Publicación de Paulina San Martin Sandoval

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Diseñadora gráfica UI UX | Fullstack JavaScript

Hace poco llamé al servicio al cliente de una marca de especias para poner un reclamo y sugerencia sobre las etiquetas de la soya y la vainilla. Todo comenzó un lluvioso lunes de agosto en el que mi madre estaba cocinando un pollo con verduras salteadas, y para sazonar quería agregar algo de salsa de soya, mas su sorpresa al sentir un peculiar aroma de la olla hizo que revisara la botella y su peor temor sucedió: confundió el extracto de vainilla con la salsa de soya. Afligida intentó restarle el sabor y olor de la esencia, sintiéndose culpable por tal acción. Anteriormente tuvo el problema inverso: cocinando un pastel usó salsa de soya en vez de vainilla, pero a diferencia del pollo, pudo salvar de aquella tragedia su preparación. La culpa la inunda y en calidad de diseñadora respondo: no fue tu culpa. Si observáis las botellas de ambas sustancias la estructura gráfica de sus etiquetas es la misma, teniendo como distinción el nombre del producto y el color de la tapa. Para alguien que cocina con prisa es importante distinguir los productos con una primera impresión. También coincidió que tenía un sticker con el precio tapando el nombre (fatal error por parte del almacenero). Volviendo al punto de inicio: expresé mi molestia por esta situación (tragicómica por cierto) a lo que la ejecutiva amablemente me responde que no era la primera vez que se quejaban por lo mismo: un caballero quería salsa de soya pero compró vainilla en línea basándose en la fotografía. Quedó de comunicarse con el equipo de marketing para diferenciar las etiquetas de ambos productos. Satisfecha le agradezco y cuelgo el teléfono. Hago mis reflexiones con respecto a la situación: mi mamá no leyó el rotulado y tomó la botella porque el líquido le era familiar. Pero desde el punto de vista del diseño este no empatiza con el usuario final, y como una señalización de tránsito, este debe alertar  a simple vista acerca de su contenido y diferenciarse del otro. Dentro del análisis heurístico existe un punto llamado: “Mejor reconocer que memorizar”. El usuario primeramente identifica el envase, mas no su contenido. Ahí debe detenerse a leer la etiqueta para diferenciarlos. Cumple, pero también falta la “prevención de errores” que es alertar en un primer vistazo cuál es la soya y cuál es la vainilla. Cada que nos enfrentamos a un proyecto  debemos cuestionarnos si un diseño es intuitivo y no dar por hecho que el usuario sabrá cómo usarlo, porque, como hemos visto en algunos memes de usabilidad, no lo ocupan como pensamos que lo harán. He ahí también el proceso de iteración para minimizar errores: empatizar con el usuario final. ¿Les ha sucedido algo similar con otro producto? ¡Los leo! #uiux #uxresearch #packaging #disenografico #graphicdesign #userexperience

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Me pasó lo mismo preparando galletas, usé soya en lugar de vainilla.

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