𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐥𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚𝐧 𝐚 𝐭𝐮𝐬 𝐜𝐮𝐥𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐯𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐨𝐬: 𝗘𝘃𝗮𝗽𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗵𝘂𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱:Vientos fuertes aumentan la evaporación, lo que puede llevar a estrés hídrico. 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗻𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻: El viento ayuda en algunos cultivos, pero en exceso puede dispersar polen de manera desigual. 𝗣𝗹𝗮𝗴𝗮𝘀 𝘆 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀:Ayuda a reducir humedad en hojas, pero también dispersa esporas de enfermedades. 𝗘𝗿𝗼𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗱𝗮𝗻̃𝗼𝘀:Vientos intensos erosionan el suelo y pueden dañar físicamente las plantas. 𝗖𝗼𝗻 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝗼𝗻𝗶𝘁𝗼𝗿𝗲𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗨𝗰𝗿𝗼𝗽, 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀 𝗮𝗷𝘂𝘀𝘁𝗮𝗿 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗺𝗶𝗻𝗶𝗺𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱.