—Tienes que especializarte, Bosco, encontrar un nicho. Ya existen muchas comunidades y eventos de emprendimiento. Mejor que te centres en un perfil más definido: freelancers, content creators, ecommerce...
—O también podrías crear una comunidad de emprendedores que sea solo de hombres o de mujeres, o de mayores de X años, o de padres, o de nómadas... ¡Así sería más fácil atraer a esos perfiles!
Este sábado vivimos la tercera edición del Encuentro Anual SinOficina, donde más de 150 emprendedores compartimos un día entero para aprender, conectar y disfrutar juntos.
Hubo charlas para creadores de contenido, para freelancers y para tiendas online. Hubo asistentes hombres y mujeres por igual. De 20 años y de 60. Algunos con hijos, algunos sin hijos. Hubo emprendedores que facturan cientos de miles de euros al año y otros que acaban de empezar.
—Pero, Bosco, ¡así no hay manera de encontrar el punto en común!
Cualquiera que asistiese al encuentro y viese emocionarse a 👣 Héctor hablando de Ferozland, comprobase la generosidad de Patricia, la humildad de Pepe o la transparencia de Mila entiende que, más allá de modelos de negocio, género, edad y procedencia, hay un pegamento mucho más fuerte en la comunidad: los valores.
En las charlas del sábado no se habló de lanzamientos de 7 cifras ni de facturaciones millonarias. Pat, Pepe, Mila y Héctor eran inspiración y ejemplo a seguir porque estaban haciendo algo que les apasionaba, porque estaban cumpliendo sueños, causando impacto positivo, cuidando y pasando todo el tiempo que querían con su familia.
No es solo que emprendemos; es por qué emprendemos. Es la manera de entender el éxito. Eso es lo que nos une.