3o Descartes y el Cubismo, Una nueva forma de ver el mundo.
3a Parte
III El inicio de la filosofía moderna.
En este contexto del ataque del escepticismo y búsqueda de algo sólido aparece otro gran personaje: René Descartes que comienza la búsqueda del fundamento último: “Ahora, con la mente libre de todo cuidado y después de conseguirme un ocio asegurado en sosegada soledad, me aplicaré seria y libremente a la destrucción general de todas mis antiguas opiniones”.[1] Sus estudios llevan a fundamentar todo el conocimiento en el cogito; destierra todo conocimiento que pueda ponerse en duda, destierra las ciencias físicas como la astronomía y la medicina por basarse en la observación y medición por parte de nuestros sentidos, también destierra las ciencias matemáticas ya que los humanos cometemos errores a menudo en la corrección de nuestros juicios matemáticos[2] y aún se imagina a un genio maligno que intenta engañarlo pero precisamente aquí descubre que para ser engañado, tiene que haber un yo, y por lo tanto la idea del yo es el fundamento, ya que no puede negarse su existencia: “Y de ahí concluí que yo era una substancia, cuya esencia o naturaleza consiste en su totalidad en pensar, y que, para existir, no necesita ningún lugar ni depende de ninguna cosa material”[3]. “Pienso, luego existo”. La esencia es pues la mente o su conciencia, el cuerpo es completamente secundario. El rasgo distintivo de este cogito, es la claridad y distinción de estas ideas, y la idea más clara y distinta es un Dios perfecto, todopoderoso y omnisciente.[4] Este Dios no es embustero, no nos engañaría haciendo que los datos sensoriales de los objetos externos parecieran reales si estos de hecho no lo fueran.
Un gran descubrimiento pero también con grandes faltas: la interpretación puede responder efectivamente que hay un pensamiento, pero no quién lo está pensando, además el cogito es relativo a la primera persona, mi yo es distinto al tuyo. Y por último el cogito se da esencialmente en el momento presente, cuando dejo de pensar se sigue que debería dejar de existir. Por ello podemos concluir que el yo es un mero instante de autoconciencia.[5]
También las críticas apuntan al así llamado “círculo cartesiano” en donde las ideas claras y distintas son usadas como fundamento para probar la existencia de Dios pero la existencia de Dios es el fundamento a su vez de las ideas claras y distintas.[6]
A pesar de todo esto Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna, precisamente por plantear estas dudas aunque hayan quedado lejos de ser resueltas, abre la nueva forma de ver la ciencia moderna desde el observador: nosotros; y el observado: el mundo.[7] Separa las ciencias empíricas sin renunciar a la idea de que el universo está creado por una mente inteligente y todos los filósofos se verán influenciados por su forma de ver la realidad de forma dualista.
[1] TOM BUTLER-BOWDON, 50 Clásicos de la Filosofía, Sirio, Barcelona. 2014. pag. 120.
[2] Cfr. TOM BUTLER-BOWDON, 50 Clásicos de la Filosofía, Sirio, Barcelona. 2014. pag. 120.
[3] TOM BUTLER-BOWDON, 50 Clásicos de la Filosofía, Sirio, Barcelona. 2014. pag. 121.
[4] Cfr. BEN DUPRÉ, 50 cosas que hay que saber sobre Filosofía, Ariel, México. 2014. pag. 22.
[5] Cfr. BEN DUPRÉ, 50 cosas que hay que saber sobre Filosofía, Ariel, México. 2014. pag. 21-22.
[6] Cfr. BEN DUPRÉ, 50 cosas que hay que saber sobre Filosofía, Ariel, México. 2014. pag. 23.
[7] Cfr. TOM BUTLER-BOWDON, 50 Clásicos de la Filosofía, Sirio, Barcelona. 2014. pag. 122.