25 HERRAMIENTAS PARA HABLAR EN PÚBLICO

Dale Carnegie nos muestra como estar preparado para hablar en público

1- Para lograr Confianza en si mismo.

Debe comenzar con deseo vivo y tenaz.

Prepare qué va a decir para estar tranquilo.

Proceda como héroe de películas de acción.

2- Falta de experiencia implica No conocer nuestra propia capacidad, lo que implica Falta de confianza, lo que genera Temor.

3- Cuando el orador tiene un mensaje verdadero en su mente y en su corazón, una necesidad perentoria de hablar, tiene pocas probabilidades de fracasar.

4- La verdadera preparación consiste en extraer algo de nosotros mismos, en reunir y ordenar nuestros propios pensamientos, en fomentar y nutrir nuestras propias convicciones.

5- Mostrar algo que está mal, mostrar cómo se lo puede remediar y pedir cooperación.

Un problema bien presentado es un problema medio resuelto.

6- Fije en la memoria: Impresión visual imborrable.

Repetición dos veces cada 2 horas.

Asociación con sus propias experiencias.

7- Fijar hechos en la memoria al responder:

¿Por qué es así?

¿Cómo es?

¿Cuándo es?

¿Dónde es?

¿Quién dijo que es así?.

8- Si nos sentimos lánguidos, ellos se sentirán lánguidos.

Si nos mostramos poco interesados, ellos se mostrarán poco interesados.

Si estamos entusiasmados, nuestro entusiasmo se contagiará a los oyentes.

El entusiasmo es uno de los factores importantes.

9- El mejor orador mueve, arrebata y subyuga.

Abramos la boca y hablemos para que nos oigan.

La esencia de un buen discurso es que el orador tenga algo que fervientemente desee decir.

10- Si perseveramos, pronto nos desharemos de todas las dificultades, excepto del temo, que luego de hablar unos segundos, tal temor desaparecerá.

11- No importa tanto lo que decimos, cuanto cómo lo decimos.

Buena elocución significa el tono y precisión de la Conversación, aumentados.

12- Muchos oradores no prestan atención a sus oyentes y dirigen sus miradas a la pared del fondo o al suelo.

Se diría que están hablando solos.

No hay sensación de contacto entre el auditorio y el orador, falta el tome y traiga.

Semejante actitud sería fatal en una conversación.

13- ¿Acentuamos las palabras importantes de una frase, para subordinar las no importantes?

¿Recorre nuestro tono de voz la escala de arriba abajo y viceversa, como sucede con los niños cuando hablan?.

14- ¿Variamos la velocidad del discurso, diciendo rápidamente las palabras de poca importancia, y deteniéndonos más tiempo en las que queremos destacar?

¿Hacemos pausa antes y después de los conceptos importantes?.

15- No hablemos cuando estemos cansados.

Comamos frugalmente antes de hablar.

Vistamos pulcra y elegantemente.

Sonriamos.

Presentémonos ante el auditorio con actitud tal que indique nuestra alegría de verlos y hablarles.

16- Hagamos que el auditorio esté apiñado.

No hablemos desde un tablado.

Pongámonos al mismo nivel que los oyentes.

Mantengamos el aire fresco.

Hablemos en tal lugar donde la luz nos dé de frente en el rostro, para que se puedan apreciar nuestros gestos.

17- No se pare detrás de muebles.

Siéntese derecho.

Esté quieto.

No repita un movimiento hasta tornarlo monótono.

Nada de movimientos breves y rápidos con el antebrazo.

18- El comienzo lo es todo.

La mente del oyente está fresca entonces y es fácil de impresionar.

Nunca lo deje al azar.

19- Sin chistes al iniciar.

El humor es la vela, no el pastel.

No pida disculpas, aburre.

Diga lo que tiene que decir y siéntese.

20- Recuerde los pasos de la presentación: Atención, Interés, Deseo y Acción.

21- Comenzando con la cita certera.

Entre todas las palabras humanas no hay ninguna tan agradable como la palabra libertad, pero tampoco hay otra igualmente engañosa y alucinadora.

Mostrando cómo el tema afecta los intereses supremos del auditorio.

Comencemos con aciertos sorprendentes.

22- El final de un discurso queda en la memoria.

23- No terminemos: Bueno, esto es todo cuanto tenía que decir sobre este asunto, por lo que será mejor que termine.

Terminemos sin decir que vamos a terminar.

24- Para terminar: Resumir, repetir y bosquejar brevemente los puntos principales que hemos tratado.

Exhortar a la acción.

Brindar una galantería.

Provocar risas.

Citar algunos versos apropiados.

Citar un pasaje de la Biblia.

Producir un clímax.

25- Una buena conclusión y un buen comienzo, y luego, no los separe mucho.

Termine antes de lo pensado.

Luego de la cumbre de la popularidad la gente se harta.

Sea claro.

Si los que ven, no ven, y los que oyen, no oyen.