ÉTICA, ESTÉTICA Y POÉTICA DEL LIDERAZGO

ÉTICA, ESTÉTICA y POÉTICA son dimensiones clave de la cultura organizacional y de un enfoque del liderazgo que trascienda lo meramente instrumental.

Si lo que buscamos es desarrollar el SER del líder para potenciar y dar contenido al HACER, la reflexión sobre la ÉTICA, la ESTÉTICA y la POÉTICA resulta casi indispensable.

Trabajar con la ÉTICA implica registrar a qué propósito o visión estamos contribuyendo (de manera consciente o inconsciente) con nuestras acciones y explorar las tensiones que experimentamos al ejercer nuestro rol.

Supone revisar si los valores en uso -desde los cuales actuamos o interpretamos las situaciones que nos interpelan- coinciden con los valores declarados.

Se trata de mirarnos al espejo y observar qué nos pasa realmente con la diversidad, la tolerancia, el respeto, el maltrato, la corrupción, la responsabilidad y el cuidado del otro.

En todas las situaciones de la vida, suele haber una brecha entre aquello que se plantea como ideal y lo que realmente podemos hacer. La base del LIDERAZGO AUTÉNTICO y del LIDERAZGO AL SERVICIO del equipo o de la comunidad, es la coherencia entre lo que declamamos y lo que hacemos.

Trabajar la dimensión ética requiere dar espacio a que la prescripción o la ÉTICA DEL DEBER SER coexista con una ÉTICA DE LO POSIBLE, o con la comprensión de lo que cada uno pudo hacer en sus circunstancias:

  • ¿Cómo abordar la mentira, el ocultamiento, las deslealtades, la competencia y desvíos respecto al ideal de conducta proclamado en políticas corporativas o declaraciones de valores?
  • Qué decisión tomar cuando la situación que se nos plantea es distinta a la que habíamos definido como válida en el código de conducta?
  • Qué hacer cuando el sostener una norma a rajatabla resulta un riesgo frente a otros valores o necesidades que la organización necesita contemplar?

El principal desafío que tenemos como líderes es aprender a jugar cuando nos cambian las reglas, la cancha, o los jugadores, o cuando una situación emergente irrumpe poniendo en jaque todo lo que teníamos afirmado como válido hasta el presente.

La formación ética del líder debe incluir la posibilidad de analizar cómo actuar en estas situaciones. Ayudar a flexibilizar la mirada o a poner límites frente a lo inadmisible y dar herramientas para abordar paradojas, tensiones, sinsentidos, contradicciones o divergencias en la manera de concebir lo que está bien y lo que está mal desde una perspectiva no binaria.

Trabajar con la ESTÉTICA es trabajar sobre la imagen, las formas y lo que éstas comunican. Hacer conscientes los gestos, las distancias, las ropas, los lugares que cada uno elige para desarrollar su actividad y que responden a un estilo propio. Reafirmarlos o rediseñarlos para que sean coherentes con la ética que se proclama. 

La Estética no es una cuestión banal o superflua. La forma en que nos presentamos y nuestra capacidad para relacionarnos con otras formas, hablan de nosotros, de nuestros valores, de nuestra ideología y de nuestras opciones de vida.

Abordar esta dimensión implica registrar nuestras reacciones frente a la estética de los que lucen diferente, revisar nuestros pre-conceptos en torno al ideal de belleza, género, capacidad, vestimenta, nacionalidad.

No se trata de imponer-nos otra estética o de pensar que de un día para otro podremos cambiar nuestra visión . Sino de aceptar con humildad que no hay una única manera de vivir , de suspender el juicio automático e intentar de-construir nuestra mirada para abrirnos al otro diferente.

Incluir la dimensión POÉTICA en la formación es trabajar en el diseño de la palabra como herramienta central del liderazgo. Es registrar las palabras que cierran y las palabras que abren puertas. Es cultivar la palabra plena y cuidarse de enunciar palabras vacías.

Desarrollar la Poética es aprender a conjugar orden y belleza en el discurso, racionalidad y sensibilidad y encontrar las palabras adecuadas para influir, conmover, movilizar, abrir, o cambiar algo.

La poética remite a poiesis, que en griego significa 'creación' o 'producción'. Liderar exige originalidad, capacidad de imaginar algo nuevo o de ordenar las cosas de manera no habitual, tomando el riesgo de salirse de convencional y transgredir. De este modo, encontrar la propia poética es habilitarse a intervenir con voz propia, desarrollar la creatividad y la autonomía.

ÉTICA, ESTÉTICA y POÉTICA son dimensiones clave de la cultura organizacional. Si bien las distinguimos, están profundamente interconectadas, y requieren ser abordadas de manera coherente, para auto-sustentarse. Cualquier intento de trabajar alguno de estos aspectos por separado tiene el riesgo de vaciar de sentido.

El liderazgo como cuestión del SER para dar sentido y contenido al HACER no es algo que pueda enseñarse a través de tips o recetas de libro. Implica este enfoque profundo, orientado a trabajar la subjetividad, los valores y los modos de intervención de los líderes.

MARIANA KATZ

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