4 claves de cómo la IA está transformando el mercado laboral

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) está cambiando las reglas del mercado, y existe una oportunidad para los jugadores que sepan y puedan adaptarse. Teniendo en cuenta el contexto de endurecimiento del mercado laboral y una desaceleración de la productividad en Europa y en Estados Unidos, la IA está impulsando cambios abruptos en la demanda de profesionales, y es la IA la responsable de que esta carrera sea exponencial.

Según el último informe de McKinsey Global Institute de 2024, las empresas van a necesitar una actualización de sus capacidades tecnológicas, dotar a sus empleados de un conocimiento profundo en análisis de datos y líderes con pensamiento crítico y creativo. Es necesario que las instituciones públicas y privadas estén alineadas para proporcionar las herramientas necesarias para acometer estos cambios. A continuación, detallo cuatro claves para entender cómo la tecnología está cambiando las reglas del juego del mercado del talento.

1. Automatización, IA como motor del cambio: En 2030, se estima que el 30% de las horas laborales totales en Europa podrían ser automatizadas. Sectores con una alta implicación de procesos de manufactura, transporte y servicios financieros serán los más impactados en los próximos seis años. Las tareas repetitivas y predecibles serán las más susceptibles a la automatización, lo que podría desplazar a millones de trabajadores. La automatización podría desplazar a entre 10 y 18 millones en Europa de trabajadores en estos sectores, según este informe. Esta evolución de la tecnología podría añadir entre 2,6 y 4,4 billones de dólares anuales a la economía global, y se espera que más del 50% de las empresas en Europa utilicen algún tipo de IA generativa en 2030 en sus procesos. Esto aumentará, por tanto, la productividad, cambiará la forma de entregar valor, y de manera imperativa, las estructuras y configuraciones de los equipos se verán afectadas. Esto ya está suponiendo un reto para empresas de consultoría estratégica y de servicios profesionales. Hay varios ejemplos de consultoras tecnológicas que están creando de manera acelerada oficinas de transformación interna para poder analizar el impacto de estas tecnologías en sus propias estructuras y en la forma y modo en el que entregan valor a sus clientes.
2. Nuevas habilidades, cambios en la demanda de empleo: El 90% de los trabajos en Europa requerirán habilidades nuevas, especialmente en IA y automatización. Sin embargo, solo el 16% de los trabajadores se sienten preparados para enfrentar estos cambios, según la encuesta del informe. Existe una brecha entre la formación actual y nuestro sistema educativo. Las necesidades del entorno corporativo y social no están adaptadas al sistema formativo. Es responsabilidad de las organizaciones públicas alinearse con el desarrollo empresarial para actualizar el sistema educativo y viceversa. Se originará un cambio en la demanda de empleo y se espera un crecimiento del 25% en la demanda de profesionales en sectores tecnológicos y de salud. Por otro lado, los empleos manuales podrían disminuir hasta en un 30%. Esto incrementará la desigualdad entre aquellos que pueden acceder a formación avanzada y aquellos que no, profundizando la división en la arquitectura del mercado laboral.
3. Más productividad, incremento de la desigualdad digital: La adopción efectiva de la IA podría incrementar la productividad en Europa en un 1,4% anual hasta 2030, lo que se traduciría en un aumento de casi 2,7 billones de euros en la economía europea. Sin embargo, este crecimiento dependerá de la rapidez con que las empresas integren estas tecnologías en sus procesos productivos. Se trata de un reto en el que, de nuevo, instituciones públicas y privadas deben colaborar para que se sume a una regulación eficiente con un marco europeo que permita una competencia igualitaria. La brecha digital entre grandes empresas y PYMEs podría ampliarse si las pequeñas empresas no adoptan la IA y la automatización en sus procesos productivos. Las grandes corporaciones que lideran en tecnología obtendrán una ventaja significativa debido a su ventaja competitiva, mientras que aquellas que no adopten estas tecnologías podrían quedar rezagadas. A nivel local, el impacto es profundo; las pequeñas y medianas empresas en España son motor de la economía. Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, existen aproximadamente 2,9 millones de empresas, de las cuales un 99% son PYMEs. Muchas de estas empresas no cuentan ni con los recursos, ni con la formación, ni con la ventaja competitiva para acometer estos cambios.
4. Transición de carrera y formación como pilares: Cerca de 12 millones de personas en Europa necesitarán reinventar su carrera debido a esta automatización, lo que representa un desafío enorme para las políticas públicas y estrategias formativas estatales. Este número es casi el doble del ritmo de cambios ocupacionales observado antes de la pandemia y supone un desafío para los planes educativos no adaptados al contexto tecnológico actual. Es necesario reentrenar a estos trabajadores y que los gobiernos colaboren estrechamente con las instituciones académicas y empresas para poder adaptar los planes formativos a las necesidades reales del mercado. No solo hay que formar desde un punto de vista técnico; necesitamos un marco formativo centrado en la transformación, que dote a los futuros profesionales y a nuestra fuerza laboral de capacidades en gestión del cambio, regulación, nuevas metodologías de trabajo, liderazgo y tecnología. Necesitamos profesionales que sepan cómo construir empresas eficientes, rentables y con las personas en el centro. Profesionales que sepan que compiten a nivel local y global, y que entiendan que la formación es parte de su hoja de ruta permanente.

La IA representa una oportunidad para aumentar la productividad de nuestra fuerza de trabajo y ya está impactando en el mercado laboral y sus demandas. La previsión de inversión en Europa es de 300 mil millones de euros en IA y automatización en 2030. Esta inversión será crucial para mantener la competitividad frente a otras regiones como Estados Unidos y Asia, que también están aumentando sus inversiones en estas tecnologías. Para que esta transición sea exitosa, es crucial que tanto las empresas como los gobiernos inviertan formación de nuestros trabajadores, fomenten la adopción de tecnologías de manera equitativa, y promuevan un entorno inclusivo donde el tejido productivo pueda beneficiarse de los avances tecnológicos con un marco regulatorio consistente. El futuro del trabajo no dependerá solo de la tecnología, sino de nuestra capacidad para adaptarnos y liderar en esta nueva realidad.

Fuente: McKinsey Global Institute: A new future of work: The race to deploy AI and raise skills in Europe and beyond. May 2024 Report.