Ágil como un start-up, firme como una corporación.

Ágil como un start-up, firme como una corporación.

Llevo varios años trabajando en empresas que iniciaron en la sala de un apartamento, para luego convertirse en organizaciones más sólidas, que abren nuevas líneas de negocio y buscan expandir sus fronteras de forma regional. En estos años además, he visto de la misma forma cómo grandes corporaciones rompieron sus oficinas para hacer espacios abiertos, cambiaron los ternos por polos coloridos y empezaron a ser más horizontales, porque sentían que sin un cambio brusco, se iban a quedar atrás.

Entendí entonces que quizás hoy las grandes empresas quieren ser startups y las startups quieren ser grandes empresas. La pregunta del millón entonces es: ¿Cómo podríamos obtener lo mejor de los dos mundos? Velocidad + solidez, 0 burocracia pero con procesos definidos, buena clima laboral pero sin que nadie se te pase por encima. 

Mi punto de vista es subjetivo y podemos debatir en varios aspectos, pero por lo que he observado de cerca en mis empresas, en las startups con las que he conversado y en gerentes a los que les robé un café para aprender, estos son los 4 puntos que si o si debes tener, para ser una empresa trascendente en el futuro.

1: La empresa debe convertirse en una fábrica de talento. Debemos pasar mucho más tiempo escuchando a nuestro equipo y detectando rápidamente quienes son aquellas personas que comparten los valores corporativos y que en total meritocracia, van a tener una línea de ascenso rápida hasta que lideren la organización. La evaluación dejó de ser por años de experiencia o títulos, hoy depende mucho más de sus competencias y de cómo aprovecha el tiempo para obtener los resultados planteados por el negocio.

2: Tener una cultura que fomente el crecimiento. Existen muchas personas que renuncian al jefe y no a la empresa, personas que prefieren cambiar de trabajo incluso con un menor salario, con tal de tener paz mental y sentir que se esfuerzan por un propósito, no solo por un cheque a fin de mes. Es clave que la organización tenga valores claros, que no sean solo algo colgado en la pared sino algo que se mida, evalúe y reconozca. Las empresas deben parecer cada vez más comunidades vivas que trabajan en pro de un gran ideal.

3: Enfoque local, con visión global. La tecnología cada vez reduce más las barreras y la palabra “escalable” se encuentra más presente que nunca en nuestros vocabularios. Tenemos que preguntarnos si lo que hacemos es rápidamente replicable en otro país o ciudad, si tenemos la capacidad de penetrar otro mercado con poca inversión y si encontraremos la rentabilidad en los siguientes 2-3 años. Este mundo nos exige pensar en grande o de lo contrario, uno más grande vendrá a sacarnos del juego.

4: Tu competencia ha cambiado. Puede que este concepto te asuste un poco, pero quiero que lo veas de en el siguiente ejemplo: Un e-commerce de zapatos, creó un sistema tan bueno, que decidió venderle ese software a su competidor más importante, el cual pasó de archienemigo a cliente. Una inmobiliaria decidió separar su área comercial y de marketing, para ofrecerla al resto de sus competidores. En el CES 2020, era sorprendente ver la forma en que se aliaban grandes corporaciones con startups, para apalancarse ambos en pro de un futuro mejor.

En vez de mirar por sobre el hombro a las empresas que empiezan o ver de la misma forma a las que tienen más años en el mercado, ¿Qué tal si mejor aprendemos unos de otros?
Paula Ramos Salas

Especialista en Proyectos Digitales | Estrategia Digital, CRM, Growth Marketing | Global MBA Candidate @ESSEC Business School

4 años

Buen artículo Sergio. Es importante tanto para las personas como para las empresas el aprender siempre unos de otros, con humildad y ganas de seguir creciendo y reinventándose. Y si uno es cabeza de empresa, entonces a liderar con el ejemplo y con mucha mente abierta.

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