Confesiones de un senior buscando trabajo
Drama en tres actos. Acto I: Incontables postulaciones que no conducen a nada. Acto II: Para el cargo, se solicitan años de experiencia y conocimientos suficientes para postular. Acto III: Cuento con ellos y aporto incluso ventajas adicionales. Entonces: Cómo termina el tercer Acto? Ya lo anticipé al inicio: es un Drama o una comedia con un final trágico. No esperen mucho ni tan siquiera un "gracias por su postulación". Qué es lo que no se cuenta en esta pieza teatral. Será que mi edad es el filtro para no entrar entre los candidatos al cargo?
Cuándo un tema se analiza y desarrolla desde la frustración o con una visión parcializada, el resultado generalmente produce "ruido". Habrá quienes estén de acuerdo y, por supuesto, también los que no lo estén. Esto, como lo ha popularizado el presidente Milei, es parte de "Viva la Libertad, c...".
Sin asumir una posición política ni filosófica, me siento en la libertad de expresarme en esta plataforma sobre un tema que no parece complicado, pero que sí lo es: Qué debemos hacer personas que como yo, estamos en tiempo de pensionarnos (o de hecho ya lo estamos) y (i) el valor de la jubilación a recibir no cubre los gastos personales y familiares y (ii) contamos con suficiente energía vital, conocimientos y experiencia, para continuar trabajando.
Yo asumí la posición de no quedarme con los brazos cruzados. Entonces, con mucha fe y obvia esperanza, actualicé mi CV y comencé a contactar conocidos y a referidos de éstos. También a buscar en páginas relacionadas con ofertas de empleo. Se imaginan el resultado? Ni tan siquiera agradecieron mi interés. Es más, miré incontables horas de recomendaciones por YouTube que lejos de aportarme algo, me dejaron cansancio y frustrado...
Y no es para menos. Si las estadísticas indican que existe una tasa de X% (por favor, llenar la X con el valor que corresponde a cada país) de la población que no consigue empleo, y que esa población laboral está en el rango etario de 20 a 40 años, qué podemos esperar nosotros que ya contamos con más de 50 y 60 años. De verdad, esto da tristeza y también rabia.
Por eso, quiero elevar mi voz para dejar bien claro que, a pesar de mis 74 años, seguiré dando batalla por mí y para todas esas valiosa mujeres y hombres que todavía pueden aportar al desarrollo de su país y de sí mismos. Al final de cuentas, la mayoría de los fondos pensionales se nutrieron en base al esfuerzo que entregamos en nuestros "años hábiles".
Si podemos seguir trabajando, podemos continuar aportando para que el sistema pensional reciba recursos adicionales que son totalmente necesarios para sostener a aquellos que lamentablemente ya no tienen condiciones físicas y emocionales para trabajar.
Realmente, no es un número de años los que puedan decidir si eres apto o no para un determinado cargo.
Esto no termina aquí. Estaré en contacto.