Tecnología de #nanoburbujas en acción y todas sus ventajas en la #acuicultura explicadas en un minuto.
Tres veces más eficiente El pequeño tamaño de las nanoburbujas es un factor clave que las hace tan útiles para oxigenar el agua. Las nanoburbujas tienen alrededor de 100 nanómetros de diámetro, 2.500 veces más pequeñas que un grano de sal. El tamaño le da a las burbujas propiedades que evitan que suban a la superficie, sino que permanezcan y se extiendan por todo el volumen de agua. Una investigación realizada en 2017 en UCLA (Universidad de California) demostró que con la tecnología de nanoburbujas de Moleaer, el 86% del oxígeno suministrado se disolvía en el agua, mientras que los sistemas difusores tradicionales solo lograban el 28%. Otra propiedad de la tecnología de nanoburbujas es que no todas las burbujas de oxígeno se disuelven inmediatamente en el agua. La investigación ha demostrado que las nanoburbujas pueden permanecer en el agua durante varias semanas sin subir a la superficie o colapsar. Así, las burbujas actúan como una reserva para mantener los niveles de oxígeno en el agua a lo largo del tiempo. Por eso, las nanoburbujas aseguran una saturación estable de oxígeno durante los tratamientos de los peces, como el despioje, el transporte o en las jaulas de de producción o acopio antes del procesamiento. Mejora del bienestar de los peces La tecnología también es muy útil para mantener los niveles de oxígeno en toda la jaula, por ejemplo, durante las variaciones estacionales y las caídas repentinas de la saturación de oxígeno. La tecnología de nanoburbujas también ha demostrado ser eficaz para mantener un nivel estable de oxígeno en instalaciones en tierra. El resultado es un mayor bienestar de los peces y una mayor producción.