Tanto el PIR como el MPGS me parecen dos formas de especializarse muy diferentes (en una aprendes bastante práctica, la otra es generalista y aprendes lo mismo que en el grado…) pero ambas comparten el clasismo de considerar que es viable para los más de cien graduados anuales de cada facultad (como mínimo) de España el acceder a un máster con una cantidad de plazas que da risa, que en lo privado vale más que un coche o a una formación sanitaria especializada que no te garantiza nada más que estar años sin sacar plaza, dedicándote solo a estudiar en lugar de estar trabajando y solo puede mantenerse si tienes apoyo familiar. Yo propongo reivindicar la psicoterapia y el resto de psicologías (intervención social, deporte, forense, emergencias…) como propias y fuera de este absurdo sistema de cuello de botella en el que a algunas de mis compañeras más reaccionarias les molesta no tener todo el trozo del pastel ellas solas, o haber invertido tiempo y dinero y que otros reivindiquemos no tener que hacerlo. Tiramos por tierra 4 años y 5 en otros casos de formación en los que aprendemos cómo funciona el ser humano a nivel psicológico, evaluación y diagnóstico, tratamiento de los grupos e individuos, psicoeducación… Que me digan cuantas carreras (sí consideradas como sanitarias) saben ejercer nada más salir? todos necesitamos una oportunidad y no ir coleccionando títulos para el mal de nuestros bolsillos y el bien de las universidades. Si lo que lmportase fuesen los pacientes esto ya habría cambiado y la formación además de más enfocada al paciente y sus necesidades sería mas accesible para las futuras psicólogas.
Psicólogo Sanitario | Especialista en Psicosociología Aplicada | Copywriter en Psicología y Salud | Desarrollando mensajes que conectan y promueven la salud mental a través de la atención presencial y online.
PSICOLOGÍA PRIVADA VS PÚBLICA (SANITARIO VS PIR) Me atrevo a abrir este tremendo melón. Un poco de historia Durante más de 50 años, la psicología como rama sanitaria fue completamente desestimada, desprestigiada y arrinconada. Hasta ahí los hechos. En 1993, se realizó la primera convocatoria PIR (Psicólogo Interno Residente). El número de plazas PIR ha sido siempre el menor de todas las ramas sanitarias, y así ha sido durante varias décadas. El reconocimiento tardío Alrededor del año 2012/13 (hablo de memoria), se reconoció finalmente a la psicología como profesión sanitaria y se implantó el máster de Psicólogo General Sanitario. Y aquí empieza lo curioso. Algunos profesionales PIR parecen olvidar que los pacientes nos necesitan y comienzan a restringir funciones a los sanitarios: que sean psicólogos, pero "light", que no puedan diagnosticar, que no puedan hacer determinadas cosas, etc. El tiempo de atención Por otro lado, los psicólogos PIR incorporados a la Seguridad Social (no es culpa de ellos) a veces solo pueden ofrecer tratamientos de 10/15 minutos por mes o aún más tiempo, en contraste con la hora o incluso dos horas que puede ofrecer un psicólogo sanitario en la privada (evidentemente, a mayor coste). ¿Qué tipo de atención creemos que es más efectiva? Unos creen ser los que están mejor preparados pero el contexto no les concede tiempo para que los tratamientos sean eficaces. Aquí hay una tremenda paradoja y quizás sería más interesante la reivindicación por mejores condiciones en la pública que poner travas a los privados. La pandemia como catalizador El tiempo sigue corriendo y llega la pandemia. La demanda de psicólogos aumenta exponencialmente. Algunas administraciones consideran la posibilidad de incorporar a los psicólogos sanitarios en la pública. Muchos (no todos) psicólogos PIR se niegan rotundamente. Esto me lleva al párrafo siguiente. La verdadera cuestión Pero un momento. STOP!!!. Aquí no hablamos de psicólogos. Hablamos de personas que nos necesitan. No debemos olvidar que los PSICÓLOGOS EXISTIMOS PARA LOS PACIENTES y no los pacientes para los psicólogos. Así como en la viéña que acompaña a este texto, la sociedad observa y muchos se quedan fuera tanto de la pública como de la privada. Sé que este texto levantará ampollas de todo tipo. No es una provocación. Ni me refiero a todo un colectivo, sino a todo el obstruccionismo que la psicología sanitaria vive desde antes incluso de que existiese como profesión sanitaria y reconocida como tal. Es una llamada a la reflexión. Colaborar es la única forma de abordar este enorme problema de salud mental que tenemos entre manos, y no se resolverá evitando la responsabilidad ni discutiendo sobre a quién le corresponde qué o sobre el retraso histórico de este país en materia de salud mental. Me gustaría conocer vuestra opinión y que esto sirva como reflexión. Os leo en los comentarios.