1% de responsabilidad
El “Vasa”
es el buque hundido y rescatado más famoso del mundo, que muestra la obstinación de un rey, Gustavo Adolfo II de Suecia, que provocó que la nave se sumergiera el primer día que intento zarpar. Este buque está ahora en un moderno museo, en Estocolmo, donde recibe millones de visitantes al año.
Este fracaso monumental, es usado como ejemplo de las consecuencias de la necedad de un líder autoritario que impuso su voluntad, realizando cambios caprichosos de último momento en los planos de la embarcación, sin considerar las opiniones de los verdaderos conocedores en construcción de navíos.
“Si no acepto el mínimo porcentaje de responsabilidad, estoy asumiendo una actitud 100% de víctima.”
De lo que casi no se habla es de los consejeros, amigos del rey, proveedores, y funcionarios del gobierno de entonces, que pudieron hacer un esfuerzo adicional por detener o hacer reflexionar al jerarca. Porque casi siempre, en estas historias, ubicamos a culpables solitarios. Pero, ¿dónde quedan los que, con su cómplice apatía o “prudente” silencio, tienen al menos un 1% por ciento (como un número simbólico) de la responsabilidad del desastre.
Por ejemplo, de lo que sucede en nuestro entorno: en las organizaciones, la sociedad, y hasta el propio gobierno, cuál es el 1% de mi responsabilidad. Porque si no acepto el mínimo porcentaje de responsabilidad, estoy asumiendo una actitud 100% de víctima.
daniel@capitalintelectual.mx