2.300 millones de pasos para crear ciudades sostenibles y saludables
Cada vez conocemos más acerca la relación clara y directa que existe entre el deterioro del medio ambiente y el empeoramiento de la salud de las personas. Los datos lo reflejan de forma evidente: según la OMS, cada año mueren 7 millones de personas por la contaminación atmosférica, con un gran porcentaje de estas defunciones sucediendo en entornos urbanos, donde se concentra gran parte de la polución.
El último informe de la European Public Health Alliance (Epha), cuantifica este impacto en una media de 1.276 € anuales por habitante en Europa. En ciudades como Madrid y Barcelona esto supone entre 3 mil millones y 2 mil millones de euros al año respectivamente.
La pandemia por Covid -19 ha puesto aún más de manifiesto esta relación entre la salud y el medio ambiente. De hecho, en el día Mundial de las Ciudades que se ha celebrado recientemente (31 de octubre), la ONU alertaba de que los grandes núcleos urbanos se encuentran en la primera línea de la lucha contra la pandemia y de sus efectos duraderos.
Si a esto unimos la idea de que en 2050 un 70% de la población mundial vivirá en las ciudades, podemos tomar conciencia de los grandes retos de salud a los que nos enfrentamos en los ámbitos urbanos. Y es que además de proveer servicios básicos, las ciudades deben convertirse en espacios más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, al tiempo que proporcionan acceso universal a zonas verdes, tal y como reclama la Asamblea de Naciones Unidas al establecer el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11. Todo esto hace que disponer de ciudades más saludables y sostenibles sea uno de los focos de atención importantes cuando se trata de proteger la salud de las personas.
Las compañías tenemos el deber de ser punta de lanza en innovación para ofrecer a la sociedad soluciones a sus problemas. Y el cuidado del medio ambiente y su relación con la salud, sobre todo en los entornos urbanos, es uno de los grandes retos al que nos enfrentamos en la actualidad. Por ello, desde hace cinco años, en Sanitas hemos aportado nuestro granito de arena poniendo en marcha, entre otras iniciativas, el proyecto Healthy Cities, con el objetivo de contribuir a generar espacios urbanos sostenibles y saludables para las personas.
Este año, en el quinto aniversario del programa, se planteó a los 160.000 empleados de las 40 empresas participantes el reto de caminar 10.000 pasos al día durante un año y los resultados han sido excelentes. En total, se han acumulado 2.300 millones de pasos, lo que equivale a dar 35 vueltas a la Tierra. Unos datos muy positivos, que nos hacen pensar que los participantes de Healthy Cities estaban motivados por la idea de que sus pasos se iban a traducir en la creación de un entorno saludable en una ciudad española, gracias a la donación a la que se comprometió Sanitas. Ahora que hemos cerrado la edición de este año, llega el momento de cumplir con esta promesa de colaborar en la construcción de ciudades saludables y sostenibles. Por eso, estamos ultimando los detalles con el Ayuntamiento de Madrid para determinar dónde y cómo será este espacio verde que queremos que contribuya a mejorar la calidad del aire, favorecer la biodiversidad y ofrecer un entorno abierto y seguro a los vecinos.
En las anteriores ediciones ya dejamos constancia de que podemos hacerlo. En 2016 y 2017 colaboramos en la creación de rutas cardiosaludables en Madrid, en 2018 participamos en la cardioprotección de la ciudad de Málaga y en 2019 colaboramos con una ruta de caminantes para favorecer el ejercicio en Bilbao y con la creación de masa forestal replantando una zona de la Sierra de Gredos.
En 2020, el legado de Healthy Cities, continuará estando destinado a dejar huella en nuestras ciudades a través de la generación de espacios verdes. Y es que, según un estudio de ISGLOBAL, vivir cerca de zonas verdes aumenta nuestra esperanza de vida. Asimismo, distintos estudios apuntan que aumentar tan sólo un 10% los espacios verdes en entornos urbanos podrían reducir en un 5% la mortalidad vinculada a accidentes cardiovasculares (la principal causa de fallecimiento del mundo occidental), un 10% los infartos y un 7% la incidencia de la diabetes.
En este contexto hacer de las ciudades espacios saludables no es una opción, sino una necesidad apremiante y todos debemos colaborar para lograrlo.