1. ES TU OPORTUNIDAD
Hoy el mundo vive en un cambio acelerado y permanente. Todo avanza, todo se perfecciona a gran velocidad. Y por eso, lo mismo tiene que suceder con nosotros. Las personas que ya tienen cierta edad recuerdan la época en que iban los sábados al cine a ver las tres películas que se proyectaban «en sesión continua». Hoy tenemos la posibilidad —que por entonces habría parecido ciencia ficción— de verlas online, a veces antes de que se estrenen en el cine. «Mejora continua» significa que todo lo creado ya está obsoleto porque el cambio no se detiene. Desde que tu sueño nace hasta que lo ves cumplido tienes que mejorar continuamente. No puedes estancarte, quedarte a mitad de camino. Eres como un avión: cuando despega ya no puede detenerse, tiene que elevarse. Enciende tus motores y aliméntalos con pasión. Tu pasión hará que te involucres, que te veas dentro de tu sueño hasta que el sueño y el soñador sean uno. Es lo que te diferenciará de los demás y te llevará hasta la meta. La gente rígida fracasa. Conozco personas que quieren tener una empresa familiar como la que su abuelo fundó en 1910, cuando llegó de España. Pero como las condiciones económicas, políticas y sociales cambian, si los que gestionan no cambian la empresa que el abuelo fundó, el hijo a duras penas la mantiene y el nieto la lleva a la quiebra. En la década de 1970, ¿quién habría imaginado que una red como Internet le permitiría acceder a información del mundo entero en tiempo real? Si no nos «amigamos» con el cambio permanente, se volverá nuestro «enemigo» y nos creará problemas. Para estar a tono con un mundo dinámico, donde todo cambia constantemente, se necesita una nueva forma de pensamiento. Tal vez estés actualizado con la tecnología, con la terminología y el equipamiento de hoy, pero lo más importante es que abras tu mente a lo nuevo. De nada sirve tener la tecnología más novedosa si sigues funcionando con ideas anticuadas, que ya no funcionan. Antes un buen alumno, una persona que estudiaba y conseguía un título, tenía el futuro asegurado. Hoy el cambio es tan veloz y tan imprevisible que el conocimiento — que, por supuesto, sigue siendo primordial— no basta. Hay que sumarle la capacidad de adaptación frente a los cambios que se nos presentan y nos desafían. Mucha gente se resiste al cambio, prefiere quedarse en lo seguro, en el campo de lo que ya conoce. «Si así nos va bien, ¿para qué cambiar?», es su razonamiento. Algunas personas incluso consideran que el cambio es el factor que puede robarles el trabajo, el dinero, «la tranquilidad». Y por eso se oponen. Pero el cambio es permanente e inevitable. Lo que hoy resulta innovador mañana quedará obsoleto. No se trata solo de aceptar los cambios, sino de adelantarse a ellos. ¿Llevas un negocio de éxito? Aunque no lo creas, es el momento de innovar. No tengas miedo a perder, recrea tus ideas y no permitas que otro se adelante a concretarlas. La gente de éxito no piensa solo en el aquí y el ahora, regenera sus propios éxitos. Sabe reconocer el momento en que algo pasa a ser obsoleto y proponer la novedad. Frente al cambio, no tengas miedo. Tienes que verlo como una oportunidad de revelar y utilizar todo tu potencial, todas esas habilidades que tienes desde que naciste pero aún no has descubierto.
• El cambio es un desafío para que obtengas nuevos resultados, para que alcances nuevos logros. • El cambio tiene el poder de sacar de ti todo lo que hay en tu interior, lo que necesitas poner en acción para convertirte en líder de tu vida y de todos tus emprendimientos.
Por supuesto, todos los cambios son viables cuando están escritos en un papel. La cuestión es ponerlos en práctica. ¿Cuál es el problema para que estas nuevas ideas funcionen? La respuesta es sencilla y compleja a la vez: las personas. Las personas son las encargadas de transformar los cambios planteados en acciones concretas. Se necesita gente innovadora, abierta al cambio permanente, para obtener los resultados esperados. Pero la mayoría se resisten al cambio porque les crea inseguridad, miedo, incomodidad. Prefieren no asumir riesgos y seguir en la zona de confort en la que se encuentran. Si no quieres formar parte de esa mayoría conformista y eliges adelantarte al cambio, tienes que seguir estos pasos:
• Levántate temprano y planifica cada día. • Dedica tu mejor momento a lo más importante. • Lee tres horas diarias para mantenerte al tanto de las novedades del mundo. • Actualiza tus conocimientos.
• Acércate a la gente de éxito.
Y recuerda: siempre estás a tiempo de cambiar.
"Puedo superarme"... Bernardo Stamateas