agricultores de Primavera Alta y Baja que se dedican a la acuicultura en La Pampa, la meca de la minería ilegal; a los cacaoteros de la Cooperativa Agraria de Servicios Múltiples Tambopata-Candamo que están exportando un recurso muy bien cotizado en los mercados internacionales; a los castañeros de ASCART, la Asociación de Castañeros de la Reserva Nacional Tambopata y Parque Nacional Bahuaja Sonene; a las artesanas de la Asociación Shi’oi, de la comunidad ese’eja de Palma Real que acababan de retornar de la feria Ruraq Maki y, por supuesto, al equipo de guardaparques, o promotores de la conservación como los llaman en Conservación Amazónica - ACCA, que cuidan la Concesión para Conservación Los Amigos, un territorio de más de 140 mil hectáreas de bosques intactos cercados por la minería achorada y la tala ilegal, donde se hace ciencia del más alto nivel.
Todos ellos enfrascados en apuntalar, desde sus trincheras, la ciencia, la tecnología y la innovación en una región donde el abandono estatal y las carencias campean por todos lados. Esos compatriotas, madrediosenses en su mayoría, pero también charapas, pucalpinos, puneños, piuranos, cholos, blanquiñosos, premunidos de un optimismo a prueba de balas, son la garantía que nos queda para cambiar el statu quo vigente por uno que nos permita soñar con una Amazonía que vive de sus recursos naturales y le provee al mundo de los servicios ambientales tan necesarios para enfrentarnos con éxito a la crisis climática y el fin del mundo. Coincido plenamente con Napravnik, #sísepuede, #somosmás.
Director Técnico en Sistemas de Gestión
7 mesesConsidero que se debe trabajar en la causa... no en el remedio... por que no lo hay.... mientras no se elimine la fuente