5 minutos al día que te cambiarán la vida

A lo largo de un día normal, son muchas las pequeñas cosas que hacemos que nos ocupan 5 minutos, sin embargo hoy te voy a hablar de un nuevo hábito, que solo te llevará este tiempo pero te cambiará la vida. Seguramente has oído hablar de la meditación o del mindfulness y no solamente entre tus amigos más hippies y alternativos.

Empresas como Google ofrecen a sus trabajadores periódicamente, formación sobre meditación e inteligencia emocional que se llenan rápidamente y de los que todos los participantes salen realmente satisfechos.

En las últimas décadas, se han hecho muchos estudios científicos para evaluar cuáles son los efectos de la práctica regular de la meditación y la lista de beneficios cada vez se hace más larga.

Pero ¿qué es la meditación?

Mucha gente confunde la meditación con la relajación en parte porque las búsquedas en Google arrojan unos resultados confusos. La meditación es una práctica de recogimiento que relacionamos con religiones orientales como el budismo o el hinduismo.

Meditar consiste en poner toda tu atención en el momento presente

He buscado más definiciones para intentar explicártelo mejor pero este es el resumen más acertado. Si te fijas en cómo funciona habitualmente tu cabeza, te darás cuenta de que constantemente está generando pensamientos, sensaciones, emociones… Es como un volcán que no para y que además recibe montones de información de su entorno que tiene que filtrar para decidir qué es realmente importante como para prestarle atención.
En la meditación lo que harás es elegir de forma activa, prestar atención a una única cosa durante un rato.

Todos los expertos recomiendan empezar prestando atención a tu respiración así que ya ves que para meditar solo te necesitas a ti mism@.

¿Y cómo empiezo a meditar?

debes colocarte en la postura adecuada

Elijas la postura que elijas, para meditar es aconsejable que tener la espalda recta, formando un ángulo de 90 grados con el suelo.

Puedes optar por la postura típica de los yoguis, sentad@ en el suelo con las piernas cruzadas. En este caso para estar más cómod@s usa un cojín debajo del hueso sacro, el hueso al final de la columna vertebral, que hará que las rodillas queden un poco por debajo del cuerpo.

También puede ponerte de rodillas y sentarte sobre tus talones. Pero no es necesario complicarse, puedes sentarte en una silla en la que notes que tu espalda está bien colocada y pon tus pies ligeramente separados y bien apoyados en el suelo (sin cruzar las piernas ni ponerte de puntillas, deja que descansen tus piernas).

En cuanto a los brazos, puedes dejar que descansen sobre nuestras piernas, o colocar una mano encima de la otra o unir el pulgar y el índice pero siempre sin tensión. Es importante que los brazos no estén pegados al cuerpo sino que nos podemos imaginar que llevamos un melón debajo de cada axila, así los brazos quedan redondeados y más relajados.

Lo mismo sucede con el cuello, imagínate que entre tu barbilla y tu pecho tienes una pelota de tenis y así dejarás un espacio adecuado.

Si te interesa el tema, puedes leer el artículo completo en mi blog, aquí, descubrirás cómo empezar hoy mismo a meditar y todos los beneficios que puedes esperar de esta práctica.

Pero aún hay más, si quieres recibir de forma totalmente gratuita, una meditación guiada directamente a tu bandeja de entrada quincenalmente, suscríbete a nuestra lista haciendo clic aquí Dedica cinco minutos al día a mejorar tu salud, tu bienestar y tus relaciones, merece la pena!

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