3 preguntas clave antes de hacer un pivot en tu estrategia
Una de las pocas certezas en la gestión es que todos los proyectos y estrategias, en algún momento, necesitarán un ajuste o corrección de rumbo. Las nuevas tecnologías emergen, los competidores hacen lo inesperado y los planes rara vez son perfectos. Por eso, la agilidad y la adaptación rápida son habilidades cruciales para los líderes, siempre que se ejerzan con un enfoque en cambiar los medios para alcanzar los objetivos, pero no los objetivos en sí.
Sin embargo, ¿Cómo saber si el cambio que estás considerando realmente es el adecuado? Los pivotes no deben tomarse a la ligera. Los riesgos de equivocarse pueden ser significativos: podrías desviar a tu equipo hacia una dirección improductiva, desperdiciar tiempo, recursos y compromiso, retrasar la consecución de tus metas, o incluso perder la confianza de los stakeholders en tu capacidad para entregar resultados.
Pero primero hablemos un poco de: ¿qué es un pivote bajo este concepto?
Efectivamente puede tener varios conceptos acorde a la interpretación que puedas darle, pero te dejo estos:
Basado en mi experiencia como asesor estratégico para empresas en crecimiento e innovadoras, he identificado tres preguntas clave que puedes hacerte para aumentar la probabilidad de que tu decisión de pivotar sea la correcta. Estas preguntas no solo deben ayudarte a examinar las opciones por sus méritos, sino también a entender por qué estás considerando un pivote en primer lugar. Algunas razones comunes para el cambio pueden nublar tu juicio y llevarte a una elección errónea.
Pregunta 1: ¿Estás cambiando de rumbo porque la estrategia necesita cambiar, o porque la ejecución ha sido deficiente?
En mi experiencia, el éxito de un proyecto o iniciativa estratégica, ya sea grande o pequeña, depende tanto de la solidez del plan como de la calidad de su ejecución. Los grandes planes pueden fracasar si no se ejecutan adecuadamente, así como la mejor ejecución puede no salvar una estrategia deficiente. Pero cuando las cosas no van bien, a menudo no está claro si la estrategia está equivocada o si la ejecución es deficiente, o si es una combinación de ambas.
Para identificar cuál es el problema, pregúntate (y pregunta a otros stakeholders) dónde ven los fallos: ¿Hiciste suposiciones sobre la estrategia que parecen no ser correctas? ¿Hay elementos de la estrategia que no se habían probado previamente y necesitan ser reexaminados? ¿La estrategia necesita modificarse para adaptarse a la cultura de tu organización? Estas respuestas podrían llevarte a repensar la estrategia. Por otro lado, también pregúntate si tu equipo tiene las habilidades adecuadas y el compromiso necesario para llevar a cabo la estrategia.
Pregunta 2: ¿Estás cambiando de rumbo debido a presión externa o impaciencia, en lugar de una verdadera evaluación de si estás en el camino correcto?
A menudo, los proyectos o programas estratégicos críticos están bajo un microscopio. Su importancia hace que los stakeholders, especialmente los de alto nivel, se sientan ansiosos por ver resultados. Esto puede crear presión para hacer algo, sea lo que sea, para responder a sus preocupaciones, sin importar si es lo correcto. Cuanto más escuchas preguntas como "¿puedes hacerlo más rápido?" o "¿por qué no hacemos lo que está haciendo la empresa X?", más puedes empezar a dudar de elementos del plan, lo que puede llevarte a hacer un pivote innecesario.
La clave aquí es examinar detenidamente si los problemas planteados por los stakeholders son válidos, o si tienes el coraje de decir que tu plan es sólido y que lo mantendrás.
Pregunta 3: ¿Estás cambiando de rumbo debido a una nueva oportunidad, en lugar de una convicción de que la estrategia actual es inadecuada?
Un entorno en rápida evolución significa que siempre surgen nuevas oportunidades que podrían afectar tus planes. Por ejemplo, la aparición de la inteligencia artificial generativa podría ofrecer una nueva forma de hacer algo, o podrías descubrir un recurso que no sabías que podría ser útil. Sin embargo, al considerar estas nuevas oportunidades, pregúntate si realmente aumentarán la probabilidad o la velocidad de alcanzar tu objetivo, o si solo son "juguetes nuevos" interesantes que no harán una gran diferencia.
Algunas oportunidades podrían ser valiosas a largo plazo, pero a menos que tengas recursos ilimitados, probablemente no puedas continuar con tu estrategia actual y al mismo tiempo asumir algo nuevo. En algunos casos, la atracción de hacer algo nuevo podría desviar o distraer a tu equipo del objetivo específico que estás tratando de alcanzar.
No hay nada de malo en cambiar el rumbo en un proyecto o iniciativa estratégica; la agilidad es crítica para el éxito. Asegúrate, sin embargo, de que estás pivotando por las razones correctas. De lo contrario, tus correcciones de curso podrían llevarte en la dirección equivocada.
Comparte tu experiencia y reflexiona sobre estas preguntas clave para tomar decisiones informadas que guíen a tu equipo hacia el éxito.