Qué alguien sepa pinchar no te da por gracia divina los conocimientos médicos necesarios para ejercer la medicina estética.
De igual modo que un obrero sabe construir paredes, no le da el poder de diseñar edificios, pues poner ladrillos sabrá, pero como, dónde y de qué forma se han de colocar para que un edificio aguante, es labor del arquitecto.
Algo exactamente igual sucede con la medicina. El saber pinchar es tan importante como saber dónde, qué y cuánto poner. Poder prescribir, poder manejar adecuadamente un efecto, adverso o no adverso es labor del médico.
Y todo esto es tan sencillo como estudiar medicina. No es una cuestión de dinero, ni de ser avaricioso como intentan justificar, es una cuestión de seguridad para el paciente. Sin más. Por cuestión de formación aptitudes y capacidades. Por ética. Por humanidad.
Es como si los obreros se empeñasen en construir edificios porque saben poner ladrillos. A cualquiera le parecería una barbaridad, y con la salud, simplemente, lo permitimos. Pues no lo entiendo.
Y eso hablando del intrusismo de los obreros, ni que hablar del ñapas del barrio…
En fin. Así nos va…
Desde la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) no nos cansaremos de repetir que el INTRUSISMO en el ejercicio de la Medicina Estética es un gravísimo problema de salud pública, que conlleva importantes efectos negativos en las personas que se realizan tratamientos por personal no autorizado.
Los tratamientos de Medicina Estética deben ser realizados siempre por un médico, y en un establecimiento que cuente con los recursos humanos y los medios técnicos y materiales que permitan hacer frente a sus posibles efectos adversos, además de contar con registro sanitario y unidad U.48 AUTORIZADA.
Iberia Commercial Director en CROMA-PHARMA at Spain, Portugal, Andorra Medicina Estetica & Regenerativa
1 mesBuen consejo