10 Claves para cultivar la Resiliencia

“La vida no se hace más fácil o más indulgente. Nosotros nos hacemos más resilientes”– Steve Maraboli

Este 2020 nos ha demostrado que en la vida no todo es miel sobre hojuelas. Hay circunstancias que nos ponen al límite y nos hacen cuestionarnos si seremos capaces de remontarlas.

Resiliencia: De qué se trata

Lo primero que debemos entender, es que desarrollar la resiliencia es como ejercitar un músculo. No es cuestión de fe, magia o una píldora mágica. Se inicia asumiendo un verdadero compromiso a nivel personal para generar nuevos hábitos de pensamiento que nos permitan salir adelante fortalecidos. 

En psicología, se define la resiliencia como la capacidad para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente o un cambio dramático (difícil) en la vida de una persona y su entorno. 

Se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión.

Para mi es la capacidad de recuperarte despues de una crisis de cualquier índole, pero no solo eso, sino crecer a partir de esa experiencia. El crecimiento es la clave. 

La resiliencia involucra pensamientos, comportamientos y acciones que pueden ser aprendidos y desarrollados por cualquier persona. De esto se tratan las siguientes 10 recomendaciones:

Formas de Cultivar la Resiliencia

1. ¡Haz un plan de Acción! Aunque sean pequeños pasos, te darán un sentido de logro motivándote a seguir adelante y no darte por vencido. Se proactivo y esfuérzate por romper la inercia de sólo lamentarte. Si no sabes por donde empezar, platica con alguien que te inspire confianza y te ayude a tener una mejor perspectiva sobre la situación que te preocupa. Evalúa tus opciones. Si tú no lo intentas, nadie lo hará por ti. 
2. Ten a la mano actividades que te gustan.  Haz una lista de las actividades que te hacen sentir relajado e intégralas a tu agenda de vida: Meditación, yoga, ejercicio, armar un rompecabezas, dibujar, escribir, leer, cocinar, practicar un instrumento, cantar, platicar con alguien, etc. ¿Porqué no integramos en nuestra vida cotidiana las actividades que más amamos? ¡ manos a la obra! 
3. Sé flexible con tus metas. Poco a poco, pero constante.  En lugar de desanimarte porque no eres capaz de correr un maratón, enfócate en lo que si puedes hacer. Por ejemplo, realizar caminatas diarias e incrementar poco a poco tu objetivo. Al sentir que ya no puedes más, felicítate y pon una nueva meta para el día siguiente. Esto mejorará tu resiliencia fortaleciendo tu mentalidad de logro. 
4. Practica el Optimismo utilizando tus capacidades. La ciencia nos dice que cierto optimismo es genético y otro tanto es aprendido. Tenemos la capacidad de entrenar a nuestro cerebro en el “pensamiento positivo” para ver oportunidad donde otros ven fracaso. Depende de tu visión de las cosas. Si confías en que tienes la capacidad, tendrás mucho mejores posibilidades de superar la situación. De igual forma, si crees que fallarás, probablemente así será.
5. Toma ventaja de las personas en tu entorno y ¡conecta!  Pedir ayuda cuando lo necesitas está muy bien. No te hace más débil. De hecho, tan solo saber que hay gente dispuesta a ayudarte, te generará un mayor nivel de confianza. De igual manera, ofrecer tu ayuda para otros,  tendrá un gran efecto en tu actitud ante la vida. Se proactivo para conectar con los demás.
6. Evita señalamientos tóxicos.  No tiene sentido buscar culpables sobre las situaciones adversas que has vivido. Además de ser contraproducente, te hará sentir peor. Deja de darle cuerda a pensamientos tóxicos. Frena y cambia tu pensamiento con las técnicas que vayas adquiriendo para mejorar tu estado mental para orientarlos hacia la situación que sí puedes manejar y no hacia las personas que no están bajo tu control. 
7. Considera los contratiempos como temporales.  Nada dura para siempre. Ni siquiera los eventos más graves. Se consciente de ello. Si eres capaz de navegar la turbulencia y al mismo tiempo das espacio a tu capacidad de razonar reflexionando sobre las posibilidades de acción que tienes adelante, evitarás paralizar tu habilidad para resolver problemas y avanzar del bache en que te encuentras. Implica retomar el control de tu mente y no dejarla divagar sin rumbo.
8. Escribe tu nueva historia. Psiquiatras y psicólogos le llaman “técnica de replanteamiento”. Y se refiere a cambiar tu historia enfocándote en las oportunidades que la situación te revela. Enfocándote en las habilidades que desarrollaste a partir de momentos adversos. En los recursos que descubriste que posees y que no hubieras creído que estaban dentro de ti. Los aprendizajes que te permitirán reconstruír tu historia con mayor sabiduría y plenitud.
9. Cultiva el agradecimiento.  Es una declaración de auto-estima. De considerarte merecedor de situaciones favorables . Llevar a un nivel de consciencia las cosas buenas de la vida y enfatizarlas por sobre las negativas. Agradecer por ello es un ejercicio mental, donde nuestra memoria selectiva, en una multitud de posibilidades, decide traer a la consciencia mayormente los recuerdos positivos. 
10. Recuerda tus Victorias. Puede ser un reto extremo traer a la memoria estos recuerdos, justo cuando te enfrentas a las dificultades. Justo en estos momentos, es cuando debes recordar tus victorias pasadas ¡Y eres capaz de volverlo a hacer! 

Respira, respira, respira, estás vivo y tienes oportunidad de fortalecerte. Practicar la resiliencia te adaptará para transitar en un mundo disruptivo con una visión renovada. 2021 será un año donde las personas resilientes estarán mejor equipadas para prosperar.

Esperamos este año haya sido productivo, pleno de aprendizaje y transformación positiva.

¡Felices fiestas!

Patricia López Glez. / GITH ASESORES

PROFESIONALIZANDO LA GESTIÓN DEL TALENTO EMPRESARIAL

www.gith.com.mx