10 errores que evitar durante una entrevista de trabajo

Una entrevista de trabajo es una de las primeras impresiones que una empresa tendrá de ti, y por el otro lado, tú de la empresa. Es una oportunidad maravillosa para realmente mostrar tu potencial, tus habilidades y el valor añadido que puedes aportar, por lo que minimizar los llamados errores puede aumentar, proporcionalmente, tus posibilidades de seguir avanzando en el proceso de selección.

Entonces, ¿cuáles son las cosas que no deberías hacer, o deberías evitar, durante una entrevista? 

Lamentablemente muchas de estas las hacemos sin siquiera darnos cuenta por lo que aprovecho esta oportunidad de dejarte una lista con los 10 errores más comunes:

1. Los nervios: sentir nervios antes de comenzar una entrevista es un mecanismo de defensa completamente normal de nuestro cerebro. Más que algo que puedas evitar es una reacción que si puedes calmar preparando la entrevista e incluso incorporando a tu día algunos ejercicios de respiración. ¡Decirte que mantengas la calma no hará que automáticamente te calmes! pero si puedo decirte que hagas lo posible por autorregularte, respirar, recordar tus puntos fuertes y sobretodo confiar en ti. Es normal estar un poco nervioso, pero que no domine tu entrevista.
2. Llegar tarde: de entrada, este es uno de los peores errores que puedes cometer. Denota falta de profesionalidad y un carácter poco atento a los detalles y considerado con los demás, además que te somete a un estrés extra de pensar que estás llegando tarde. Intenta siempre llegar unos 5-10 minutos antes y así te das el tiempo de situarte. Llegar muy pronto también puede ser un error.
3. Mal lenguaje corporal: no es un secreto para nadie que más del 50% de lo que comunicamos no es precisamente con palabras. Tu posición a la hora de sentarte, el movimiento de tus manos, tu tono de voz, y en general, todo lo relacionado con la postura de tu cuerpo comunica una gran parte del mensaje que quieres transmitir por lo que prestar atención a estos detalles puede definitivamente marcar la diferencia.
4. Falta de confianza: como te dije al principio, sentir nervios es completamente normal, pero manifestar estos síntomas en forma de balbuceos, en no mantener una mirada firme y en hablar de las capacidades propias de forma poco elocuente e incluso escasa es lo que realmente puede perjudicar tu proceso. Puedes sentir nervios, pero no dejes que esos nervios obstaculicen mostrarle al entrevistador la seguridad que tienes en ti y en tus capacidades. Incluso si no tienes experiencia directa en el sector al que estás aplicando, la actitud con la que muestres tus ganas de aprender y desarrollarte, multiplicarán tu confianza.
5. Preguntas inadecuadas: preguntar puede demostrar que el candidato tiene interés en el puesto y en el trabajo que va a desarrollar. Si bien esto es cierto, también lo es que hay que saber elegir con acierto las preguntas que se harán. En una primera fase no conviene cuestionar sobre aspectos más operativos. A medida que vayan avanzando las fases lo más probable es que tus dudas se vayan resolviendo y si no, has uso de la asertividad para hacer preguntas de forma empática y fluida.
6. Evita dar respuestas demasiado cortas: cuando un entrevistador cuestiona, no solo espera descubrir la opinión que tienes acerca de algún aspecto, también estará atento a tu habilidad para argumentar y articular un discurso. Así, no se deben usar respuestas demasiado cortas o carentes de argumentación. Al final, piensa que el proceso de una entrevista cada vez se acerca más a una conversación abierta y empática.
7. No saber nada de la empresa a la que estás aplicando: siempre diré que los procesos de selección son completamente bilaterales y por supuesto que no se trata sólo de que a una empresa le guste tu perfil si no que a ti también te motive y te ilusione la empresa por la que estás aplicando. ¡Demuéstralo! Investiga acerca de la empresa, busca información relevante y establece una conversación con tu entrevistador. No dejes que una de las preguntas más fáciles de responder como puede ser “¿Qué sabes de nuestra empresa?” obstaculice el demostrar tu verdadero potencial.
8. Hablar mal de otros trabajos: este es un error muy común. La estrategia que debes seguir a la hora de hablar sobre otros empleos es ensalzar los puntos positivos y lo que te han enriquecido y nunca caer en la crítica negativa. Recuerda que hablar mal de alguien a veces puede percibirse como un espejo. Habla desde el lente de la mejora, el desarrollo, el constructivismo...
9. No ser veraz con tu información: el primer criterio a la hora de elaborar un currículo debe ser el de la veracidad. Tus estudios, tu experiencia y tus habilidades deben ser reales debido a que los entrevistadores suelen investigar antes de hacer su trabajo y no es nada complicado descubrir algunos datos falsos. Además, el objetivo final siempre será encontrar ese engranaje perfecto entre una posición y tus ganas de crecer profesionalmente. No cumplir con todos los requisitos de la job description no es tan importante como el hecho de que lo que digas que has hecho… de verdad lo hayas hecho. Si quizás no sabes hablar alemán para una posición que lo necesita, será mejor decir que no lo sabes pero tienes toda la disposición de aprenderlo, que decir que sí lo hablas y que luego a mitad del proceso te hagan una entrevista en alemán y no sepas cómo contestar.
10. No preparar la entrevista: una entrevista de trabajo es un proceso que debe prepararse. Repasa tus discursos, ten claros tus puntos fuertes y entrena antes de que llegue el momento definitivo. Este punto, para mi, es uno de los más importantes porque te ayudará a mantener bajo control prácticamente los 9 errores mencionados anteriormente. Si te preparas la entrevista irás con más confianza, tu lenguaje corporal será más adecuado, habrás investigado de la empresa, evitarás las respuestas cortas, te sentirás con más argumentos para elaborar tu experiencia y habilidades y sobretodo será más fácil de controlar esos nervios que son tan normales durante un proceso de selección.