30 de junio - El fin de la Moratoria Concursal
Ha llegado el 30 de junio de 2022, lo que supone el fin de la moratoria concursal aunque es posible un interregno en el improbable caso de que la nueva Ley concursal, en trámite, estableciese una entrada en vigor diferida.
Ello ha sido así, por cuanto la economía en general ha superado las circunstancias dramáticas de los años 2020 y 2021. Una situación transitoria no puede alargarse en el tiempo, sino sólo durante el período de tiempo mínimo que exigían aquellas.
El Real Decreto-ley 27/2001 fue el texto legal que prorrogó determinadas medidas económicas y jurídicas, en apoyo de la recuperación por los efectos devastadores del Covid-19.
Recuérdese que dicha moratoria suponía la exención del deber de solicitar la declaración de concurso por parte del deudor, declarado en situación legal de insolvencia. Ello dio lugar a un período transitorio durante el que las empresas y particulares podrían acogerse a los remedios concursales de la actual Ley 1/2020, entre ellos el pre-concurso (Art. 583 TRLC), que, en forma simplificada, puede cubrir la responsabilidad de los administradores para que su decisión sobre la insolvencia no pueda ser estimada extemporánea y punible.
El texto normativo requiere ahora que se apruebe definitivamente en el Senado. Es muy posible que, para el mes de septiembre, cuando se espera que entre en vigor la Ley Concursal, haya una gran avalancha de concursos voluntarios de los deudores, que se vean en la obligación de acudir al concurso, lo que tiene el peligro de colapsar los Juzgados de lo Mercantil.
Esta es una cuestión complicada pues desde el año 2020, las sociedades mercantiles han perdido mecanismos jurídicos de defensa ante su posible insolvencia económica. Es previsible, en atención a los nuevos factores que influyen en la economía española, que no se concedan más prórrogas, lo que puede provocar, como se ha indicado, una presentación masiva de concursos.
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La prórroga que finalizó el día 30 de junio tuvo efectos muy beneficiosos para las empresas, debido a las graves dificultades financieras por las que atravesaban. Ahora ha llegado el momento de reajustar las cuentas, restablecer los factores y elementos patrimoniales y, si es posible, mantener el nivel de empleo.
Además, se debe estar bien atento pues ahora los acreedores tendrán vía libre para solicitar el concurso necesario de sus deudores.
Jordi Fontquerni Bas
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