Tal como sucede habitualmente en educación, frente al advenimiento de la inteligencia artificial, nos hemos enmarañado en discusiones filosóficas más que lo que realmente se ha avanzado en la implementación de estas herramientas, a pesar de su innegable potencial para revolucionar el aprendizaje.
La irrupción repentina, aún en la escala de tiempo de los desarrollos tecnológicos, de la inteligencia artificial generativa nos presenta innumerables desafíos y oportunidades. Como cualquier herramienta tan poderosa, existen riesgos inherentes a su implementación en el contexto de las escuelas, pero dejaremos esa discusión para los gurúes y nos enfocaremos, en cambio, en las aplicaciones prácticas, aquellas que pueden tener un impacto inmediato y beneficioso en el proceso de aprendizaje y enseñanza.
La siguiente es una lista de 10 aplicaciones directas de la inteligencia artificial a cómo aprendemos en los colegios, sin cambiar el modelo pedagógico - por más necesario que ello sea, pero eso es otra discusión -que trascienden a cualquier controversia y que, dentro de los paradigmas y principios aceptados aún para la educación tradicional, pueden tener un efecto positivo.
- Conectar las tareas escolares con la vida real. Una de las principales aplicaciones de inteligencia artificial en los colegios es el permitirle a los educadores relacionar cualquier tarea o proyecto de aprendizaje que realicen con sus alumnos con temas y ejemplos de la vida real. Es bien sabido que, a cualquier edad, vincular lo que uno aprende en el colegio con la vida cotidiana, con aquello con lo que nuestros alumnos están familiarizados, mejora la conexión con el aprendizaje, y es muy simple pedir a cualquiera de las aplicaciones de inteligencia artificial generativa que desarrollan algún proyecto, problema, tarea o material de estudio que conecte los temas académicos de la currícula escolar con ejemplos concretos de la vida real. También es posible hacer referencia a eventos actuales, lo que mejora aún más el nivel de interés potencial de los alumnos.
- Editor de texto. El advenimiento de ChatGPT, aunque no se hable mucho de ello, ha iniciado una era completamente nueva en cuanto al aprendizaje de la lectoescritura en las escuelas. Enfocándonos particularmente en el proceso de escritura, las herramientas de inteligencia artificial generativa, con su capacidad ilimitada para generar y procesar textos, una de las mayores fortalezas del sistema, permiten que cualquier persona, más allá de su capacidad de expresarse por escrito, pueda plasmar sus ideas en un texto. Esto nos desafía a revisar el verdadero sentido de lo que se aprende en materia de escritura, pero hasta tanto ello se haga, estas herramientas pueden actuar como un editor de texto al más alto nivel profesional, asistiendo a nuestros alumnos en las tareas habituales de escritura, no solamente corrigiendo eventuales errores de ortografía de gramática, sino además dando sugerencias de estilo, mejoras en la trama, ampliar el vocabulario, cambiar el tono y cualquier otra tarea que llevaría adelante un editor profesional.
- Estudios de caso. Tal como cualquiera que haya estado en un aula puede aseverar, si bien los estudios de caso son herramientas que generalmente concitan el interés de nuestros alumnos al plantearles un problema cuya resolución generalmente está vinculada, como señalamos más arriba, con la vida real, resulta muy difícil desarrollar estos casos y, sobre todo, vincularlos con los temas y el nivel necesario para una determinada edad en un colegio. En este sentido, las herramientas de inteligencia artificial generativa también pueden darnos una asistencia invalorable, ya que, con sólo algunas interacciones, especificando aquellos temas que deben ser aprendidos, y la naturaleza del caso que se busca generar, el sistema podrá ir progresivamente desarrollando algún caso que se ajuste a los objetivos de aprendizaje. No está demás agregar que, además de generar el caso en sí mismo, el sistema puede asistir en el desarrollo de las consignas para los alumnos, rúbricas para su corrección, preguntas de reflexión y cualquier otro instrumento que el docente decide crear para asistir en el aprendizaje.
- Diálogos con figuras históricas o actuales. Otra de las prestaciones fascinantes de estos sistemas es que, con el prompt adecuado, pueden traer a la vida personajes históricos o actuales, contextualizar su respuesta al nivel deseado, y entablar un diálogo con nuestros alumnos, quienes pueden interrogar esta persona virtual sobre cualquier tema, ya sea académico o de su vida personal. Esto puede dar lugar a algunas interacciones verdaderamente increíbles, ya que nos permiten sumergirnos en otra época, y aprender de primera mano de expertos. Similarmente, también podemos crear diálogos imaginarios, combinando figura del pasado con algunas del presente, o quienes no fueron contemporáneos, y entender cuál sería su visión, por ejemplo, de los hechos actuales o el avance mismo de la inteligencia artificial.
- Actuar en primera persona en eventos históricos. Otra posibilidad, en la misma línea, es interactuar en primera persona como si fuéramos algún protagonista de un hecho histórico, y pedirle al sistema que recree las condiciones de esos hechos permitiéndonos ser protagonistas de los mismos. Por ejemplo, podemos pedirle el sistema que actúe alternativamente como Joseph Stalin o Winston Churchill y nosotros ser Franklin Roosevelt negociando la conferencia de Yalta, o recrear, en la antigua Grecia, el juicio a Sócrates y tomar su lugar, intentando defendernos para ver cuál sería la condena en caso de que sus respuestas hubieran sido diferentes. No es necesario remarcar lo interesante que pueden ser este tipo de escenarios en cuanto a fomentar el pensamiento crítico y ayudar a desarrollar una visión mucho más pensante de la historia, trascendiendo a los hechos y la tradicional memorización.
- Simulando datos para Ciencias y Matemáticas. Como todos sabemos, hay determinadas experiencias en el área de Ciencias y Matemáticas que están fuera del alcance de los colegios, por ejemplo, experimentos con radioactividad, o exploración espacial, o cualquier otra situación que pueda ser peligrosa o demasiado cara para el presupuesto de una escuela. Las herramientas de inteligencia artificial generativa pueden, sin ningún tipo de problema, simular resultados, recrear experimentos, y, a medida que se van desarrollando, crear simulaciones cada vez más sofisticadas de experiencias avanzadas y que son de imposible realización en el contexto de una escuela. Como siempre, el sistema puede complementar la simulación y la generación de datos con guías completas, cuestionarios, rúbricas, y todos los materiales que el docente desee incorporar a la experiencia de aprendizaje.
- Conversar en un idioma extranjero. Otra aplicación única, y a la hora de escribir este artículo ya con ChatGPT-o en su aplicación móvil que permite, casi sin demoras, conversar por audio con el sistema, es el poder hablar en una lengua extranjera con un tutor personalizado que se adapta a nuestro nivel nos corrige los errores. Proponiéndole el sistema que por ejemplo nos hable en un francés intermedio y que corrija nuestros errores, podemos ya mismo entablar una conversación sobre cualquier tema de nuestro interés como para practicar y mejorar el idioma, e inclusive pedirle que corrija nuestra pronunciación.
- Historias para niños. Por más que los maestros suelen tener una imaginación inagotable, la posibilidad de pedir a estos sistemas que creen historias que sean apropiadas para un grupo de determinada edad, con cierta temática y valores que son elegidos por el docente, con un tono y un contexto determinado, es una posibilidad superadora para el aprendizaje en la infancia. Como ya hemos visto reiteradas veces, no se trata solamente de crear una historia, luego de sucesivos pasos e interacciones, que cumpla con todos los objetivos del aprendizaje, sino que también le permite al educador ir varios pasos más allá generando todo el material complementario para la mejor consecución de la lección.
- Aprendizaje socio emocional. Con cuidado, y siendo el adulto quien medie con el sistema, aquí también estas aplicaciones nos pueden generar un contexto inmersivo e interactivo, en un entorno seguro, que es imposible de lograr de otra manera. Con instrucciones precisas, especificando también el tono de la interacción, probándolo debidamente de antemano, por ejemplo, un educador del área socio emocional puede pedirle el sistema que actúe como un niño o niña que está en una situación vulnerable, y que durante la lección los alumnos intentarán hacer que este niño o niña se sienta mejor y vaya superando esa dificultad, como una manera de practicar la empatía o resolver conflictos sin poner en riesgo a ninguna persona real. Con el criterio del educador, se puede generar interacciones sumamente instructivas que, una vez más, serían imposibles sin este tipo de herramientas.
- Proyectos interdisciplinarios. He dejado exprofeso para el final la que creo es la más importante de las aplicaciones inmediatas de la inteligencia artificial generativa, la posibilidad de que sea un asistente para la generación de proyectos interdisciplinarios. Desde hace muchos años, sabemos de la importancia del aprendizaje por proyectos, cuyas virtudes no vamos a enumerar en esta instancia, pero que ayudan a los alumnos a desarrollar su creatividad, pensamiento crítico, y también, en muchos casos, conectar con la vida real. La gran dificultad es que generar proyectos que conecten varias disciplinas con las respectivas contenidos de la currícula escolar, y que generen un problema proyecto atractivo es sumamente difícil, y a veces es necesario invertir largas horas de reuniones que son difíciles de encontrar en el día escolar. Una vez más, las herramientas de inteligencia artificial generativa pueden venir a nuestro auxilio, ya que con sólo darles un listado de los temas, la edad de los alumnos, los objetivos de aprendizaje y las disciplinas que deben cubrirse, el sistema generará cuantas alternativas de proyecto queramos, con la consabida, además, plétora de materiales complementarios como objetivos del proyecto, entregables, rúbricas de evaluación, etc. Se trata de herramienta que puede, por fin, hacer realidad la buena intención de aprender por proyectos, pero que muchas veces resulta esquiva dada la dificultad ante mencionada.
La clave para que el uso de estas herramientas sea exitoso radica en no esperar que la primera respuesta que entrega el sistema sea la que podamos utilizar inmediatamente, sino en generar un proceso de co-creación con el sistema, aportando el conocimiento del contexto y la visión del experto para generar el material de clase adecuado.
Tal como hemos señalado el comienzo del artículo, todas estas aplicaciones están muy lejos de cualquier controversia ya que constituyen un uso constructivo, con un impacto positivo en la experiencia de aprendizaje de los alumnos. Quizá si nos enfocamos más en las implementaciones prácticas que en controversias y las discusiones sobre peligros que muchas veces son exagerados, podremos, progresivamente, y casi sin darnos cuenta, aproximarnos a esa transformación más profunda de la educación, tan necesaria como postergada.
