Publicación de Sandra Delgado Pozuelo

¿Es un bulo? ¿es cierto? La desinformación, el peor reflejo y causa del caos. Dentro del desastre institucional que está mostrando la tragedia humana de la #DANA, hay -¡6 días después!- un dato que nadie ha hecho público y que no sabemos si los organismos competentes conocen realmente: el número de desaparecidos. Mucha gente normalmente bien informada han hablado todo el fin de semana sottovoce (y la mayoría de la gente lo comenta, pero no de forma discreta) de que las víctimas mortales superarían el millar, porque un medio contó que el número de desaparecidos inicial superó los 2.000. Entre la gente ha volado la idea de que hay parkings públicos enormes que se han convertido en involuntarios cementarios, con supuestos cientos de fallecidos atrapados en los coches. Confío -y, sobre todo, deseo- plenamente en que no sea así. La culpa ya no es de los que deducen y transmiten eso, sino de los organismos que ¡6! días después aún no sabe dar una cifra de desaparecidos y da pie a la especulación, angustia, desolación e indignación de la gente, que no entiende cómo puede haber un funcionario de la seguridad, emergencias, bomberos, militares... en cualquier punto del país y que no esté trabajando de forma coordinada y dirigidos por profesionales con conocimiento y experiencia en este ámbito. Pero si todavía no se ha dicho (y tememos que las instituciones desconocen realmente) el número de desaparecidos, es difícil confiar en que sepan resolver lo demás. Todo esto se resuelve con información útil, honesta y creíble, actualizada, responsable e inteligente. Salvo que hubiera un motivo operativo o de protección a las personas que lo justificara, es necesaria la transparencia al servicio de la gente. Dejar trabajar a los profesionales, sí. Que se dé información oportuna, también. Porque, con la reputación y la confianza de los ciudadanos, las instituciones sólo generan confianza si se la ganan. Y debemos acordarnos de que la reputación cuesta mucho ganarla (y recuperarla) y muy poco perderla. PD: Ojalá sea un bulo... y acordémonos de que aquí los políticos nunca serán lo importante, aunque ocupen los informativos, sino las víctimas, familiares y demás afectados. No lo (ni les) olvidemos.

Somos muchos los que no estamos sufriendo esta catástrofe de cerca, aunque llevamos días emocionalmente en shock por la tragedia… Hablar de catástrofes como esta, es un momento que tenemos que gestionar con nuestros hijos e hijas. Dependiendo de la edad, tendremos que adecuar la información y los mensajes, pero, si tenemos adolescentes o jóvenes en casa, es un momento muy importante para que éstos aprendan varias lecciones de vida a través de nuestras conversaciones (cada familia, según lo considere): - sobre el valor de la Solidaridad, la Empatía y la ayuda a los demás. - sobre cómo funcionan las gestiones de emergencias. - sobre la labor de organismos como los Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía, Guardia Civil, Bomberos, Protección Civil, Ejército, etc.) - sobre el funcionamiento de las instituciones y sus protocolos (aunque “parezca” que ni ellos mismos lo sepan). - sobre la existencia de personas que son capaces de hacer el mal en los peores momentos: roban, saquean o estafan. Y muy necesario también hoy día: - sobre los bulos y desinformación en las Redes Sociales. - sobre la información sesgada, politizada e ideologizada. - sobre las estafas online a través de mensajes pidiendo ayuda y donaciones. - PERO, TAMBIÉN, sobre el valor de las Redes Sociales para informar, comunicar y alertar a tiempo real a la ciudadanía. Para los que estáis allí, todo el apoyo. 🤍

Centrados y controlando emociones, facilitando y poniendo todos los medios para una rápida atención en tramitación de la documentación post morten y pensiones.

Las redes sociales y la comunicación en estados de emergencia. Caso en la comunidad valenciana. 1. Hacer excepción del idioma y comunicar en castellano. Se debe tomar en cuenta que la información se tiene que llegar a tod@s. 2. Lenguaje de signo. 3. Abrir un espacio donde las personas puedan enviar las fotos y el tlf de contacto del familiar desaparecido. (Ayudará a facilitar la ubicación e identificación) 4. Usar las redes para orientar a las asociaciones e iniciativas voluntarias ( que realmente se necesita, donde , cómo hacerlo ) para evitar movilizaciones que no proceden en el momento. 5. Hacer live o dar información psicológica de cómo podemos llevar esta situación. De cómo podemos entender a los familiares, etc 6. Haced live o mini entrevistas a bomberos, UME, protección civil, cruz roja, etc con el tema: ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer? ¿Has pensado que las redes sociales se podían usar de otra forma? #dana #comunicaciónefectiva #redessociales #valencia

Más de dos semanas han pasado desde que el martes 28 de octubre una DANA convirtiese Valencia en el epicentro de unas de las tragedias más importantes de la historia española. Los hogares valencianos fueron los principales escenarios de esta catástrofe que asoló toda la zona hace ya 20 días. El 45,8% de las 218 víctimas mortales en la Comunidad Valenciana fueron halladas en el interior de casas (68) y garajes (32) y al menos 45 levantamientos se realizaron en la calle y en el campo. Los datos provisionales publicados por el Centro de Integración de Datos emitidos por el Tribunal Superior de Justicia valenciano también muestran que al menos 104 fallecidos tenían más de 70 años. De manera más desglosada, la franja de edad con más víctimas mortales es la de los 80 años (52), seguida de las personas que estaban en el periodo de los 50 (38), de los 70 (37) y de los 60 (33). Esta catástrofe también le ha arrebatado la vida a nueve menores de edad, siete de ellos no habían cumplido aún los 11 años. Si se tiene presente los aún 13 desaparecidos y 218 fallecidos contabilizados, el análisis de las cifras y los lugares donde fueron encontrados los cuerpos que he realizado en El Mundo, evidencia la magnitud gigantesca de una de las cicatrices imborrables que ha quedado marcada en la población valenciana. #DANA #Valencia https://lnkd.in/dagg3tht

#Editorialdelpresidentenoviembre Desde AELMA, compartimos el dolor y la desesperación de las familias que han perdido a sus seres queridos y de todos aquellos que han sufrido pérdidas materiales en sus domicilios o trabajos. Catástrofes como estas nos enseñan la fragilidad de la condición humana y nos impulsan a unirnos en la solidaridad, apoyándonos mutuamente en tiempos de dolor y tragedia. No puedo dejar de agradecer la labor de los equipos de emergencia desplazados a todas las áreas afectadas, al personal sanitario, fuerzas de seguridad del Estado y voluntarios que, de una forma u otra, están brindando ayuda y apoyo a las comunidades asoladas en estos duros momentos. El sector de la limpieza ya demostró su carácter esencial durante la pandemia y vuelve a erigirse en fundamental para paliar esta tragedia y restaurar la normalidad en los municipios afectados. De hecho, el Gobierno valenciano ha hecho un llamamiento a la sociedad, en general, y al sector de la limpieza profesional en particular, para que contribuyamos con materiales y recursos que ayuden en las labores de limpieza y desescombro. Artículo completo: https://lnkd.in/eDF8uW2D

Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas de la DANA, y resulta difícil poder abstraerse de tanto dolor al contemplar la magnitud de la tragedia. Las imágenes de devastación nos conmueven profundamente, pero más allá del impacto visual, es crucial recordar el coste humano de este desastre natural. La reciente DANA nos deja imágenes desoladoras de calles inundadas, casas destruidas, comercios arrasados y, lo más trágico, vidas arrebatadas. Los medios de comunicación, en su afán por informar, nos bombardean con cifras: "212 muertos", "se estiman 216 fallecidos"... Pero, ¿nos detenemos a pensar realmente en lo que significan esos números? Detrás de cada cifra hay un nombre, una historia, una vida irrepetible. Hay familias destrozadas, amigos que lloran, sueños truncados. Cuando hablamos de "cantidad de muertos", corremos el riesgo de deshumanizar la tragedia, de convertir el dolor en una fría estadística. Una sola vida perdida ya es demasiado. Cada persona que se ha llevado la DANA era un mundo, con sus seres queridos, sus anhelos, sus miedos. Olvidamos que el drama no se mide en cifras, sino en el vacío que deja cada ausencia. El nombre de la tragedia es el nombre de cada víctima. Es el nombre del anciano que no pudo escapar de la riada, de la joven madre que perdió a su hijo, del trabajador que quedó atrapado en su vehículo. Son sus historias las que debemos recordar, las que nos deben conmover. No permitamos que el dolor se diluya en las cifras. Honremos la memoria de las víctimas, recordando que detrás de cada número hay una vida que se ha apagado, un universo de afectos que se ha roto. Y, sobre todo, trabajemos para que estas tragedias se puedan prevenir y evitar en el futuro. Porque una sola vida perdida, ya es demasiado.

📢Hoy podés actuar para salvar a 20 personas por día. A través de nuestro Fondo de Emergencia, podemos hacer frente a situaciones urgentes que requieren una acción inmediata para salvar vidas en peligro. 💛Sumate ahora para evitar que miles de personas se queden sin apoyo entrando a https://bit.ly/4dQy2Ql 👉Con tu contribución podemos: -reubicar a víctimas de conflictos bélicos que necesitan huir de su país -brindar asistencia médica, psicológica y legal -dar seguridad a víctimas, activistas bajo amenazas y testigos claves -realizar trámites legales o judiciales

𝑵𝒐 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒂𝒅𝒐𝒓𝒏𝒐. 𝑹𝒆𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒖𝒏 𝒆𝒏𝒐𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂, 𝒍𝒂 𝒆𝒎𝒑𝒂𝒕í𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂. 𝑳𝒍𝒆𝒗𝒂𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒉𝒐𝒏𝒐𝒓. Cada punta tiene un significado. • La primera punta es la llamada de emergencia hacia el despacho, oficina que canaliza los recursos (sanitarios, policías, bomberos, etc). • La segunda punta es la notificación al personal o recurso necesario para actuar. • La tercera punta es la respuesta temprana del personal que va en camino a atender la emergencia. • La cuarta punta es el cuidado en el lugar de intervención que los auxiliadores le dan a las víctimas. • La quinta punta son los cuidados en el transporte camino al hospital que los auxiliadores deben dar a la víctima. • La sexta punta es el traslado al centro sanitario útil según la patología de la víctima, donde recibirá los cuidados definitivos. El bastón de Esculapio está representado por un bastón y una serpiente que se integra en la estrella. Aunque el símbolo médico más conocido es el bastón con dos serpientes entrelazadas alrededor de él, el bastón de Esculapio con una sola serpiente es el que representa al personal de emergencias prehospitalarias. La estrella de la vida se inscribe en fondo blanco que significa la imparcialidad y neutralidad de la labor sanitaria y está delimitada en azul, que significa la universalidad.